La ópera es un tipo espectáculo antiguo, tiene ya cuatrocientos años, en un principio se originó entre la nobleza italiana (por un error al intentar recuperar el teatro griego) pero rápidamente adquirió (aunque siempre estuvo financiada por los cortesanos y los príncipes) un carácter popular; en el siglo XIX se vinculó también con la alta burguesía que, junto con los príncipes y los nobles, la financiaba o al menos contribuía a incrementar sus recursos económicos alquilando sus palcos, pero no dejó nunca de ser un entretenimiento de masas como hoy puede serlo el cine.
En cuanto es un espectáculo complejo, siempre tuvo grandes necesidades financieras, había que dotar a cada teatro de su orquesta, su coro y su ballet y además debía tener su equipo de talleres dedicado a su escenografía, vestuario...; esta necesidad de financiación servía al mismo tiempo para que las clases pudientes pudieran hacer ostentación de su riqueza, de ahí que habitualmente se relacionara, aunque fuera por la vía del tópico, a la ópera como un espectáculo de élites o de clase.
Hoy en día la inmensa mayoría de los teatros de ópera, las orquestas, coros, escenografías y personal (maquilladores, peluqueros, utilleros...) están financiados con recursos públicos o mediante el patrocinio o contribución de grandes sociedades privadas por acciones (con la disminución de la asignación presupuestaria de entidades públicas recurrir al mecenazgo se está convirtiendo en la principal alternativa a la crisis financiera de los teatros de ópera actuales), con lo que todo adquiere una perspectiva diferente en relación a lo que ocurría en épocas anteriores, así la ópera se ha convertido, por lo menos en Europa, en un espectáculo público en un doble sentido: tanto por su tipo de financiación como por su destinatario final.
No hay que tener miedo a ir a la ópera. Aunque a algunos pueda parezca extraño todavía hay gente que se acerca al mundo de la ópera con muchos prejuicios, cautelas, miedos o inseguridades, más de una vez me he encontrado con gente que al tener conocimiento de mi pasión por este mundo me han acribillado a preguntas, de lo cual se deduce que para muchos la ópera es una actividad extraña y misteriosa. No debería ser así, por eso he decidido dar una serie de consejos por si alguien se acerca alguna vez al blog curioseando o haciéndose preguntas.
1) ¿Es caro ir a la ópera? Depende, si lo que quieres es estar situado en el patio de butacas o en un sitio privilegiado no cabe duda de que no es un espectáculo barato, porque los recursos necesarios para ponerlo en marcha tampoco lo son, pero todos los teatros disponen de zonas en las que adquirir una localidad es económico o políticas de reducción del precio si se adquieren las entradas poco antes de la función. Pensemos en lo que nos están ofreciendo, al asistir a una ópera no vemos, como en el cine, a un grupo de actores que representaron unas escenas durante unas semanas o meses cuyas imágenes quedaron registradas y organizadas en una película que hoy nos pasan por la sala, sino que ante nuestros ojos tenemos a un conjunto de músicos y cantantes dirigidos por un señor que en ese preciso momento están haciendo posible la representación y detrás de ellos una infraestructura encargada de la peluquería y el maquillaje, la iluminación, el movimientos escénico, la coreografía etc... Y todo eso tiene un coste que con la recaudación en taquillas no queda cubierto.
Los precios de las entradas. Veamos los precios de algunos teatros de ópera españoles para una ópera habitual en el repertorio en un día que no sea de estreno:
Gran Teatre del Liceu - Según la zona hay localidades por 194, 154, 119, 86, 56, 41, 30 y 10,5 €
Teatro Real - Localidades según zona por 172, 152, 107, 76, 54, 29, 19 y 7 €.
Palau de les Arts - Localidades por 135, 119, 95, 76, 38 y 15 €.
Teatro de la Maestranza - Localidades por 96, 92, 82, 74, 64, 60, 50 y 40 €.
Teatro de la Maestranza - Localidades por 96, 92, 82, 74, 64, 60, 50 y 40 €.
Ópera de Oviedo - 145, 140, 105, 95, 85, 55, 45, 40 y 15 €.
