Parece que por fin el frío va quedando atrás, el sol luce más alto, tenemos más horas de luz, la primavera comienza a empujar tímidamente en los árboles. ¡Hay que celebrarlo! Y lo voy a hacer con una pieza que me apasiona por su alegría y jovialidad, por la mezcla de lo popular con el más puro clasicismo musical. Se trata del tercer movimiento del Quinteto para guitarra y cuerda en re mayor, G. 448, encargado por el barcelonés Borja de Riquer y Ros, quinto Marqués de Benavent en 1798. El marqués era muy aficionado a tocar la guitarra. y lo encargó, junto con otras composiciones, para tocar personalmente la parte de este instrumento. Este tercer movimiento no fue compuesto ex profeso para la ocasión, sino que se trata de una reutilización del Grave y Fandango del Quinteto con dos violonchelos de 1788 (G. 341), en realidad los tres movimientos del quinteto son autopréstamos -los dos primeros movimientos, Pastorale y Allegro maestoso, proceden el Quinteto opus 10 número 6, compuesto en 1771-. Lo escuchamos en la grabación de Le Concert des Nations (guitarra, 2 violines, violonchelo y castañuelas) bajo la dirección de Jordi Savall.
Inmediatamente viene a nuestra memoria otros Fandangos, como los que compusieron para el clave Domenico Scarlatti (1685-1757) o Antonio Soler en (1729-1783), podemos escuchar el de Soler interpretado al clave por Scott Ross:
Pues no tiene color el primer fandango, me quedo con él. Me parece muchísimo más elegante y más original, sobre todo ese despegue fantástico desde la gravedad del chelo hacía la alegría de las castañuelas -es primaveral del todo- cómo me gusta su sonido y qué frescura la da a la composición.
ResponderEliminarGracie mille Maac y buenfinde!