... para recibir por primera vez a Renata Scotto como protagonista absoluta de una entrada, una de las más grandes sopranos en el repertorio italiano durante la segunda mitad del siglo XX, prácticamente no necesita presentación. No tenía ni la voz de Tebaldi, Caballé o Freni, más bien lo contrario, en determinados momentos su timbre podia llegar a ser muy ingrato -estoy pensando en la famosa grabación de Gilda con Kubelik-. Y ahora es cuando viene el pero:
Peeeeeeeero qué línea de canto, qué fraseo, qué buen gusto, no hay momento al que no le pueda sacar punta. En definitiva, qué interpretación y qué técnica. Podría haberse quedado en un sucedáneo de la Callas, con la que tiene muchos puntos de conexión, pero no, ella supo abrirse su propio hueco. Bien mirado es de las pocas sopranos que no sale mal parada al compararse con la griega en relación a la interpretación de la psicología de los personajes que abordaba.
La vamos a escuchar en el final de La Sonnambula: "Oh! Se una volta sola rivederlo io potessi... Ah! Non credea mirarti... Ah! non giunge..." , en la desnudez del acompamiento al piano podemos gozar mejor de sus cualidades:
Y de propina, un "O mio babbino caro" modélico.
Dedicado a kenderina,
para que luego no se meta conmigo porque pongo demasiado Wagner.
para que luego no se meta conmigo porque pongo demasiado Wagner.
...de Gala, con collar de perlas. que delicia la Scotto, quizás no fué la mejor, pero entendía la música y a sus personajes como las mejores, "El talento no está sólo en la voz, muchas veces la voz en un impedimento para el verdadero talento" (Valencia, 29/10/99)
ResponderEliminarsigo disfrutando y aprendiendo
Gracias.
Alfredo
La Scotto es un ejemplo de cómo la inteligencia musical se impone a las limitaciones de una voz que fue desgarrándose. En esa grabación de la Sonnambula-cómo está dicho el recitativo- suena muy joven, corrígeme si me equivoco. Y es una pena que ya haya sonidos que chirrían.
ResponderEliminarSí, bastante joven, aunque artísticamente no tanto si tenemos en cuenta que debutó a los 18 años.
ResponderEliminarYa lo he comentado alguna vez. En el libro de entrevistas de Alfredo Kraus con Francis Lacombrade el tenor dice que su profesor de canto le destrozó la voz y si no llega a ser por Mercedes Llopart no se recupera, así que podemos decir que partía prácticamente de una voz rota en origen. Además es que ella misma lo cuenta en varias entrevistas, he encontrado una de ellas:
" «Yo debuté muy joven, demasiado. Tenía sólo 18 años e hice el papel de Violeta de «La Traviata». Entonces no lo sabía, estaba encantada, pero debutar con esa edad fue una locura increíble para mi voz, si hubiera sabido lo que hoy sé, hubiese estrangulado a mi profesor. Yo cantaba y cantaba sin parar. Era feliz, pero a los dos años de debutar, conocí a Alfredo Kraus, él me escuchó y me dijo: «cantas sin técnica y tu voz está en peligro, mañana vienes conmigo que te voy a presentar a una persona, y me llevó a conocer a la profesora Mercedes Llopart»».
Seis meses sin cantar
Durante seis meses Renata Scotto dejó de cantar y se dedicó sólo a estudiar y a aprender técnica vocal. «Aquello fue como la aparición de San Antonio, un milagro. De no haber hecho esto a los tres años habría perdido la voz. Alfredo Kraus fue mi gran salvador y se convirtió en un hermano para mí».
Se me olvidó decir el año, las grabaciones pertenecen a un recital en Moscú el año 1964.
ResponderEliminarGracias por una información tan interesante, maac.
ResponderEliminarBrava Renata!!!
ResponderEliminarImprescindible para fans: el DVD de Francesca da Rimini de Zandonai que salió hace unos meses. La ópera no es gran cosa pero ella da un auténtico recital. Si os gusta la Scotto, no os lo perdais.
Papagena, no recomiendes esa ópera a los amigos que los vas a perder :P
ResponderEliminarTengo la versión grabada de una vez que la echaron en Canal Clásico, y la digestión me duró días. Que recuerde, porque no la he vuelto a escuchar, sólo me gustó un dúo de Frascesca con el personaje que canta MacNeil, que por entonces ya estaba muy gastado.
Jajajaja cómo eres :-P
ResponderEliminarYa advertí que es bastante ladrillo, pero si eres superfan de la Scotto lo gozas. Yo lo compré por Placi y lo que descubrí es una sobredosis antológica de doña Renata. Y MacNeil, aunque gastado, sigue siendo MacNeil, e impone.
Yo la tengo en CD por Olivero y Del Monaco y tampoco es una ópera que me entusiasme.
ResponderEliminarEse DVD lo tengo yo. Aparte de que la ópera es un ladrillazo, Scotto y McNeil están viejunos a más no poder, da penita escucharlos. El único que se salva es Domingo.
ResponderEliminarPerdona bonito pero si hay algo que no da penita en esa ópera (aparte de Placi, por supuesto) es la Scotto. Y MacNeil nunca la dió. Tú si que estás hecho un buen viejuno :-P
ResponderEliminarMacNeil da mucha pena en todos los DVDs en los que aparece porque para entonces ya no era ni una sombra de lo que fue. Sus grabaciones anteriores sí valen la pena, pero en su Rigoletto, Traviata o Tosca en DVD ya no queda más que el nombre.
ResponderEliminargran maestra:
ResponderEliminarLa gran scotto esta a la altura de todas las grandes de su tiempo.