martes, 14 de abril de 2009

Las incertidumbres de Les Arts


Mientras en estos días se está ofreciendo la última ópera de la temporada del Palau de les Arts la programación de próxima es una incertidumbre, no sólo el futuro director musical está en el aire -se dice que Chailly pero parece que por el momento sólo hay un compromiso verbal y las noticias de los principales periódicos locales son contradictorias- sino gran parte de los títulos que se ofrecerán al público valenciano -Les Troyens sí, Les Troyens no-. Así no se puede seguir, luego pasa lo que pasa, que los repartos están cogidos con pinzas y a la mínima los cantantes comienzan a descolgarse. Desde mi punto de vista el meollo de la cuestión está en la falta de dinero en relación a las pretensiones del teatro, las cifras no cuadran, el Palau de les Arts nació con el presupuesto de que gran parte de su financiación provendría de los fondos del Estado y éste, [quizás] por cuestiones políticas, no respondió a las expectativas, si bien es cierto que desde hace algunos meses Papá Estado ha intentado dar un pequeño giro y algo de oxígeno a las arcas que maneja Hela Schmidt. Muchos echan la culpa a su gestión pero yo no lo tengo tan claro mientras que se le pida más de lo que el presupuesto puede dar de sí, más bien tendríamos que darle las gracias por las veces que ha sacado las castañas del fuego -hundimiento de la plataforma, inundaciones...-. Las soluciones que se me ocurren son dos: o se aumenta el dinero o se bajan las pretensiones.

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18 comentarios:

  1. Sin querer parecer cenizo: el megalómano proyecto valenciano es inasumible a medio plazo (aunque cada vez parece más corto ese plazo medio que muchos le dimos cuando se puso en marcha, y es que la crisis manda...).

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  2. Pablo, todo es asumible cuando se quiere asumir. Seguramente si tras el 11M no se hubiera producido un cambio político en el gobierno estatal las cosas hubieran sido de otra manera. No sé si mejor o peor, pero muy distintas. Lo cual pone en evidencia la estrechez de miras de nuestra clase política, siempre pendiente de la foto.
    No quiero entrar a valorar si el proyecto en sí es oportuno, conveniente o de futuro, además, como sujeto apasionado de la ópera, no sería nada objetivo.

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  3. Valencia ha sido la última gran ciudad española en tener un espacio en condiciones para la ópera, y ya lo merecía, pero se apostó por un proyecto desde mi punto de vista desmesurado y megalomaníaco. El edificio es una joya escultórica, pero un disparate arquitectónico, sobre todo para la función para la que se supone que está concebido (sólo en los pasillos de las oficinas yo me haría unas decenas de pistas de pádel, y seguramente me sobraría espacio). Se ficharon a grandísimos nombres de la música internacional (y, si se confirma lo de Chailly, no parece que esa fuera simplemente una política para llamar la atención en los fastos fundacionales), se montó una orquesta por todo lo alto, con audiciones por todo el mundo y sueldos que no paga nadie en España, y se dotó al teatro de una estructura administrativa colosal.

    El presupuesto para todo ello es por supuesto descomunal: sólo el personal fijo y el mantenimiento del edificio supera con mucho lo que ningún otro teatro español estaría dispuesto a sostener; pero es que además las producciones son monumentales y costosas (como corresponde a un escenario y una maquinaria escénica sin parangón en Europa) y la inversión en directores y cantantes, la misma que hacen los mayores teatros del mundo, que han alcanzado ese nivel en muchos casos después de décadas y décadas de trabajo. Se ha jugado a lo grande. Vale. Pero eso cuesta, y hay que mantenerlo, lo mismo en la época de las vacas gordas que en la de las vacas flacas.

    Sólo por comparar. Hace un par de años, Pedro Halffter me comentaba que había estado hablando con Helga Schmidt y cuando salió el tema del dinero, la Intendente valenciana le decía que no estaba aún cerrado el año, pero que su Teatro se movería en una horquilla presupuestaria que era mayor (la horquilla, entiéndaseme) al presupuesto de todo el Teatro de la Maestranza (incluidas en este caso, las partidas destinadas a producción, mantenimiento y personal). Sevilla es una ciudad algo más pequeña que Valencia (no demasiado), pero que no tiene otro gran teatro para la música (sí, otras salas menores, pero nada parecido al Palau de la Música y Congresos valenciano), y puedo asegurarle que la oferta musical es, a fecha de hoy, bastante equilibrada y suficiente. Sinceramente, lo de Valencia me parece excesivo e insostenible, sobre todo, tras el final de la fiebre del ladrillo.