Por 7, 10 ó 15 euros, dependiendo del teatro, podemos ir a la ópera, no nos vale la excusa de que es un espectáculo caro, en el Maestranza quizás tendrían que rebajar un poco las localidades más baratas.
2) Las entradas salen a la venta con mucha antelación y cuando decido ir seguramente ya están agotadas. No temas por no poder organizar tu agenda con antelación, no siempre se agotan las localidades y si esto ocurre los teatros siempre reservan un porcentaje para el día de la representación, están obligados por ley.
3) ¿Cómo debe uno vestir cuando va a la ópera? Como lo hace habitualmente, lo verdaderamente importante es ir limpio, en los teatros de ópera dejan entrar a todo el mundo independientemente de cómo va vestido, no hay que cumplir ningún requisito que no haya que cumplir para asistir al cine, al teatro o a un restaurante, evidentemente no se trata de ir en chándal o en chanclas y bañador (aunque de todo he visto). Unos mocasines, unos vaqueros y una camisa pueden valer perfectamente,tanto como un traje y corbata. Si tú no te sientes disfrazado y te encuentras cómodo para mezclarte con todo tipo de gente seguramente es que vas bien vestido.
4) ¿Qué ópera elegir? Dar una respuesta a esta pregunta es difícil. No hay reglas, cada persona es un mundo y reacciona de distinta manera a iguales estímulos, para iniciarse puede valer perfectamente cualquier ópera se programe con frecuencia en los teatros, son las llamadas óperas de repertorio: La Traviata, Don Carlo, Fidelio, Norma, El Elisir de Amor, El Barbero de Sevilla, La Flauta Mágica, Las Bodas de Figaro, Lohengrin, Tristán e Isolda, Lucia di Lammermoor, Werther, La Bohème, Turandot, Salomé, El Caballero de la Rosa... Entre unas y otras hay diferencias que en algunos casos pueden ser abismales, así que sería conveniente ir tanteando antes de elegir recurriendo a la escucha de CDs o el visionado de vídeos y así dar con el estilo más afín a cada cual.Conozco afincionados a la música barroca que nunca asistirían a una ópera de Wagner, y viceversa, y es que la ópera es caleidoscópica, podemos hacer múltiples subdivisiones según su estilo, estructura, época o idioma (opera barroca inicial del "recitar cantando", veneciana, napolitana, tragedia lírica francesa, seria, bufa, reformada, cómica, singspiel, gran ópera, romántica italiana, drama wagneriano, rusa, verista, opereta, zarzuela, comedia musical...), seguro que en su diversidad encuentras la que mejor se adapta a tus gustos, para eso deberás probar. No te contentes si asistes un día y la función no te gusta.
5) ¿Y qué pasa si no entiendo nada? ¿Tengo que prepararme antes? Lo ideal sería conocer la obra antes de asistir, la música se aprecia mejor conforme van sucediéndose las escuchas, así podemos prestar más atención al detalle, pero no es imprescindible. Actualmente todos los teatros de ópera disponen de la tecnología necesaria para ofrecer sobretitulado con objeto de que los espectadores puedan seguir lo que sucede en escena en tiempo real, incluso, como ocurre en el Palau de les Arts, podemos elegir entre varios idiomas disponibles, entre ellos el original.
6) ¿Cuándo aplaudir? Esto es sencillísimo, como dice el refrán "allá donde fueres haz lo que vieres", dejarse llevar por los demás y no anticiparse en cualquier arrebato de pasión que se pueda sentir (la ópera puede provocar las sensaciones más insospechadas) es lo mejor y lo que todos hemos hecho al principio. Con el tiempo ya iremos aprendiendo cuándo se puede o no aplaudir.
Aplaudir al final de los actos o al final del espectaculo es habitual, pero antes de pegar el golpe de manos asegúrate de que la música a acabado totalmente, es algo que incluso aficionados de toda la vida suelen descuidar.
Aplaudir al final de los actos o al final del espectaculo es habitual, pero antes de pegar el golpe de manos asegúrate de que la música a acabado totalmente, es algo que incluso aficionados de toda la vida suelen descuidar.
