miércoles, 14 de noviembre de 2012

49ª maac-chorada. A llorar con Aduriz, Vivaldi, Mena y un carpaccio.


Unir gastronomía y música no es nada nuevo, ya en una de las escenas finales de Don Giovanni de Mozart se ofrece una combinación de sonidos y sabores mientras el protagonista se dispone a cenar con una pequeña orquesta que está situada sobre el escenario y ante la mirada deseosa de Leporello; incluso, tiempo atrás, Delalande había compuesto la serie de Sinfonías para las cenas del rey, una música funcional, destinada a amenizar los momentos en los que el Rey Sol se sentaba a la mesa.  Con la llegada del romanticismo la música clásica adquiere sustantividad propia siendo un fin en sí misma y el acercamiento del oyente hacia ella adquiere un carácter espiritual, casi religioso. Nosotros somos herederos de esa tradición romántica y parece que lo  vamos a seguir siendo durante muchos años.

Pues bien, el año pasado el prestigioso cocinero vasco Adoni Luis Aduriz colaboró en un documental titulado Mugaritz BSO en el que se ponía música a 12 platos elegidos por el propio cocinero, después se editaría el disco y un libro de relatos.  Como veis no es nada pretencioso, una especie de Obra de Arte Total, a la manera wagneriana pero sustituyendo  la vertiente escénica por la cinematográfica o documental. ¿Profunda o superficial?

Aunque se pueda imaginar, no pienso dar la respuesta, cada uno que llegue a sus propias conclusiones, tampoco pongo en duda el genio creativo de Aduriz, entre otras razones porque no he tenido el gusto de visitar Mugaritz, si tiene dos estrellas Michelín por algo será. Hecha esta puntualización, voy a limitarme a presentar un plato y una pieza musical. El plato consiste en un carpaccio realizado con sandía. Este fruto, al pasar por el hono, pierde humedad y adquiere la apariencia de una carne, con sus vetitas blancas y todo, algo que en realidad no es. Entonces ¿qué se les ocurre hacer? Asociarlo con la espiritual voz del contratenor Carlos Mena porque, según dicen ellos, si no ves al intérprete en directo, se confunde con la de una mujer, al igual que la sandia se confunde con la carne, y, finalmente, añadir al guiso música de Vivaldi, un compositor que es veneciano, como el carpaccio.

Y el texto que canta el contratenor dice lo siguiente: Eja, Mater, fons amoris, me sentire vim doloris fac, ut tecum lugeam (¡Ea, Madre, fuente de amor!, hazme sentir la fuerza de tu dolor para que llore contigo).¿Que oculta relación unirá el texto de la composición de Vivaldi con el carpaccio vegetal de Aduriz?

¿Con qué os quedáis si os dan a elegir,  con la imagen, el sonido, el gusto imaginado del plato o con toda la concepción gastronómico-musical?


8 comentarios:

  1. Ya sabes que a mi me van los experimentos pero en este caso la sandía resecada me ha dado bastante asquito. Y si confunden un contratenor con una soprano es que..
    me quedo con Vivaldi y su mamá ;)

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    1. Yo también me quedo antes con el territorio que con el mapa.

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  2. Mena canta bien. Lo de la sandía dejémoslo en que queda bonita en el plato y ya está.

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    1. Porque la gastronomía es para probarla ¿no? Difícil de envasar en soportes casi inmateriales.

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  3. Un poco Houllebecque, si :-) Y a pesar del tono "natural" ¿crees que no es pretencioso? Tengo alergia a los cocineros pseudo-filosóficos, y el rollo que quieren sacar aquí de la curiosidad de la sandia (especialmente lo de poner el cuadro al lado de la partitura) es penoso. Lo mejor, el uso del vibráfono. La sal de frutas también me ha parecido una fantasmadilla, y no sonaba bien. O sea que me quedo con la música, con reparos.

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    1. Es algo horrible, José Luis, esa mezcla que hacen. Y hablar de "deconstrucción" referido a la música no sé si me da pena o me produce hilaridad, al igual que la afirmación de que la voz de un contratenor se confunde con la de una mujer. Asociar carpaccio y Vivaldi por su origen veneciano es tan tonto como asociar salchicha y Wagner o Falla y tortilla de patatas. Lo de la sandía transformada en carpaccio de carne me parece divertido, pero no hay por qué sacar nada más de ahí. Y si quieren acompañar o relacionar el plato con una música, que se fijen en lo que dice el texto, si es que lo lleva, que eso también tiene su importancia.

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  4. SENSUAL, ELEMENTAL, Y SOFISTICADO,... Maac, me quedo con la sandía, con Mena, con la percusión, con la idea, con TODO...

    par de besos Maac

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    1. Me alegro, Pilar. Por fin a alguien le gusta todo. A mí la verdad es que en este caso no.

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