sábado, 23 de marzo de 2013

La Flauta Mágica (V) - Cuando menos te lo esperas salta la liebre.


Nunca olvidaré lo pedante que nos puede parecer quien intenta decir el nombre de la ópera en alemán cuando no tiene NPI. Hace poquito más de un año un tipo me soltó: "La primera ópera que vi fue La flauta mágica" y seguidamente, no sé exactamente a cuento de qué, añadió: "Di Magicalische flöte" o algo parecido, puestos a ser pedantes lo mejor es tener un mínimo conocimiento en la materia, de lo contrario es mejor callar, a no ser que quieras hacer el ridículo; no me molesté ni en corregirle, entre otras cosas porque no creo que me lo hubiera agradecido. En mi caso La flauta mágica no fue la primera ópera, pero sí una de las primeras que conocí a través de dos grabaciones  comerciales, la pimera era una selección de fragmentos de la dirigida por Solti y, la segunda era ya la ópera completa en discos compactos  dirigida por Klemperer. Pronto se convirtió en una de mis óperas de cabecera, como entonces tampoco tenía tantas la quemé de tanto escucharla y terminé dejándola de lado de puro cansancio. Pasó el tiempo y sólo me dedicaba a escuchar los fragmentos que más me iban interesando  pero pocas veces se me ocurría escucharla de un tirón, así que la idea que de la ópera tenía se fue distorsionando con el correr de los años, de vez en cuando sí que acudía a unos DVDs que tenía de distintas versiones pero tampoco solía escucharla al completo. Hace poco la vi en el cine en retransmisión desde el Festival de Salzburgo y ahora la han programado en el Palau de les Arts, estas circunstancias me hicieron volver a ella y prestar atención a algunos momentos a los que apenas otorgaba valor, sobre todo números de conjunto, como el terceto previo a "O Isis und Osiris" de Sarastro, el coro final o La Escena  de los Hombres Armados... Esta es la grandeza de las obras maestras, siempre tienen algo por descubrir, y cuando llega ese descubrimiento que hasta entonces había permanecido olvidado u oculto -culpa nuestra, evidentemente- la satisfacción es doble.

La Escena de los Hombres Armados tiene lugar en el segundo acto de la ópera, tras un cambio de escena, después de que los tres muchachos se den cuenta de que Pamina se encuentra en una situación desesperada, dispuesta a darse muerte con el puñal que le ha dado su madre para matar a Sarastro. y la convencen para que desista de su empeño.

En un lugar desolado, presidido por dos grandes montañas; una con una cascada de agua; la otra con fuego, aparecen dos hombres con armaduras negras que conducen a Tamino al lugar en el que va a tener lugar la prueba del agua y del fuego. Estos dos hombres cantan una adaptación de un coral luterano integrado en un fugato, es uno de los momentos más solemnes e imponentes de la ópera. Tamino se arma de valor para enfrentarse a la prueba y los hombres armados abren la puerta. Entonces se escucha la voz de Pamina que aparece, ella, que no teme ni a la noche ni a la muerte, también será digna de atravesar el camino de la iniciación.

El dúo de los hombres, que había pasado a ser trío con las intervenciones de Tamino, se convierte, con la irrupción de Pamina,en un cuarteto, pero antes, con una frase alto vuelo lírico, "Tamino mein! O welch ein Glück" (¡Tamino mío! ¡Oh qué felicidad!) se introduce el dúo de los enamorados que culmina en una gloriosa frase que introduce el citado cuarteto, "Wir wandeln durch des Tones Macht froh durch des Todes düstre Nacht" (¡Alegres atravesamos, gracias al poder de la música, la sombría noche de la muerte!) .
Tamino y Pamina se dirigen hacia la montaña que arroja fuego. Atraviesan las llamas ente los rugidos del viento. Tamino toca la flauta mágica que había tallado el padre de Tamina con la madera de una milenaria encina. La pareja, tras un pequeño dúo, se dirige hacia la montaña de la cascada de agua, la atraviesan y aparece la entrada de un templo iluminado, las pruebas han sido superadas. La escena finaliza con la intervención de un coro triunfal que da a la pareja la bienvenida al luminoso templo.

He elegido la grabación procedente del Festival de Salzburgo de 2006 dirigda por Riccardo Muti en lo musical y Pierre Audi en lo escénico, en la que particpaban René Pape (Sarastro), Diana Damrau (Reina de la Noche), Genia Kühmeier (Pamina), Paul Groves (Tamino) y Christian Gerhaher (Papageno. La escena de los hombres armados está cortada, continúa en el segundo vídeo y le sigue la del intento de suicidio de Papageno. su dúo con Papagena y el fallido ataque de la Reina de la Noche al templo de Sarastro.


