domingo, 9 de octubre de 2011

ARIAS FAVORITAS - Ah! Il suo nome!... Flammen perdonami (Lodoletta)


PREFERIDA SÍ, PERO CUANDO LA CANTA SCOTTO.

El fragmento más conocido de Lodoletta tiene lugar en el tercer acto, cuando Lodoletta encuentra la casa de Flammen en París e imagina la situación que se producirá con el reencuentro (me esperaba, Flammen perdóname, no podía vivr sin ti, tú eres mi amor...), pero lo que imagina la joven nunca tendrá lugar. 

Se trata de "Ah, il suo nome... Flammen perdonami" y es un aria que depende mucho de la interpretación -en la voz de algunas cantantes puede convertirse en una auténtica castaña-, figura en el primer recital-recopilación que grabó Renata Scotto para Sony bajo el título "Italian Opera Arias", en el caso de "Flammen perdonami" estaba acompañada por la London Symphony Orchestra bajo la dirección de Gianandrea Gavazzeni. Dice Scotto en el librito que acompaña el CD que Gavazzeni "es mi maestro preferido. A él debo gran parte de lo que sé. En cierto sentido este disco es un testimonio de nuestra maravillosa colaboración. Estamos ambos convencidos que el cantar bien (cantar bene) tiene exactamente la misma importancia en el verismo que en el bel canto. Frecuentemente la idea que se tiene del verismo es equívoca: es un arte más teatral, no sólo vocal. Si el verismo tiene un impacto dramático más inmediato sobre el público, es porque las emociones son expresadas de forma más directa. Pero eso no es una razón para no cantar canónicamente la música verista". Es la de Scotto mi interpretación preferida del aria y seguramente ella es, más que Mascagni, la culpable -qué manía tengo de buscar culpables- de que sea una de mis arias favoritas:




Lodoletta, que nunca he escuchado completa, es la primera de las últimas cuatro óperas compuestas por Pietro Mascagni, el  libreto fue escrito por Giovacchino Forzano, está basado en una novela de la inglesa Ouida (Marie Louise de la Ramée) titulada Two Little Wooden Shoes. El estreno de la ópera tuvo lugar en el Teatro Costanzi de Roma en 1917, el papel protagonista fue interpretado por la soprano Rosina Storchio.

La ópera se desarrolla en Holanda en 1853. Lodoletta, hija adoptiva de Antonio, cumple dieciseis años. Éste, para comprarle un par de zapatos rojos, presta  una imagen de la Virgen al pintor parisino Flammen, que está en el exilio. Pero Antonio muere poco después, por lo que Flammen se hace cargo de la niña, de la cual está además enamorado. Flammen, que ha obtenido el perdón, puede volver a su patria, abandona a Lodoletta, que, enamorada, le sigue hasta París. Lodoletta, que está observando desde el exterior cómo el pintor está celebrando la fiesta de fin de año, resbala y muere. El pintor, al salir de casa, encontrará el cadáver de la joven con sus zapatos rojos.

3 comentarios:

  1. Maravillosa Scotto, qué final hace con esos hilos de voz tan sobrecogedores. Su credo debería estar presente en la mesilla de cualquier cantante.

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  2. No es sólo el credo sino poder llevarlo a cabo.

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