En cuanto tengo que escribir algo sobre Il trovatore se me van todos los males ¿He dicho alguna vez que esta ópera me apasiona? Ya iba siendo hora de escuchar un número de conjunto y hoy le ha tocado el turno al final del acto segundo de Il trovatore, que comienza con las palabras de Leonora "Perché piangete?"
Leonora, que cree a Manrico muerto, ha decidido ingresar en un convento y se dirige hacia el altar en procesión junto a un grupo de monjas, es inútil que sus amigas intenten convencerla de lo contrario, "ni sonrisas, ni esperanza, ni una flor tiene la tierra" para ella, eso es lo que dice la soprano en un recitativo de un lirismo fuera de lo común sobre un balanceo en las cuerdas.
Súbitamente el Conde hace aparición e interrumpe el cortejo: "El único altar que te pertenece es el nupcial", las religiosas se escandalizan y Leonora inquiere al Conde para saber cuál es la razón de su presencia; "¡Para hacerte mía!", le contesta aquél. Es algo parecido al cuento de Caperucita: "Abuelita, Abuelita..." Parece que el Conde quiere raptar a Leonora pero, ante la sorpresa de todos: "¡Ah!", hace su aparición Manrico.
Manrico permanece callado, con palabras de Leonora comienza el concertante: "¿Debo y puedo creerlo? (¡E deggio e posso crederlo?) Te veo al lado mio! ¿Es esto un sueño, un éxtasis o un encanto sobrehumano?... ¿Has bajado del cielo o es que estoy en el cielo contigo?"
A Leonorase une el Conde, aunque todavía por separado, con una frase no exenta de humor y que a mí me parece muy lograda, para que luego se metan con los libretistas: "¡Así que los muertos dejan el reino eterno de la muerte!". Manrico abre la boca por primera vez para contestar al Conde, sigue un intercambio de pareceres entre los dos pretendientes a la mano de Leonora, del dúo pasamos finalmente al trío en el que la doncella permanece en éxtasis: "Sei tu dal ciel disceso o in ciel son'io con te?" -Vedi, que sabe que tiene ahí una frase muy lírica e inspirada, usa y abusará de esa ella hasta el final, y bien que hace-. Por último se incorpora el coro, que cada vez adquiere más protagonismo.
Las monjas, que saben sacar partido de cualquier situación, barren para casa: "¡El cielo en quien confiaste ha tenido piedad de ti!"
Con la llegada de Ruiz y un grupo de hombres armados, el Conde pierde los papeles y pronuncia una frase poco coherente: "¡Raptarme a esa mujer! ¡No!" - ¡Pero si era él quien quería raptarla! -. Aunque opone resistencia es desarmado y ante sus criados, en estado de schock, termina reconociendo que ha perdido "la luz de la razón". Manrico y Leonora se marchan juntos, las monjas se retiran dejando en escena al Conde, Ferrando y sus criados. Cae el telón dando por terminado el segundo acto.
Para una grabación limpia de impurezas acudo a la de Giulini de 1984 para DG con Plowright, Domingo y Zancanaro:
También he elegido tres grabaciones históricas.
La primera está realizada en la RAI de Milán en 1957 con Leyla Gencer, Mario del Monaco y Ettore Bastianini:
La segunda , de la que sólo escucharemos del concertante hasta el final, es una grabación realizada en 1930 en La Scala, con Aureliano Pertile, Maria Carena y Apollo Granforte:
La tercera está realizada el año 1969 en Buenos Aires, con Leontyne Price, Carlo Bergonzi y Piero Cappuccilli:
Manrico permanece callado, con palabras de Leonora comienza el concertante: "¿Debo y puedo creerlo? (¡E deggio e posso crederlo?) Te veo al lado mio! ¿Es esto un sueño, un éxtasis o un encanto sobrehumano?... ¿Has bajado del cielo o es que estoy en el cielo contigo?"
A Leonorase une el Conde, aunque todavía por separado, con una frase no exenta de humor y que a mí me parece muy lograda, para que luego se metan con los libretistas: "¡Así que los muertos dejan el reino eterno de la muerte!". Manrico abre la boca por primera vez para contestar al Conde, sigue un intercambio de pareceres entre los dos pretendientes a la mano de Leonora, del dúo pasamos finalmente al trío en el que la doncella permanece en éxtasis: "Sei tu dal ciel disceso o in ciel son'io con te?" -Vedi, que sabe que tiene ahí una frase muy lírica e inspirada, usa y abusará de esa ella hasta el final, y bien que hace-. Por último se incorpora el coro, que cada vez adquiere más protagonismo.
Las monjas, que saben sacar partido de cualquier situación, barren para casa: "¡El cielo en quien confiaste ha tenido piedad de ti!"
Con la llegada de Ruiz y un grupo de hombres armados, el Conde pierde los papeles y pronuncia una frase poco coherente: "¡Raptarme a esa mujer! ¡No!" - ¡Pero si era él quien quería raptarla! -. Aunque opone resistencia es desarmado y ante sus criados, en estado de schock, termina reconociendo que ha perdido "la luz de la razón". Manrico y Leonora se marchan juntos, las monjas se retiran dejando en escena al Conde, Ferrando y sus criados. Cae el telón dando por terminado el segundo acto.
Para una grabación limpia de impurezas acudo a la de Giulini de 1984 para DG con Plowright, Domingo y Zancanaro:
También he elegido tres grabaciones históricas.
La primera está realizada en la RAI de Milán en 1957 con Leyla Gencer, Mario del Monaco y Ettore Bastianini:
La segunda , de la que sólo escucharemos del concertante hasta el final, es una grabación realizada en 1930 en La Scala, con Aureliano Pertile, Maria Carena y Apollo Granforte:
La tercera está realizada el año 1969 en Buenos Aires, con Leontyne Price, Carlo Bergonzi y Piero Cappuccilli:
Hoy va a tocar repasar "Trovatores" ya lo estoy viendo... la primera versión fué el primero de los que yo tuve, y doña Rosalind me encanta, con esa voz tan limpia, el conjunto es espléndido. Y has puesto otra debilidad mía que es Leontyne Price, a la que siempre se le entiende más bien poco lo que dice, pero como lo dice tan bien y con tanto drama en la voz, a mi me apasiona.
ResponderEliminarLa verdad es que todas las que has puesto son de cuadro de honor.
Gracias María Teresa, la verdad es que hay un montón de Trovatores de gran nivel y para todos los gustos. Ahora mismo no sé con cuál me quedaría, al que acudo más veces es al de Karajan de estudio con Callas y Di Stefano, pero también suelo visitar los de la exuberante Price y la Caballé, me gusta mucho su Leonora, si alguna vez tuviera la oportunidad de hacer una pregunta a la soprano podría ser esta: cuál es la razón por la que no grabó Leonora de Il Trovatore ni Desdemona de Otello en estudio.
ResponderEliminarSólo he escuchado la versión que tu llamas acertadamente "limpia de impurezas". He volado. Las históricas, mañana.
ResponderEliminarGracias Maac.