7) ¿Cómo comportarse en un teatro de ópera? Lo que no se puede nunca hacer durante la representación. Los aficionados a la ópera asistimos para ver la función pero también para escucharla, así que durante la representación nunca hay que hacer comentarios, lanzar exclamaciones cuando nos suena una melodía archifamosa, tararear, quitar el envoltorio a los caramelos, abrir un abanico cuando se tiene calor y ventilarse dándose golpes con él en el pecho, toser desmesuradamente y sin control (hay remedios para que las toses queden mitigadas y siempre podemos, ante un ataque de tos, ausentarnos de la sala), buscar cualquier tipo de objeto en una bolsa de plástico, dejar puesta una alarma en el reloj, el móvil sin silenciar... Se trata de molestar al prójimo lo menos posible para que tenga la sensación de que está solo en la sala.
Todo se resume en lo siguiente: COMPORTARSE CON NATURALIDAD, INTENTAR DISFRUTAR AL MÁXIMO Y DEJAR A LOS DEMÁS QUE TAMBIÉN PUEDAN HACERLO.
Caro Maac,
ResponderEliminarMuito obrigado por este seu texto magnífico!
Eu que sou um apreciador de ópera há muitos anos, estou totalmente de acordo com tudo o que escreveu.
Quando me perguntam qual é a melhor ópera para ver pela primeira vez, digo sempre que é a "Carmen" (curiosamente não está na sua lista). Acho que nunca desilude e quebra o mito que a ópera é um espectáculo antigo e aborrecido!
Aceite um abraço de Portugal e, mais uma vez, Gracias!
Sí, es verdad, Carmen podría estar perfectamente en la lista. Muchas gracias, Fanático_Um.
EliminarHay que lindo post, me a respondido usted una de las preguntas que siempre eh tenido, cómo es que se debe vestir uno, de seguro que tendré en cuenta estos prácticos consejos cuando se cumpla mi sueño de asistir a una ópera.
ResponderEliminarGracias, Fernanda, yo creo que la vestimenta, aunque sé que preocupa a muchos, es lo menos importante.
EliminarPues sí, todo se resume perfectamente en eso. Los que llevamos ya unos años escuchando ópera, aún tenemos que "soportar" por parte de nuestros allegados o conocidos, ciertas preguntas que llegan incluso a ser un poco molestas. Otro tópico que no se ha comentado y que es MUY habitual, es el "sambenito" que nos cae a todos los aficionados, por el cuál, solo nos interesa única y exclusivamente la ópera (a veces, lo que los demás entienden por ópera. Aclaro: NO es Andrea Bocelli ni "Il Divo") y ya si viajamos, directamente estamos locos. Somos muy normales (habrá de todo) y nos gustan las cosas más cotidianas del mundo: la literatura, la música ("clásica" o no), la pintura, viajar (no necesariamente siempre por ver ópera), la gastronomía. En fin, lo habitual.
ResponderEliminarGracias por el post!!
Jajaja, es cierto que a veces te hacen sentir "el raro" cuando en realidad eres una persona normal y corriente con la mayoría de gustos comunes a los demás, pero terminas acostumbrándote y no dándole importancia.
EliminarMe sumo a Fernanda, ¡qué lindo post! Pero creo que en el apartado "comportamiento" debieras haber incluido entre las cosas que molestan al prójimo, el ponerse a llevar el ritmo con la cabeza o dirigir la orquesta :-)
ResponderEliminarMover la cabeza o dirigir la orquesta no molesta tanto en un teatro de ópera, en el que la luz es más bien escasa, como en un auditorio, yo lo suelo tolerar bastante bien, pero claro... es cuestión de grados.
EliminarMuy buenos los consejos para ir preparado y disfrutar de la primera vez que se a ver una ópera.
ResponderEliminarEn casa de mis padres escuchaba ópera desde niña, mi padre tenía una bonita voz de tenorino y cantaba en la iglesia, vio a Mario del Monaco, la Callas, Gigli, Corelli, etc
Mi primera ópera fue Madame Buterfly con Claudia Parada, en su madurez, me había hartado de escuchar el disco de Renata Tebaldi, y me decepcionó.
La segunda Andrea Chenier, con un Plácido Domingo recién llegado a España, nos aprendimos de memoria y disfrutamos muchisimo.
Yo pienso que antes de ir a ver una ópera hay que escuchar, leer el argumento, y en cuanto al vestido ir con la dignidad que requiere el evento y a disfrutar!!
