Nunca había visto al público del Teatro de les Arts tan rendido ante un cantante como lo estuvo ayer ante Plácido Domingo, ni cuando él mismo vino al mismo teatro para cantar Cyrano, ni, en esta misma temporada, cuando cantó Iphigénie. Me consta que había venido mucho público de fuera de la ciudad para escucharlo en una de las últimas representaciones, si no la última, de uno de los roles emblemáticos de la etapa final de su dilatada carrera. Lo debutó junto a Waltraud Meier en Viena a finales de 1992. Domingo, en cuanto intérprete de Wagner (Lohengrin, Parsifal y Siegmund. Tannhäuser para el disco), tuvo que luchar desde el principio con el frente wagneriano más purista, sobre todo en España, hasta que un buen día fue contratado en Bayreuth, conviertiéndose en el primer y único tenor español que ha cantado en la Verde Colina, lo hizo por primera vez en el verano de 1993 con Parsifal, papel que debutó en 1991, después llegaría Siegmund, que lo cantó acompañado una vez más por la ya legendaria Sieglinde de Waltraud Meier, la dirección corrió a cargo del desaparecido Giuseppe Sinopoli. Desde entonces las críticas se fueron mitigando paulativamente y con el paso de los años, la edad del tenor y el milagro vocal que representa con cerca de setenta años -la verdadera edad de Domingo siempre se ha discutido-, pocos son los que se atreven a cuestionarlo en cuanto intérprete de Siegmund o Parsifal.
En la versión concierto que ofreció en Barcelona con Meier y Pape hace un año encontramos un Domingo que llegaba muy fatigado al final del primer acto, ayer no fue una excepción pero en líneas generales me pareció que llegaba un pelín más fresco. Liberado del esfuerzo que supone moverse todo el tiempo en la zona del pasaje, fue en el segundo acto cuando dio lo mejor de sí y demostró a los que cuestionan su capacidad dramática que hay actores muchísimo peores, Tostern Kerl, sin ir más lejos, que fue un mejor Siegmund en lo vocal, que no en lo dramático.
A pesar de que fue objetivamente -suponiendo que en estos temas se pueda ser objetivo- mucho mejor La Walkyria del primer ciclo, ayer, al salir del teatro, uno tenía la sensación de haber asistido a una función histórica, de esas que se cuentan a los más jóvenes al cabo de los años. ¿Será el de ayer el último Siegmund de Domingo?
Tenía previsto ilustrar la entrada con Meier y Domingo en Bayreuth pero no me da tiempo así que recurro a Youtube y os dejo a los mismos bajo la dirección de Muti en La Scala 1994:
Una noche histórica de verdad. Ese timbre único, esa potencia, esos Wälse! que dejan pequeño a los de Seiffert de hace dos años... Increible. De ensueño.
ResponderEliminarLo siento me repito más que el ajo, pero de verdad, todo, todo fue de ensueño, y dentro de unos años algunos podremos decir: "YO ESTUVE ALLI, SÍ, YO LO VI". Maravilloso sin más.
ResponderEliminarPues yo recuerdo los Wälse de Seiffert como mucho más grandes, o por lo menos mucho más largos. Por lo demás, el de Domingo fue un Siegmund maduro para lo bueno (interiorización del personaje, dramatismo, presencia en escena) y para lo malo (problemas de fiato y agotamiento). Pero en general fue un Siegmund increíble para un cantante de su edad. Yo no creo que este sea su último Siegmund, seguramente aguantará aún unos años hasta que ya le sea imposible cantarlo. De momento, aunque haciendo un esfuerzo, consigue meterse el papel en el bolsillo.
ResponderEliminarMayo-Junio del 2010 tiene previsto un Siegmmund en los Ángeles, aunque parezca imposible. ¿Hay algo imposible para Plácido?
ResponderEliminarEn el primer acto estuvo un poco justo pero en el segundo estuvo magnífico. Tampoco a mí me pareció vocalmente mejor que Kerl pero sí en la representación del personaje. Tener a la vez a Westbroek, Salminen y Domingo en el escenario me pareció absolutamente mágico.
ResponderEliminarTambién disfruté muchísimo con el monólogo de Wotan y con la última parte del tercer acto con Brunhilde y Wotan
Pues coincido con Alvaro y Titus en la apreciación de Domingo. Me parece un milagro que cante así a su edad.
ResponderEliminarDe todas formas me quedo con la del Ciclo I, aunque reconozco que fue una grandísima representación
Coincido al 100% con Alvaro.
ResponderEliminarMaac: ¿No tiene P. Domingo una grabación también del Tristán?
Para mí, pese a determinados reparos, fue una función inolvidable. Y todo un placer conocer a Maac y a su encantadora esposa.
ResponderEliminarSí, Nibelungo, también tiene Tristán pero lo grabó en 2004 con Stemme y Pappano en el podio, bastante después de cantar en Bayreuth, mientras que Tannhäuser, que, como Tristán, nunca cantó en directo, está grabada con anterioridad, su primer Lohengrin -papel del que inmediatamente se alejó hasta los ochenta- es de 1968. Cuando grabó Tristán había ya bastante aceptación por parte del sector wagneriano menos radical, sin embargo Tannhäuser, que grabó con Sinopoli, despertó mayores reticencias. Respecto a Lohengrin, grabado poco antes con Solti, también había despertado reticencias pero casi siempre con alusiones, no al estilo -habitualmente se dice que es su mejor grabación wagneriana en estudio, además, Lohengrin es el tenor wagneriano al que más se han acercado tradicionalmente los latinos- sino a las presuntas manipulaciones en el estudio de grabación -como si Domingo fuera el único tenor al que se le pudieran hacer manipulaciones, el resto parece ser que eran todos unos santos-. Los primeros intentos de grabar Tristán fueron con Solti y Jessye Norman en los ochenta, Domingo hasta lo llegó a declarar en entrevistas, no sé por qué tal grabación no pudo llevarse a cabo, desde luego no fue debido a la muerte del director, quien tenía previsto entonces hacerlo con Heppner -con éste había grabado Los maestros cantores pocos años antes-.
ResponderEliminarFLV-M, para mí también fue un placer conocerte.
Creo que también coincidiréis todos los que habéis estado en las dos Walkyrias en que el primer acto que ofreció Mehta en la del primer ciclo fue mucho mejor que el ofrecido en el segundo, más dinámico, sin estar tan pendiente de los cantantes.
ResponderEliminarDomingo también grabó el Walther con el Hans Sachs de DFD, dirigía ¿Jochum?
ResponderEliminarPues coincidimos en todo, Maac.
ResponderEliminarEl primer acto de Mehta del primer ciclo fue insuperable y Kerl brilló a gran altura.
Pero a mi el segundo acto de Domingo me gustó más en conjunto que el del primer ciclo.
Una tetralogía inolvidable
Joaquim, confirmo: Jochum (José)
ResponderEliminarAh, sí, sí, y mucho antes porque lo tengo en vinilo.
ResponderEliminar