    Y no todo es asumible, amigo maac: yo no puedo asumir mantener un apartamento en el centro de París, y no lo tengo (no sabe usted hasta qué punto me gustaría).

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  4. Pablo, lo que quise decir con lo de asumible es que fue un proyecto que impulsó también el gobierno central y sobre el que la inversión estatal iba a ser equiparable a la de teatros como el Real o el Liceu, con el cambio político todo cambió radicalmente en ambos bandos, ni la Generalitat estaba dispuesta a tener el gobierno en el Patronato, ni el gobierno a invertir si no estaba en él, decisiones ambas basadas en razones electoralistas. Más tarde la Generalitat asumió que económicamente era imprescindible contar con la participación estatal y ofreció al gobierno entrar en el Patronato y aquél aumentar su aportación hasta alcanzar los 5 millones de euros en cinco años y un compromiso en ir equiparándolo con el tiempo y a un largo plazo con los otros teatros citados.

    Concluyendo, que era un coste descomunal y asumible, como son asumibles los costes del Real o del Liceu, se iba a asumir antes del cambio de gobierno, pero no era rentable políticamente para el partido que consiguió el poder.

    Con el resto de tu comentario estoy totalmente de acuerdo.

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  5. Firmaría el último comentario de Pablo, sin olvidar una coma o un acento, ortográfico o no.
    Es evidente que el modelo es insostenible. Helga, con una cartera llena organiza unos fastos, como lo haríamos cualquiera de nosotros, aunque creo que nosotros seríamos más prudentes.
    No se puede tirar de talonario, incluso cuando los vientos soplan a favor. Pero tirar de él, cuando la caja está vacía ya no es temerario, es vergonzoso.
    Que el Gobierno Central haya sido, al menos en una cosa, sensato o precavido, no le desacredita en absoluto y tampoco salva a la dirección de les Arts, que sabiendo como está el percal, continua apostando por el viejo modelo y queriendo fichar a un director que sin dinero en la caja, es obvio que no vendrá.
    Parece que los demás teatros españoles, con más bagaje y experiencia, siguen adelante, con resultados me atrevería decir que más satisfactorios, ajustados a un presupuesto congelado, pero con un proyecto gestionado desde la profesionalidad.
    De acuerdo, yo cambiaría ahora mismo la orquesta del Liceu por la vuestra. No hace falta insistir en el tema, pero habrá que ver lo que dura esa orquesta, si no se ajusta el presupuesto a la realidad y si los directores y cantantes dejan de interesarse por Valencia.
    Las temporadas se programan con años de antelación. De la noche a la mañana no es posible traer lo mejor de lo mejor y si hasta ahora se ha intentando, ya habéis visto los resultados. Montar una ópera con grandes divos, que coincidan en fechas es posible, pero querer hacerlo con todos los títulos, no.
    Hacer Les Troyens es un reto cultural de primera magnitud, pero antes que eso está consolidar una institución, que a todas luces vive permanentemente en la improvisación. El reto cultural prioritario es otro, a pesar de que dejarnos sin Les Troyens me sabe muy mal.
    A un mes vista del Götterdämmerung, aún se pueden encontrarse muchas entradas. En otros teatros y con sólo tres funciones, se habría agotado rápidamente el aforo.
    ¿Realmente alguien ha pensado si al público valenciano y al resto de posibles visitantes, este Ring puede motivarle tanto como para desplazarse a Les Arts?. ¿No hubiera sido preferible crear primero una base potencial de interés y público, que no fuera solamente al reclamo de una producción de la Fura dels Baus, con otras ofertas menos mastodónticas, pero más realistas? Esto, por ahora no es el Maggio Musicale Florentino.
    Yo creo que a Helga le han engañado y ella a base de chapuzas, intenta salvar su deteriorado proyecto inicial y su maltrecho prestigio.
    El responsable de todo esto, en última instancia, es el Presidente Camps, que no ha parado a tiempo la multitud de errores, fracasos y pifias, para no mostrar la realidad y la debilidad del proyecto o adecuarse a las circunstancias, mientras el presupuesto no pueda ser el esperado.
    Yo lo lamento muchísimo. Las dos veces que me he acercado a Les Arts he disfrutado mucho y he sentido una momentánea y sana envidia, luego no, se me ha pasado.
    Siguiendo en vuestros blogs, los avatares y la incertidumbre que arrastra este buque, decididamente pienso, “virgencita que me quede como estoy”.
    Mientras el Liceu y el Real ya han presentado temporada, que a pesar de todos los pesares y salvando los posibles y naturales contratiempos de cualquier teatro serio, nos llenan de optimismo e ilusión, con nombres y programas comparables a cualquier teatro de primera con aspiraciones a la Champions.
    Es cierto lo que Titus me dijo un día, “Qué nos quiten lo bailado” o “fue bonito mientras duró”, pero creo que precisamente por estar hablando de lo que tanto nos apasiona, la ópera, sería mucho más conveniente, haberlo hecho muchísimo mejor. Están trabajando con el dinero de todos los contribuyentes y ahora más que nunca conviene ser estrictos, cautos y profesionales.