Me alegro que te hayan gustado los consejos. Ya dije antes que el vestido considero que es lo de menos, la dignidad va con las personas no la lleva la ropa.
EliminarPerdoname pero yo siempre he creido que la dignidad forma parte de uno mismo/a no de su vestimenta. Yo voy siempre en vaqueros y me siento mucho mas digno y honrado que otros que he visto con un buen traje.
EliminarPues eso, estamos de acuerdo.
EliminarTotalmente de acuerdo con los "consejos" iniciàtico-operísticos.
ResponderEliminarLamentablemente, gente que lleva muchos años asistiendo al teatro, no debe haber leido el punto 7 de tu magnífico manual. Però enfin, nadie es perfecto.
Parece increible que el punto 7 no se respete por aficionados de toda la vida.
EliminarOtro tópico que se repite es que la ópera es para pijos, y la verdad es que algunos hay, pero realmente hay muchísima gente entendida que la disfruta, escucha atentamente y aplaude cuando toca. Lástima que algún desaprensivo tose con ánimo de destacar sobre todas las notas, juega con el móvil, abre envoltorios de celofán, cuchichea, ronca, trae a sus crías sin educar, llega tarde, bravea en exceso, etc.
ResponderEliminarNo creo necesario llevar la ópera preparada, cuántas veces hemos deisfrutado de espectáculos nuevos para nosotros! Yo llevé a ver a mis iletrados alumnos a Elektra y salieron muy contentos (la mayoría), que repitan es otro cantar, ir a la ópera supone un esfuerzo titánico de dinero y atención..
..para los jóvenes, claro. Y es que lo preocupante del tema es la media de edad, tirando a muy mayorcita. Quién irá dentro de unos años?
EliminarNo es necesariio llevar la ópera preparada, estoy de acuerdo, pero tampoco está de más, al menos mi experiencia me lo indica así, evitas que se te vaya el santo al cielo permitiendo una mayor concentración y apreaciación del detalle.
EliminarRespecto al público por el momento no me parece preocupante, en el cine tampoco el público es muy joven, depende de la película programada.
Yo en les Arts sí he encontrado con público joven, la última vez ocurrió una cosa curiosa, recogiendo entradas para Thaïs me encontré a unos niños, pero niños de verdad, tendrían unos 14 años, pidiendo programas en taquillas, y haciendo preguntas sobre si ya habían salido los programas para la próxima ópera, yo pensé que eran unos chavales que se habían colado por allí curioseando, que estarían jugando por el río y estaban entreteniéndose por las taquillas de les Arts, aunque me llamó la atención la avidez con la que miraban e programa. Tiempo después, cuando estaba dentro de la sala los vi, a los cuatro, sentados en tabuteres de 15 euros, con sus mochilas, se les veía desde lejos como alterados, ilusionados, muy alegres, con ganas. Se lo comenté después a varios amigos que asistieron ese día a la representación, me resultó muy esperanzador.
Magnífico artículo,es para suplemento semanal de periódico.De todo lo comentado me pasa como a Kalamar me preocupa si seguirá existiendo público que acuda al teatro por ejemplo dentro de 15 años.Me parece bien que se intenten hacer puestas en escena rompedoras y reinterpretaciones(aunque puedan ser equivocadas) que puedan generar un atractivo teatral añadidido y incrementar la asistencia.Creo que el público tradicional deberia ser más permisivo en este aspecto.Evidentemente no es obligatorio que lo aplauda pero esa constante actitud reaccionaria a las innovacioes escénicas, a un desnudo,a un vestuario actual, a una simulación de violencia o sexo da una imagen patética a mi entender y no ayuda en nada a crear nuevas aficiones.Otro error en el que caemos a menudo los antiguos aficionados en a sentenciar demasiado y sobrevalorar nuestra opinión personal o lo que me impresionó cuando era joven,guapo y optimista(jiji).Luego reescuchas aquello y te das cuenta que estaba cargado de defectos como los que ahora utilizamos para fulminar al cantante actual que me cae mal.Al final damos un poco la imagen de guetto de entendidos muy poco tolerantes(seguramente yo el primero) si se meten con mi cantante predilecto.Otra cosa bastante habitual es menospreciar la opinión de los recien aficionados.(si sigue aficionado y se equivoca ya se acabará dando cuenta por sí mismo) Me da la impresión que desde fuera y a la vista de todo esto debe dar mucha pereza aficionarse.Por ultimo creo que deberia haber una educación musical efectiva en la ESO y la posibilidad de asistir a los ensayos con ua prepación previa tanto a nivel de argumento como de la música.
