"Isolda penetra precipitadamente, casi sin aliento. Tristán, sin poder dominarse, va a su encuentro, tambaleándose. Encuéntranse en el medio de la escena. Isolda lo recibe en sus brazos." Tristán se desploma "en los brazos de Isolda y cae lentamente a tierra muriendo con los ojos fijos en ella", su última palabra: "¡Isolda!"
Isolda, poco después cae desfallecida ante el cadáver de Tristán y no lo abandona en toda la escena tercera. Durante la misma, a pesar de las muertes de Melot y Kurwenal, del perdón de Marke y de los intentos de Brangäne por reanimarla, permanece inconsciente, "extraña a todo cuanto le rodea, y fija sus ojos en Tristán", transfigurada, sólo la escuchamos pronunciar su último adiós: "¡Cuán tierna y serena es su sonrisa! Sus ojos se entreabren con ternura... Si tan sólo escucho esta melodía que de él emana y en mí penetra tan maravillosa y queda, que reclama goce, todo lo dice y benigna reconcilia, que vibra y escucho a mi alrededor con su dulce son. Supremo placer... ahogarse... sumergirse... inconsciente en el ondulante torrente, en el eco sonoro, en el aliento exhalado por el Universo!", para finalmente caer "suavemente en los brazos de Brangäne y después sobre el cadáver de Tristán."
Seguidamente escuchamos la composición para piano de Liszt: "Isoldens Liebestod - Schluss-Szene Aus Tristan Und Isolde S447", realizada en 1867, como su nombre indica está basada en la muerte de amor de Isolda con la que concluye la escena final de Tristán e Isolda de Wagner:
Seguidamente escuchamos la composición para piano de Liszt: "Isoldens Liebestod - Schluss-Szene Aus Tristan Und Isolde S447", realizada en 1867, como su nombre indica está basada en la muerte de amor de Isolda con la que concluye la escena final de Tristán e Isolda de Wagner:
Franz Liszt (1811-1886) realizó más de doscientas paráfrasis y transcripciones de otros compositores para piano, muchas de ellas de ópera: Oberon, Freischutz, Don Giovanni, Ernani, Simon Boccanegra, Il Trovatore, Rigoletto, Aida, Don Carlos, Eugene Onegin, Russlan y Ludmila, Almira, Benvenuto Cellini, Faust, Lucia di Lammermoor, Lucrezia Borgia, La Sonnambula, I Puritani, Guillermo Tell, Les Huguenots, L'Africaine, La Muette de Portici, Norma, Rienzi, Tannhäuser, Lohengrin, Maestros Cantores, Tristán e Isolda...
Os recomiendo un artículo de Alberto Joya aparecido en Mundoclásico sobre las transcripciones para piano (Enlace PRIMERA PARTE, enlace SEGUNDA PARTE) en el que podemos leer lo siguiente:
Sin duda, Liszt sintió siempre gran simpatía y admiración por Richard Wagner y por lógica llevó al piano muchas de las páginas de óperas wagnerianas, esto significó una gran difusión para la obra del compositor que a través de Liszt, se dio a conocer no sólo en el marco del teatro con la puesta e escena de una obra suya, sino en el salón de concierto por mediación de las versiones que hacía Liszt de sus obras, eran tiempos en que no se contaba con las grabaciones discográficas, para oír una ópera o cualquier obra musical era imprescindible asistir al lugar donde se interpretaba, el montaje de una ópera wagneriana no era fácil y ya sabemos todos los contratiempos con que tropezó este gran compositor, teniendo por otra parte, posibilidad de que su música corriera por salas de conciertos en versiones pianísticas realizadas nada menos que por una de las figuras más célebres del período musical romántico.
Era evidente, que en esos tiempos los compositores no desaprobaban las versiones para piano de sus obras originalmente escritas para otro formato. La tendencia actual en materia de transcripciones es mucho más conservadora y habitualmente no se considera correcto que un adaptador interpole sus propias ideas, como Liszt lo hacia frecuentemente. Se considera al transcriptor como al traductor de un libro, cuya obligación es reproducirlo con tanta exactitud como lo permitan los giros idiomáticos del lenguaje al cual se vierte la obra.
Magnífica música, me ha impresionado la foto de los dos esqueletos abrazados.
ResponderEliminarLos esqueletos son del período neolítico y aparecieron así en Mantua. Parece que no murieron así sino que los colocaron con posterioridad. Lo curioso es que estaban enterrados a menos de 50 kilómetros de Verona, la ciudad de Romeo y Julieta.
ResponderEliminarDe puntillas, el espejismo de Isolda atraviesa la madrugada. Acalló su voz hasta que pasen los huracanes de Ifigenie y Messiah para contemplarla.
ResponderEliminarMe gusta mucho esta transcripción, no se limita a repetir la melodía al piano sino que añade efectos para captar la emoción de la versión operística.
ResponderEliminarPues estoy de acuerdo contigo Titus, es una transcripción estupenda. El acompañamiento está muy bien resuelto y le da al piano ese algo más; sientes por momentos como si fuera más que un único, un solo instrumento.
ResponderEliminarEsta obra me conmueve cada vez que la escucho, qué cosas. Debió de ser una experiencia única tener como padre a Listz y por marido a Wagner, la pobre Cósima debió pasarse toda su vida en "el reclinatorio" ja ja ja.
La estoy reescuchando y con que elegancia trata el motivo, qué intensidad consigue...
Gracie mille Maac!
Y por amigo a Hitler, ahí metió la pata doña Cosima.
ResponderEliminarGracias Maac, una vez más, por hacernos disfrutar.
ResponderEliminarGracias a ti, Nibelungo, por la molestia que te has tomado en dejar un comentario. Es lo que pretendo: mostrar lo que me gusta y que disfrutéis.
ResponderEliminar