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  6. Por alusiones, ya que no pensaba entrar a comentar, tal fue el shock que recibí cuando leí la frase "más bien tendríamos que darle las gracias" (a Helga). Flasheado estoy aún, pero algo diré:

    Efectivamente, Joaquim, yo dije una vez, me autocito:

    "Me da igual si esta orquesta se ha conseguido a golpe de talonario o si este modelo es insostenible, que lo es y todos lo sabemos, lo que estamos escuchando en estas dos temporadas es algo irrepetible y dentro de unos años, cuando quede claro que hay que rebajar costes, recordaremos esta etapa como algo legendario. Disfrutémosla mientras podemos."

    Recalco la frase "que lo es y todos lo sabemos". Desde el principio, desde antes de que existiese el Palau de les Arts, he sido muy crítico con la megalomanía que lo acompañaba, con su distribución de butacas (una gran platea a precios exorbitados y muy pocas butacas a precios reducidos), con la contratación de directores caros a golpe de talonario, con su gestión y con prácticamente todo excepto la calidad de la orquesta y el coro. Lo que quiero decir es que ese párrafo debe entenderse más como "ya que todo se ha hecho mal, disfrutemos antes de que esto se hunda" que como "qué contento estoy con lo bien que va todo en Les Arts". O sea, que en realidad estoy en línea con lo que Pablo J. Vayón y tú decís, y como bien sabes, envidio el funcionamiento del Liceu, por mucho que su orquesta suene a banda de pueblo. Si mi residencia estuviese a igual distancia de Barcelona que de Valencia, no te quepa la menor duda que estaría abonado al Liceu y no a Chez Helga, aunque solo fuese por quitarme de encima esta sensación de estafado a perpetuidad que tengo ahora. Desgraciadamente, no es así y me toca ir a Les Arts, aunque creo que este va a ser mi último año como abonado, mi paciencia tiene un límite, la desvergüenza de los que se encargan de gestionar el Palau (Helga, Camps o el sursum corda, me da igual) parece no tenerlo.

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  7. Ah, se me olvidaba: Maac, en los enlaces del final, donde pone "El martillo sin dueño" debería poner "Ya nos queda un día menos".

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  8. Leo más arriba: "lo de Valencia me parece excesivo e insostenible" Sólo lo de Valencia?. Otra frase: "Nosotros seríamos más prudentes" Pudiendo traer a Plácido Domingo, por ejemplo, nos habríamos negado? Otra: "A un mes vista del Götterdamerung, aún se pueden encontrarse muchas entradas" A un mes del Tannhäuser en la Deutsche Oper de Berlín se pueden encontrar más.
    Creo que hay un cierto encono contra este teatro porque no está ni en Madrid ni en Barcelona, tiene una orquesta que se sale, pagando, claro, es que no hay otra manera. Que haya cambios de reparto ocurre en todas partes, cuántas veces ha salido la intendente de cualquier teatro en Berlín al comienzo de la función para comunicarlo en propia persona. No digo nada cuando te pilla huelga sorpresa en París... y así sucesivamente.
    A los que disfrutamos de la ópera en Valencia nos ha tocado la lotería, se acaba de publicar en dvd el Fidelio con el que se estrenó el teatro, el que lo vea sabrá de qué estoy hablando.
    Espero que la intendente pueda seguir trabajando como hasta ahora, si no es con un director, con otro, pero estas tres temporadas que nos ha dado han sido un regalo inimaginable.

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  9. Yo seguiré siendo abonado del Palau de les Arts, y espero que por muchos años y con tantas satisfacciones como las que me ha dado hasta ahora.