Stefan Kunze en su libro "Las óperas de Mozart" se detiene especialmente en esta escena de los Hombres Armados y señala que esta música no hubiera podido tener lugar si Mozart no hubiera conocido y estudiado la música de Bach pero que "no se trata de un arcaismo, ni de una copia de estilo, ni un accesorio histórico, ni tiene nada que ver con las tendencias historicistas del principio del siglo XIX", tampoco se trata, según Kunze, de música litúrgica., la adaptación del coral que tiene lugar es extraña y enigmática, situándose fuera de la música vigente en la época, con lo que el acontecimiento que está teniendo lugar en ese momento adquiere un carácter universal que se distancia del tiempo y también del espacio en el que se desenvuelve la acción.

En la adaptación cinematográfica realizada por Ingmar Bergman para la televisión sueca en 1975 se realizaron algunos cambios sustanciales, no ya porque la ópera se convierta en una fábula que nos llega a través de los inocentes ojos de una niña que está asistiendo a una representación, sino porque, además de que está cantada en sueco y de que Sarastro es convertido en padre de Pamina, el orden de sucesión de las escenas es alterado, se anticipa el encuentro final entre Papageno-Papagena a la escena de los hombres armados y en medio se coloca un coro, Sarastro, a través de un emisario, entrega la flauta a Pamina y le permite acompañar a Tamino en su camino :





8 comentarios:

  1. Tradicionalmente los días de SS, parecen estar hechos para las Pasiones JSB, pero desde que leí tu primera entrada sobre la Flauta, decidí reservarla para estos días junto a tus personalísimos comentarios.

    Gracias Maac.

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    1. Precisamente ayer estaba pensando que el principio de esta escena de los hombres armados tiene mucho en común con las Pasiones de JSB. Mi ego está encantado con que mis comentarios te parezcan personalísimos.

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  2. Si tuviera pastarrufa, yo me iría Baden-baden escuchar la Flauta de la Filarmónica:
    http://www.youtube.com/watch?v=Q_xF8ujj7ko


    Menos mal que tenemos los posts maaquianos para disfrutarla de una forma diferente, qué buena tanda!

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    1. Sí, no habría más remedio porque en Madrid, que estaba prevista la misma producción y con la misma orquesta y director para este mismo verano, no va a ser posible por culpa de los dichosos recortes.
      No sabes lo que me gusta que me digas que el acercamiento que hago desde el blog es diferente porque, bueno o malo, es justo lo que pretendo.
      Saludos.

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  3. Ya no sé por donde anda mi flauta mágica, que creo que era la de Klemperer, pero entonces no me fijaba mucho en esas cosas. Lo que no olvido es que, desde la primera vez, el duo de los man-in-armor (perdona, pero es que yo casi pienso en inglés :-) ; que así venía en el disco, fue lo que me gustó más y me intrigó muchísimo que Mozart compusiera una cosa así, tan bachiana. Me siguen pareciendo unos de los minutos más sensacionales de la historia de la música, supongo que es la magia del contrapunto. Ahora veo que, además, tienen un gran sentido dramático. Vi la película, creo que en un cine que ya no existe que se llamaba Savoy, y naturalmente me pareció fantástica. Ahora seguro que le ponía pegas, que pena.

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    1. En casa me estaban preguntando hace un momento que de qué me reía y es que estaba leyendo tu comentario; como ahora, afortunadamente, te puedo poner cara porque has dejado de ser un burrito virtual (y figurado, poor supuesto) aún me hace más gracia.
      Yo, con mi obsesión vocal, tardé en darme cuenta de la existencia de esta exquisitez; pero, como dicen, nunca es tarde...

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  4. Josep Olivé

    Vía el post que dedica a la Misa en Si menor la ancha casa de JL llego aquí y va y resulta que llevas ya varios capítulos hablando de una de mis obras absolutamente imprescindibles para ir por la vida. Y no solo por su música, sino por toda su carga simbòlica y su enorme capacidad de generar pàginas y pàginas de estudios y análisis, tanto musicológicos como dramatúrgicos. Me paso de vez en cuando por aqui en tu más que excelente blog, sobre todo en dias previos a viajes a Les Arts, pero entre el trabajo, la asistencia a conciertos/òperas, IFL y JL ya quedo exhausto. Pero esta serie de capítulos de la Flauta no me los voy a perder. Te lo aseguro. A imprimir y estudiar! Y tengo toda la ss por delante! Y visita programada a Les Arts para precisamente La Flauta!

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    1. Hola Josep, tanto como para impimir... con lo que hay escito, como tú bien dices. Ahoa mismo no sé si habrá más post en esta serie, suelo impovisar sobre la marcha. A ver si un día podemos conocernos y coincidir en Les Arts.

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