ResponderEliminarMuchas gracias, Dandini.
EliminarYo creo que sí existirá público dentro de 15 años y si no lo hay la ópera desaparecerá al igual que desaparecieron otro tipo de espectáculos.
Una iniciativa muy buena ha sido programar óperas en salas de cine, este mes de mayo pasarán la Tetralogía del Met completa, no creo que lo hayan hecho por amor al arte sino para ganar dinero y al parecer lo ganan porque la oferta va a más y parece ser que las salas de cine cada vez están más llenas de aficionados.
En Valencia la ópera no se publicita, no hay dinero, y el teatro no suele estar siempre a tope pero la taquilla va respondiendo.
¿Qué hace que el público vaya a la ópera? Desde luego no lo hace una puesta en escena arriesgada o innovadora sino la programación de óperas famosas, todos las tenemos en mente.
Cuando alguien va a la ópera por primera vez no creo que busque quedarse epatado con una puesta en escena de vanguardia sino que ya lleva una idea preconcebida de lo que va a ver y espera algo tradicional, lo tradicional no es malo si está bien hecho, lo moderno no siempre es bueno si se carece de ideas interesantes, no podemos generalizar, lo importante es que el espectáculo cuadre, que no huela a naftalina y que no pretenda escandalizar a cuatro abuelos, por ejemplo hoy pocos se escandalizarán porque salga Olimpia desnuda en los Cuentos de Hoffmann, lo auténticamente escandaloso es que bajo un halo de modernidad o vanguardia todo parezca gratuito o superfluo.
De lo visto en Les Arts un espectáculo que me pareció casi perfecto fue Salomé, el director de escena, Francisco Negrín, no se plegó completamente al libreto y el escenógrafo realizó un trabajo muy moderno y actual, gustó tanto a los aficionados de toda la vida como a otros que vieron la ópera por primera vez, me consta. Claro que pifiarla en una obra con tanta coherencia dramática como Salome parece imposible y casi tendría que considerarse un delito.
En definitiva, que lo importante para hacer aficionados es que la producción, tradicional, moderna o de vanguardia, sea buena. Si a mí me dan a elegir me quedo con producciones arriesgadas, que tengan algo que decir, que me agiten aunque en algún punto puedan molestarme, lo que no soporto es lo anodino, tradicional o de vanguardia, el Don Giovanni que nos ofreció Jonathan Miller hace unos meses, por ejemplo.
En cuanto a la parte final de tu comentario estoy totalmente de acuerdo, hay por ahí mucho talibán defensor de la ortodoxia del canto o escénica, demasiado.
Pedir que haya educación musical en la ESO es entrar en el terreno de la utopía, sobre todo con los recortes en personal y ratio de alumnos por aula. Sí, claro, el que es listo es listo, qué más dará que sean 20, 30 ó 50 alumnos por clase ¿no? :-) ¡¿Y proferores de apoyo para qué?! Pero venga... qué mal acostumbrados están, para eso ya están los padres y las clases de repaso.
Muy bueno, me encanta la naturalidad con la que abordas el tema. Por mi parte tengo un blog desde Buenos Aires que quiere servir tanto al público local como en el interior de Argentina y nuestros vecinos. En común, el idioma castellano que es hora de que se imponga también en este tema con tantos adeptos hispanoparlantes. Un abrazo de Enrique Sirvén en operadesdehoy.blogspot.com
ResponderEliminarMuchas gracias por tus amables palabras, he visitado el blog, me ha parecido muy interesante, con mucha información sobre representaciones, cursos, actividades...
EliminarSi a uno no le gusta la música y las voces, ya pueden haber puestas en escena impactantes, arriesgadas, provocativas o espectaculares, seguro que no repetirá.
