Berlioz era un gran orquestador pero sobre todo lo que más admiro de él es su facilidad para crear melodías memorables, sinuosas, delicadas, sutiles e intensas. Grandes cantantes berliozanas -uf... que mal suena esto- han sido Baker, Steber, Veasey, Minton, Crespin y más recientemente Noman, Von Otter, Graham o Gens, pero no todas han grabado "D'amour l'ardente flamme", el aria de Marguerite en La Damnation de Faust, aria que no desentonaría entre Les nuit's d'été.
He elegido tres grandes versiones encontradas en youtube, os dejo unos pequeños comentarios sobre cada una escritos sobre la marcha, la primera que he elegido es la de Jessye Norman, por su personal timbre y su interpretación exuberante, intensa y musical, hay momentos en los que lo que escuchamos es pura magia, cuesta creer que alguien pueda lograr sonidos tan hermosos. La única pega que le podría poner es que todo lo que canta Norman suena parecido como si sólo existiera un único estilo.
La segunda es Anne Sofie von Otter, de timbre también muy hermoso y musicalidad sin tacha, pero que muestra mayor capacidad para la matización -esos claroscuros- y para la introspección, cabalga por la frontera de la afectación pero su buen gusto hace que nunca la traspase.
La tercera es la de Susan Graham, la más natural de las tres, la más intimista, la más melancólica, la más lunar y la que parece más sincera.
MARGUERITE
D'amour l'ardente flamme,
Consume mes beaux jours.
Ah! la paix de mon âme
A donc fui pour toujours!
Son départ, son absence
Sont pour moi le cercueil,
Et loin de sa présence,
Tout me paraît en deuil.
Alors ma pauvre tête
Se dérange bientôt,
Mon faible cœur s'arrête,
Puis se glace aussitôt.
Sa marche que j'admire,
Son port si gracieux,
Sa bouche au doux sourire,
Le charme de ses yeux,
Sa voix enchanteresse,
Dont il sait m'embraser,
De sa main, la caresse,
Hélas! et son baiser,
D'une amoureuse flamme,
Consument mes beaux jours!
Ah! le paix de mon âme
A donc fui pour toujours!
Je suis à ma fenêtre,
Ou dehors, tout le jour -
C'est pour le voir paraître,
Ou hâter son retour.
Mon cœur bat et se presse
Dès qu'il le sent venir,
Au gré de ma tendresse,
Puis-je le retenir!
O caresses de flamme!
Que je voudrais un jour
Voir s'exhaler mon âme
Dans ses baisers d'amour!
MARGARITA
La ardiente llama del amor consume mis días. ¡Ah! ¡La paz de mi alma ha huido para siempre! Su partida, su ausencia, para mí son como la tumba.
Lejos de su presencia todo me parece triste.
Mi mente se debilita y pierdo la razón, mi frágil corazón se detiene y me invade un frío glacial. Su arrogante caminar, su porte gracioso, su boca de dulce sonrisa, el encanto de sus ojos, su voz hechicera que me hace arder, sus manos, sus caricias, ¡ay! y sus besos, consumen mis días en una llama de amor.
¡Ah! ¡La paz de mi alma ha huido para siempre!
Si estoy ante mi ventana, o afuera, todo el día, es para verlo aparecer, o apresurar su regreso. Mi corazón palpita y se acelera cuando presiente que él viene.
¡Si pudiera retenerlo al amparo de mi ternura!
¡Oh caricias de fuego!
¡Cuánto me gustaría un día darle mi alma entre besos de amor!
D'amour l'ardente flamme,
Consume mes beaux jours.
Ah! la paix de mon âme
A donc fui pour toujours!
Son départ, son absence
Sont pour moi le cercueil,
Et loin de sa présence,
Tout me paraît en deuil.
Alors ma pauvre tête
Se dérange bientôt,
Mon faible cœur s'arrête,
Puis se glace aussitôt.
Sa marche que j'admire,
Son port si gracieux,
Sa bouche au doux sourire,
Le charme de ses yeux,
Sa voix enchanteresse,
Dont il sait m'embraser,
De sa main, la caresse,
Hélas! et son baiser,
D'une amoureuse flamme,
Consument mes beaux jours!
Ah! le paix de mon âme
A donc fui pour toujours!
Je suis à ma fenêtre,
Ou dehors, tout le jour -
C'est pour le voir paraître,
Ou hâter son retour.
Mon cœur bat et se presse
Dès qu'il le sent venir,
Au gré de ma tendresse,
Puis-je le retenir!
O caresses de flamme!
Que je voudrais un jour
Voir s'exhaler mon âme
Dans ses baisers d'amour!
MARGARITA
La ardiente llama del amor consume mis días. ¡Ah! ¡La paz de mi alma ha huido para siempre! Su partida, su ausencia, para mí son como la tumba.
Lejos de su presencia todo me parece triste.
Mi mente se debilita y pierdo la razón, mi frágil corazón se detiene y me invade un frío glacial. Su arrogante caminar, su porte gracioso, su boca de dulce sonrisa, el encanto de sus ojos, su voz hechicera que me hace arder, sus manos, sus caricias, ¡ay! y sus besos, consumen mis días en una llama de amor.
¡Ah! ¡La paz de mi alma ha huido para siempre!
Si estoy ante mi ventana, o afuera, todo el día, es para verlo aparecer, o apresurar su regreso. Mi corazón palpita y se acelera cuando presiente que él viene.
¡Si pudiera retenerlo al amparo de mi ternura!
¡Oh caricias de fuego!
¡Cuánto me gustaría un día darle mi alma entre besos de amor!
No hay comentarios:
Publicar un comentario