viernes, 13 de marzo de 2009

Cambiando de idioma (3) - El lucero vespertino


Uno de los momentos de más lirismo de Tannhäuser, ópera que, por razones más prosaicas que aquí, está muy presente en los medios de comunicación españoles estos días, es aquel en el que Wolfram entona su Canción al lucero vespertino, "O du mein Holder Abenstern". Es un momento nocturno en el que el trovador, secretamente enamorado de Elisabeth, presiente que ésta pronto morirá, la música es muy bella pero el texto, sin ser deplorable, no da mucho de sí, viene a manifestar el deseo de que cuando la joven ascienda a los cielos sea saludada por el lucero vespertino o lucero del alba, que paradójicamente es el planeta venus, la primera "estrella" que se ve al anochecer o al amanecer, dependiendo de la época del año. La escucharemos primero en alemán por Fischer-Dieskau y después en italiano por tres barítonos de la vieja escuela:

Dietrich Fischer-Dieskau:



Mattia Battistini



Apollo Granforte



Riccardo Stracciari




Otro día haremos lo mismo con la plegaria de Elisabeth.


3 comentarios:

  1. La versión de Fischer-Dieskau es bellísima, emocionante, clara y cantada con una gran sensibilidad.

    Los otros tres...ese estilo de canto a mi me parece muy desfasado, no me llega nada, a pesar de ser en italiano.

    La escuché cantada en el último Tannhäuser Barcelona por Bo Skhovus, no se lució todo lo que podía pero...es una canción tan dulce!

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  2. Es verdad que el canto suena muy anticuado, pero es que lo es. Hubo un tiempo, y no está tan lejano, en que en Italia Wagner se cantaba así, hoy nos suena rarísimo, sobre todo al lado de las sutilezas de Fischer-Dieskau, que aquí está espléndido y se ve beneficiado por un mejor sonido orquestal. No era mi intención hacer una comparación entre las versiones sino mostrar cómo sonaba cuando se cantaba en italiano. Aún así la versión de Granforte, con todo lo friki que es, me parece muy hermosa, tanto tímbricamente como por la manera en que el barítono va deslizándose por el aria.

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  3. Sólo he escuchado la versión ya conocida y, para mí inmejorable, de Fischer-Dieskau. Es una melodía bellísima que a veces banalizan los llamados creativos publicitarios -si por lo menos informaran de qué es y quién lo compuso...- Aquí la llamamos de un modo muy breve: Cançó de l'Estrella.
    Llevas razón en lo Ludwig. hay que digerirlo con tranquilidad y educar y adecuar el oído,
    Buen finde, maac.

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