ResponderEliminarYo siempre he pensado que como acto social, la opera debe ser muy aburrida, un verdadero tostón.
A los que nos gusta, y yo no tengo noción desde cuando ocurre eso, nos hemos tragado y nos tragaremos, espectáculos soporiferos a los cuales siempre les encontramos algo. Lo llevamos en la sangre y lo disfrutamos.
Hay algo de innato en la afición a un género con muy poco futuro creativo y a pesar de ello cada año se apuntan nuevos e inquietos adeptos a la causa.
La educación es básica para ayudar y no hemos de esperar que sea una asignatura escolar la que solucione las carencias de lo que los niños no perciben que escuchan sus padres en casa.
Si los hijos ven que los padres leen, posiblemente leerán.
Si los niños asisten desde pequeños a espectáculos musicales, y ahora abundan, es más probable que de mayores, ya no digo adolescentes, acudan un día llamados por la llama que siempre encendida te deja una melodía.
El problema de como comportarse dejará de ser tal problema cuando el nivel cultural de las futuras generaciones se acerque a los mínimos establecidos en otros países, aunque la tendencia de estos es empeorar.
A pesar de todo, soy optimista y pienso en como era el mundo de la opera cuando yo empecé y ahora. No hay color, hemos mejorado muchísimo.
Tienes muchísima razón, lo importante son las voces, pero el público actual no está acostumbrado a las producciones que se ofrecían hace cuarenta años -con excepciones-, protestaría.
EliminarA mí el gusanillo de la ópera no me lo metió nadie, venía de serie, pero sí hubo una profesora de música en el instituto que me orientó a la hora de enfrentarme a una composición de música clásica, seguramente sin ella también estaría aquí en el blog pero algo contribuyó.
El problema de la ópera hoy es como el de la cocina de pasado mañana, del arte en general, las vanguardias intentan explotar todo y de una manera tan rápida que terminan explotándose a sí mismas y parece que no hay salida, nadie sabemos lo que el futuro nos puede deparar, sí sabemos que la ópera por el momento no encuentra su camino, pero de ahí a desaparecer como espectáculo va un trecho, público hay y una ópera no se agota en sí misma de la manera que lo hacen otros espectáculos ¿te imaginas a alguien viendo una película cinco veces en un mes? Pues eso no es lo normal pero en la ópera es bastante frecuente, no hace falta que te lo cuente.
Un blog excelente Maac, enhorabuena. He ido a la ópera unas cuantas veces, pero no me considero una entendida y aquí aprendo muchísimo. A finales de mayo viajo expresamente a Madrid para ir al Tearo Real y ver y escuchar Cyrano de Bergerac :) Saludos a todos aficionado a la Ópera.
ResponderEliminarHola, Alejandra, gracias por visitar el blog, yo también aprendo con él.
ResponderEliminarAy!, ese punto número 7 debería estar enmarcado a las puertas de las salas, repartirse en folletos con la entrada, proyectarse en una pantalla antes de empezar la obra y recordarlo durante la misma en la pantallita de los sobretítulos. Es que no puedo con mis vecinos de abono, no puedo. Y eso que no me corto, les chisto, les pego miradas girando el cuello como la del exorcista, pero nada, ellos a la suya: una vez seguían el ritmo con pataditas en el suelo!!
ResponderEliminarUn día me sacará la policía de la sala, te lo aseguro.
Pues estaremos al tanto, a ver si haces interrumpir la representación. En la primera temporada de Les Arts, no recuerdo qué ópera sería, tenía unas chicas que se sacaron unas coca-colas y unos bocatas en mitad del primer acto, si no lo veo no lo creo.
EliminarYo conozco a uno que se levantó del asiento para decirle a las señoras que estaban delante de mí que se callaran (en el solo de arpa de Lucia de Lammermoor, supongo que ellas pensaron que era un buen momento para comentar alguna sandez), se lo agradecí mucho, pero en silencio.
ResponderEliminarNo había visto el post, me encanta la naturalidad con la que se describe todo (alguien ya te lo ha comentado). Lo que no me puedo creer es lo de ¿5 veces a la misma ópera? ¡¡Que barbaridad!!