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  10. Arión, no estoy de acuerdo. No puedes comparar Berlín con Valencia.
    En Berlín hay una oferta que triplica como mínimo la de Valencia, en cuanto a teatros y con funciones diarias. Aún así, al final se llenan todos los teatros y a precios que ni te cuento. Me costó lo mismo una segunda fila de platea en la UDL, dirigiendo Rattle, que la última fila, del último piso de Les Arts..
    En Valencia el cambio de cantantes es constante y las gripes y virus parece que también.
    Todo es a golpe de talonario, claro que si, incluso nosotros en nuestro trabajo, si cobramos, es a golpe de talonario, pero si nos pagan más de lo que ingresan, la empresa presenta concurso de acreedores.
    Los presupuestos del Liceo, se cierran con déficit 0 y si no se cargan al Director General, como fue el caso del Sr. Caminal, que llevo por enésima vez en la historia del teatro, a un déficit que la Sra. Cullell, gestora implacable, dejó otra vez saneadito, ¿a costa de calidad? Parece que no, pero hay cosas, la orquesta que para mi es prioridad absoluta, pendiente de solucionar.
    Yo no me ofendo si Titus dice que la orquesta del Liceu suena a banda de pueblo, ya que entendiendo que sería una bande de pueblo muy apañadita, no deja de ser una banda, o mejor una panda. Hay que ser críticos con nuestras instituciones y con nuestros políticos y en Las Arts no hay reparto inicial que resista hasta el día de la función. ¿Mala suerte?, no creo. La cantidad de cambios en una temporada como la del Liceu o el Real, con más funciones que la de las Arts, es infinitamente menor.
    Las Arts es un orgullo para Valencia, por su espectacular envoltorio y por unas masas estables di "tutto rispeto", pero por lo demás y visto y leído lo que sucede, es muy mejorable.
    No tengas complejo de perseguido Arión, yo quiero que Valencia y Madrid compitan con el Liceu, para que este no se duerma en los laureles y si hay colaboración entre ellos, mucho mejor para todos y si los espectáculos que se ofrecen fuera de mi ciudad son dignos de viajar, me encanta, entre otras cosas por que así tengo un motivo más para volver a visitar los buenísimos amigos que tengo en la "región levantisca".
    Si me muevo, cuando puedo, por los teatros europeos, ¿cómo no voy a desplazarme 300 kilómetros, para disfrutas de lo lindo?

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  11. Por supuesto, me refiero a la Banda Primitiva de Llíria, jajaja. No, en serio, me refería a que la orquesta del Liceu me parece la asignatura pendiente de un teatro que por lo demás me parece excelente. Tú mismo lo has comentado en tu blog en muchas ocasiones. No pretendía ofender y me alegro de que no te hayas ofendido. Y ahora corto y cierro antes de decir alguna barbaridad, que me conozco.

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  12. La Primitiva de Llíria es de la buenas, ¿no?, pues no sé yo si llegamos a tanto. Ja, ja, ja, ja.

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  13. He sido abonado del Liceu y del Real varios años, sigo yendo cuando hay algo interesante, como la Walküre del año pasado o el Ulises la semana que viene. He tenido que sufrir cambios de reparto de última hora, funciones desdichadas, terceros repartos horribles y no por eso ataco a ningún teatro. Es algo inevitable.
    Claro que no se puede comparar Berlín con Valencia, por eso tiene tanto mérito lo que aquí se ha hecho.
    Todo es mejorable pero me entristece ver tanta crítica negativa contra Valencia, cuando en estas tres temporadas se han vivido muchas noches memorables,
    La incertidumbre que vivimos también la viven los teatros italianos (ver lo que ocurre con Roma, Pésaro, etc...), el Met, incluso Berlín, donde hay muchas funciones pero muy pocas que merecen la pena (me he tenido que salir de varias antes de acabar), Viena, donde cada vez hay más funciones de "relleno", etc.
    Si Valencia tiene problemas no creo que sea por "chapuzas", bien al contrario, aquí se lleva trabajando duro desde hace mucho tiempo. Ahora las condiciones son otras y hay que solventar la situación como mejor se pueda.

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  14. Yo lo que tengo claro es que la Generalitat no puede destinar -no sé el porcentaje, pero es de escándalo- el dinero de la partida de cultura al Palau de les Arts. Esta situación, comparada con la del Real o el Liceu, que reciben 19 (100.000 euros más que en 2008) y 13 millones de euros (1,4 millones más que en en 2008), frente a los 1,4 millones del Palau (750.000 euros menos que en 2008) me parece bastante injusta y pone al proyecto de Les Arts en jaque -en realidad está en jaque desde el mismo día de su nacimiento-, no sé si mate. No me gusta adoptar esta actitud para que no se me acuse de victimismo pero es que las cifras son las que son.
    Pensemos que el incremento del Liceu para 2009, que por otra parte me parece muy bien que se haga, 1,4 millones de euros, iguala toda la aportación estatal al Palau de les Arts. A mí eso me huele a podrido, la verdad. Pero así funcionan las cosas en este país.
    Comprendo lo que decís sobre la megalomanía y el coste desorbitado, y lo comparto. Yo no lo hubiera hecho así. Pero la criatura ya ha nacido, ha salido del hospital y ahora habrá que tirar 'palante', y yo intentaré colaborar en la medida de mis posibilidades para que así sea, eso no quiere decir que vaya a pasar por alto lo que no me gusta, seguiré expresando mi opinión como he hecho hasta ahora, lo que no voy a adoptar de ninguna de las maneras es una actitud destructiva.
    A la lista de teatros en crisis añadamos el Mariinsky, Gergiev, cuando estuvo en Valencia, habló de Martín y Soler sí, pero en versión concierto, y producciones de alquiler, ahí están las hemerotecas.
    La situación de los teatros italianos la desconozco casi totalmente pero leí hace unos meses que se había montado una gorda por problemas presupuestarios.

