domingo, 5 de octubre de 2008

A casinha pequenina



El pasado mes julio se incorporó un nuevo pesar en nuestras vidas, pronto hará tres meses y no veo la forma de poder evitar que cada vez que os recordemos a los dos juntos, una mano estruje nuestros corazones. Sé que esto no lo vais a leer vosotros y sé que si lo hicierais pensaríais que somos unos egoístas, y es cierto, han sido tantos, y tan gratos, los momentos que hemos compartido con vosotros dos. Ahora es como si el alma se escindiera, al recordaros, en dos partes; y es muy triste pensar que nunca más os volveremos a ver juntos.
¿Recodáis aquél día en el campo que, mientras que estabais tumbados en la hierba, salí a dar un paseo, me acerqué a la cascada de un paraje que llaman El Salto de la Novia y resbalé en una piedra pulida por el agua y el moho? Volví con los vaqueros y las zapatillas empapados, recuerdo como al andar iban saliendo pequeñas bambollitas entre las costuras y los cordones de éstas. Ni corto ni perezoso me quité los pantalones para que se secaran -no se secaron, el sol ya estaba cayendo- y me tumbé en la hierba en calzoncillos, ante el asombro de los que estaban por los alrededores. ¡Lo que nos reímos! Parecíamos unos niños.
Estáis tontos, que lo sepáis. Estoy convencido de ello.
Pareja, no voy a decir que os echamos de menos porque nos vemos con cierta frecuencia, pero ya no os vemos juntos. Aún mantengo la esperanza. Creo que soy el único. Esta noche he escuchado la siguiente canción y no pude evitar acordarme de vosotros.



Tu não te lembras da casinha pequenina
Onde o nosso amor nasceu, ai ?
Tu não te lembras da casinha pequenina
Onde o nosso amor nasceu ?
Tinha um coqueiro do lado
Que coitado de saudade.
Já morreu.
Tu não te lembras das juras, oh, perjuras
Que fizeste com fervor, ai ?
Tu não te lembras das juras, oh perjuras
Que fizeste com fervor ?
Daquele beijo demorado
Prolongado que selou
O nosso amor.
Não te lembras, ó morena da pequena
Casinha onde te vi, ai ?
Não te lembras, ó morena, da pequena
Casinha onde te vi ?
Daquela enorme mangueira
Altaneira onde cantava
O bem-te-vi.
Não te lembras do cantar, do trinar
Do mimoso rouxinol, ai ?
Não te lembras do cantar, do trinar
Do mimoso rouxinol ?
Que contente assim cantava
Anunciava o nascer
Do flâmeo sol.


La versión del compositor, Sílvio Caldas (1908-1998):


1 comentario:

  1. Muchas gracias, Migue. Algunas palabras, son como el olor a pan recién hecho, no castillos en el aire.

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