Están locos estos romanos
;-)
Es algo que no me explico, cómo es posible que haya gente que aproveche esos momentos en los que la acción se queda como un poco parada y la música es "suave" para hacer comentarios, como si en ese instante lo que suena no tuviera importancia, es algo frecuente.
EliminarAnda que... ya le vale... al tio ese que se levantó, jajaja.
Estoy básicamente de acuerdo con cuanto se comenta al respecto. Solo disiento en un aspecto y el de que aun considerando que "el hábito no hace al monje" y por tanto el acudir a un espectáculo en vivo no debe obligar a acudir "de gala" es evidente desde mi punto de vista, que por respeto no solo a tantas y tantas personas que han efectuado esfuerzos verdaderamente titánicos para presentarnos un espectáculo tan generoso en voces, música, danza, escenografía, composicion, etc etc. no debe de acudirse a determinados espectáculos ( y menos aun a una representacion de ópera, que constituye un compendio de casi todas las Artes ) de una manera estéticamente deplorable. He "visionado", a veces, en el Liceo, espectadores que de por si ellos mismos constituian un espectáculo a la ordinariez, al mal gusto y no se si al mal olfato y es que el intento de "epatér a le bourgois" de ciertos antieruditos a la violeta no tiene límites
ResponderEliminarHola, tengo 19 años y es la primera vez que asisto a la ópera, he conseguido entradas para ver Il trovatore a buen precio y desde un buen punto de visión, me he informado sobre el tema de la ópera y me gustaría saber algún consejillo para poder disfrutarla al 100% ya que es la primera vez que voy a la ópera y desde siempre me ha hecho mucha ilusión, ¿ha sido una buena elección?
ResponderEliminarCon tener ganas e ilusión, que a ti ya veo que no te falta, sobra para poder disfrutar de la ópera. Además, Il trovatore es una elección fantástica y, aunque no es imprescindible, no está de más haberlo escuchado alguna vez con anterioridad y conocer el libreto. Aunque, en Il trovatore, el libreto, para muchos absurdo, es lo de menos, en todo caso siempre es conveniente saber lo que cada cantante está diciendo en un determinado momento, así puedes evitar tener que estar pendiente del subtitulado. Seguro que disfrutarás muchísimo.
EliminarEs mucho más caro ir al Bernabeu que ir al Teatro Real.
ResponderEliminarEs más barato ir al Liceo que al Camp Nou...
Tengo pensado asistir a La Traviata en la Opera de Budapest pero tiene una duracion de casi 3 horas y no tengo tiempo, puedo salirme a mitad de obra sin ningun problema}'
ResponderEliminarSeguro que en alguno de los descansos entre los actos puedes salir.
ResponderEliminarBuenas tardes, quería hacerte una consulta si no tienes inconveniente en ello.
ResponderEliminarResulta que hace tiempo vi en una tienda un vestidazo, largo y muy elegante, en color Borgoña y con cola, como estaba en rebajas y yo para las rebajas soy como un niño para las golosinas, no dude en comprármelo, pero hasta ahora no lo he estrenado porque no se me ha presentado la ocasión, la cuestión es que dentro de poco asistiré a una Ópera en Italia y me gustaría saber si podría ponerme ese vestido o si sería mas adecuado usar algo un poco mas sencillo, ya que tampoco quiero parecer extravagante. Un cordial saludo!!
Es una pregunta más para un estilista que para un aficionado a la ópera, a mí me parece excesivo si no es una ocasión muy especial.
EliminarHola! queria preguntarte, para asistir al teatro Colon en Buenos Aires, como deberia vestir? Soy hombre cabe aclarar, quisiera asistir por primera vez a una opera...
ResponderEliminarCreo que llego tarde, de todos modos ya dije que no soy estilista y poco te puedo ayudar, entre los comentarios verás que hay opiniones para todos los gustos. Lo que me parece más lógico es que vistas con la ropa que usas en tu actividad social cuando quieres ir arreglado. Seguramente te informarán mejor en páginas como http://www.trendenciashombre.com
Eliminar¿A partir de qué edad consideras prudente asistir a la ópera? ¿Crees que una niña de trece años lo pueda disfrutar?