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  15. Con el dinero que ha costado el edificio del Palau se podría haber hecho un Real y un Liceu juntos, y allí sí se oye bien la ópera. Y, sin embargo, no se han gastado unos dineros en estudiar y proyectar una sala con buena acústica, simplemente se le ha dado carta blanca al señor Calatrava para hacer su faraónico edificio sin unas condiciones mínimas para la música, que creo que es de lo que se trata. ¿Por qué nadie habla de la acústica de la sala principal que da pena? ¿Y de la reverberación del sonido (Desde la fila 7 que estuve en Turandot, oía la orquesta por delante y por detrás reflejado en el mural de cerámica)?. Por no hablar del azulejo de carnicería (¿dónde la madera, las telas... para amortiguar el sonido?), que estás viendo la ópera y te ciegan los reflejos (Menos mal que han tapado con unas luces las nervaduras del techo, que al principio sólo veías estrellitas que te apartaban de la escena). Y accesos, al aire libre desde la entrada... Y las cancelaciones. Y...
    Parece que si hablas mal de un proyecto, que todos deseábamos, pero que no se está llevando a cabo con rigor eres un mal valenciano o rojo malo de izquierdas. En fin, que no es eso. De todas formas, nos aguantaremos porque es lo que hay y no tenemos otra cosa. Pero, ¿no poder hablar? Faltaría plus!

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  16. Me ha gustado leer vuestros comentarios por ser apasionados pero respetuosos. Enhorabuena, Maac, por el tono que consigues en tu blog. Coincido con Airón en que tengo la sensación de que parece que el resto de España esté esperando que se hunda el Palau de les Arts para alegrarse. Y agradezco el comentario conciliador de Joaquim. Soy valenciano y abonado del Liceo desde su reinauguración y es un teatro al que le tengo mucho cariño. El mismo con el que me gustaría que se hablara del nuestro. Tenéis razón en todas las críticas de que se hace merecedor, pero precisamente los no amantes de la ópera deberían ser los primeros en denunciarlas, no nosotros. Cuando se critica que Maazel vino a Valencia porque se le pagaba más que en ningún lado me pregunto, ¿Porqué Haendel o van Dyck acabaron componiendo o pintando en Londres? Pues no era por el clima sino porque se les pagaba más que en París, Amberes o Alemania. ¡Claro! En cuanto a la diferencia de asignación presupuestaria del Estado con relación a la del Liceo y Real es deprimente. Bueno, hay tanto que comentar...

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  17. Nibelungo, gracias por tus palabras pero sois las personas que comentáis las artífices del buen tono que se respira.
    elPac, será porque me he hecho a ella, o por el lugar en el que está ubicado mi abono, pero a mí la acústica de la Sala Principal no me parece tan mala, ahora... la del Auditorio Superior es de juzgado de guardia, parece que ya la han corregido bastante -por lo que leí en un artículo de Brotons en Levante, quien el año pasado calificaba la acústica del Auditorio como "de almacén"-, esperaba poder comprobarlo con Chailly el próximo viernes, pero no ha podido ser. Sobre la acústica hemos hablado muchas veces en este blog y en otros. Además, desde Fidelio he tomado por costumbre preguntar a los visitantes foráneos sobre la acústica de la Sala Principal y hasta ahora no he encontrado a nadie que me haya dicho que no le gustaba, si bien casi todos coinciden en que es un pelín seca o poco cálida. Las voces corren estupendamente, más de una vez alguno ha llegado a plantearse si se amplificaban las voces. Llevamos ya tres temporadas y no podemos estar repitiendo siempre lo mismo. Absolutamente de acuerdo respecto a lo injusto que es el encasillamiento político por adoptar una postura defensiva o crítica.

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