“Se alaba a las actrices que cantan una lección de Viernes Santo o un motete para voz sola el día de Pascua tras una cortina que descorren de vez en cuando para sonreír a los oyentes y a sus amigos. La gente acude a escucharlas a algún determinado convento y, en su honor, se paga por una silla de la iglesia el precio que se entregaría en la puerta de la Ópera”.
Comparación entre la música italiana y la francesa.
Jean-Laurent Le Cerf de La Viéville (1677-1748).
Jean-Laurent Le Cerf de La Viéville (1677-1748).
A partir del reinado de de Luis XIV, el Rey Sol, los ciudadanos acudían a los conventos como quien hoy va a un concierto para escuchar las Lecciones de Tinieblas, si conocéis la música que Marc-Antoine Charpentier (1643-1704) compuso para el Oficio de Tinieblas no os resultará extraño.
Las "Leçons de Ténèbres" se cantaban por la tarde dentro de los actos litúrgicos del Miércoles, Jueves y Viernes Santos (hasta el s. XIV tenían lugar en los maitines del Jueves, Viernes y Sábados Santos, una hora bastante intempestiva) . El Oficio de Tinieblas se compone de tres nocturnos. Cada nocturno se divide en dos partes: tres salmos y tres lecturas (leçons) con su responsorio. En un candelabro triangular eran colocados quince cirios (los 11 apóstoles -Judas no cuenta aquí-, las tres marías y la Virgen) que se iban apagando conforme avanzaba el oficio hasta que quedaba uno que se ocultaba detrás del altar, al final se interpretaba un Miserere, como en la capilla pontificia romana.
El texto empleado en las "Leçons de Ténèbres" pertenece a las Lamentaciones de Jeremías un libro del Antiguo Testamento que consta de cinco poemas de lamentación por la destrucción de Jerusalén tras haber caído en manos de Nabucodonosor II en 587 a. C y el sufrimiento del pueblo hebreo desterrado, al que se exhorta a arrepentirse. Al final de cada Lamentación se repetía el mismo verso: "Jerusalem converterm ad Dominum Deum tuum" (Jerusalem, conviertete al Seños tu Dios) . Una música muy hermosa con un canto para voz solista plagado de delicadas ornamentaciones y con la presencia de un coro que recuerda al gregoriano, lirismo en estado puro, todo muy francés.
Y ya que Charpentier ha visitado el blog, y que estos días hemos escuchado algunos Stabat Mater, no resisto la tentación de subir su "Stabat mater pour des religieuses" compuesto para el convento Port-Royal de París, lleno de espiritualidad y sencillez está muy lejos del patetismo italiano. La interpretación pertenece a Le Concert des Nations y dirección de Jordi Savall.
Maac:
ResponderEliminarHe seguido con menos atención de la deseada tu "master" de "Stabat Mater". Podría escuchar todos los Stabat y similares del mundo y siempre permanecería fiel a Pergolesi en primer lugar y a Vivaldi en segundo. Todos los demás, para mí, empalidecen ante los citados.
No obstante, agradezco y valoro, una vez más, el interesante trabajo que has realizado.
Glòria, la representación de los Stabat Mater que he puesto estos días, en relación a la cantidad que hay, es minúscula. No te cierres las puertas. Las sinfonías de Haydn, Mozart y Beethoven pueden existir sin que nos planteemos cuál es la mejor de todas, con los Stabat Mater debería ocurrir lo mismo, es obvio que cada uno tiene sus preferencias y su sensibilidad, ensalzar unos a costa de menospreciar otros no me parece muy correcto. Escucha a Charpentier y olvida por un momento a Pergolesi, que cuando aquél murió éste todavía no había nacido.
ResponderEliminarMe he dejado unos cuantos para el año que viene: Scarlatti, Bononcini, Poulenc, Szymanowski, Palestrina, Dvorak, Rossini...
Además del goce estético que nos proporciona esta música hay algo en lo que he querido hacer incapié estos días, la diferente forma de acercarse a un mismo hecho religioso: desde la realista, haciendo incapié en el drama personal que roza lo operístico, hasta la más espiritual.
Maac,
ResponderEliminarLlevas toda la razón. La precipitación pudo hacerme parecer despectiva con tantos otros maravillosos Stabat Mater así como con tantos otros compositores de cualquier música que nos diga algo.
Es cierto que cuando escuchamos a uno, escuchamos a uno. A veces es inevitable pensar en los referentes que se tienen pero cada artista debe ser valorado por su propia voz.
Así que, Maac: Touchée.
Glòria, la capacidad para rectificar es una manifestación de la inteligencia.
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