ResponderEliminarYo tengo dos hijas, la mayor tiene 11 años recién cumplidos y todavía no me he atrevido a llevarla a la ópera sí la he llevado a ópera en cine (La traviata, Eugenio Onegin, en la dos se durmió y en las dos había ido por voluntad propia) y ayer estuve en La Italiana en Argel de Rossini, en una brillante, por entretenida y simplática, producción de Els Comediants y me arrepentí de no haberlo hecho, lástima que era la última función programada porque era una ópera, por el montaje, ideal para que le hubiera gustado. Si, como es el caso de mi hija, está acostumbrada a ver óperas en video o por televisión, creo que con trece años es una buena edad. Esta mañana he mostrado a mi hija las fotos de la producción que vi ayer y había que ver las ganas con las que me ha pedido que la lleve un día. Eso sí, siempre he intentado que el ir a la ópera, ya sea en cine o en directo, surja de ella, a la pequeña no me planteo ni llevarla, tiene 9 años, el día que me lo pida la llevaré, pero si no lo hace seguramente no lo haré nunca, ella conoce de sobra lo que es una ópera porque ver óperas por la tele en mi casa es de lo más cotidiano. Saludos.
EliminarAl final no sé si he contestado a lo que me preguntabas.
EliminarEs mi primera vez, has resuelto muchas dudas. Sinceramente tenia mucho miedo, por mi marido al que no le gusta mucho. Pero pienso que si va a la primera le quedaran ganas de repetir. Muchas gracias por tus consejos
ResponderEliminarGracias a ti, espero que sea una buena experiencia y que os anime a repetir.
ResponderEliminarYa me gustaria que el próximo 14 de Junio tengamos una buena "Forza del Destino" con el Sr Mehta pues tengo intenciones de asistir.
ResponderEliminarTambién le agradecería sus comentarios para contraste de pareceres.
Estoy de acuerdo con su opinión de "la italiana en Argel" que fué una divertida y deliciosa ópera con una puesta de escena muy acertada.
Yo también asistiré ese día, y alguno más. Espero plasmar mi opinión en el blog.
EliminarSaludos.
Hola! Muchas gracias por publicar esta entrada en tu blog, es muy útil! Estoy pensanado en regalarle a mi pareja por navidad unas entradas para ir a la ópera en Madrid. Ella no ha ido nunca y yo fue un par de veces, hace ya unos cuantos años, por lo que mis conocimientos del tema son nulos. De las de "repertorio" solo está programada La Traviata, aunque en abril... Antes, y que me haya llamado la atención, he visto que echan Hansel y Gretel en enero-febrero. Sé que no tiene nada que ver una con la otra y que para gustos los colores pero, ¿cuál me recomnedarías? ¿Espero a La Traviata o me atrevo con Hansel Y Gretel?
ResponderEliminarAtrévete con Hansel y Gretel, que es una ópera muy bonita en alemán, y luego la llevas a La traviata, y en dos sesiones podrá comprender lo diferente que pueden ser unas óperas de otras. Conozco casos en los que óperas que no están en el repertorio han gustado más que otras que son de las de toda la vida, lo que tú dices: para gustos los colores, aunque creo que hay más probabilidades de que le guste más La traviata, pero entonces tendrás que esperarte. También hay que tener en cuenta que si ella es amante de la música clásica en general con la de Humperdinck disfrutará mucho. Espero haberte ayudado y muchas gracias por tus palabras.
EliminarLo ideal sería ir a los dos, pero creo que se me va de presupuesto... jejeje. Le seguiré dando vueltas, a ver a cuál vamos. Muchas gracias por tu respuesta!
EliminarEntonces puede que La traviata sea la mejor opción, antes te puedes pasar por Youtube y escuchar las dos, si no lo has hecho ya, quizás así sea más fácil elegir. Saludos, gracias a ti y suerte.
EliminarEscuchar y ver ópera, es sencillamente ,disfrutar
ResponderEliminarGracias por el blog tengo un hijo de 10 anos, me gustaria que como lo que Es la opera,a mi me gusta .a que edad se recomienda llevar por primera vez? Gracias
ResponderEliminarGracias por el blog tengo un hijo de 10 anos, me gustaria que como lo que Es la opera,a mi me gusta .a que edad se recomienda llevar por primera vez? Gracias
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