"Mi nombre es: Mujer.
¿Edad? Todavía joven.
¿Color de cabello? Gris.
¿Color de ojos? El color de las lágrimas,
¿Ocupación? ¡Esperar! ¡Esperar,esperar, esperar!"
(Magda Sorel)
The consul, la ópera de Gian Carlo Menotti estrenada en Filadelfia en 1950, va a ser una de mis asignaturas pendientes a la vuelta del verano. La culpable es Inge Borkh y su impresionante interpretación en alemán del aria de Magda Sorel. Borkh fue la encargada del estreno de la ópera en su versión alemana en Basilea (1951), no es extraño que este papel supusiera su lanzamiento internacional, no hay más que escuchar el fragmento que propongo en esta entrada. En la Europa de los años treinta, la muerte como única salida liberadora ante la opresión del Estado totalitario y aparato burocrático del derecho internacional.
Encontraréis más información en Hágase la música
Os dejo a Inge Borkh en una escena espeluznante:
MAGDA
Mi hijo ha muerto. La madre de John se está muriendo...
Mi propia vida está en peligro.
Le pido ayuda y todo lo que hace es... ¡darme papeles!
¿Cómo se llama? Magda Sorel.
¿Edad? Treinta y tres.
¿Color de ojos?
¿Color de cabello?
¿Soltera o casada?
¿Religión y raza?
¿Lugar de nacimiento?
¿Nombre del padre?
¿Nombre de la madre?
¡Papeles! ¡Papeles!
(Rompiendo los papeles que sostiene en la mano,
Magda corre al escritorio, saca una pila de
papeles y comienza a desparramarlos al aire)
¡Papeles! ¡Papeles! ¡Papeles!
(Tras una pausa, a la Secretaria)
Mire mis ojos. Tienen miedo de dormir.
Mire mis manos. Son manos de vieja.
¿Por qué no dice algo?
¿Es que las secretarias no son seres humanos?
(Con angustia creciente)
¿Cómo se llama? Magda Sorel.
¿Edad? Treinta y tres.
¿Para qué sirven sus papeles?
¡No pueden detener el reloj!
¡Y son una débil armadura contra una bala!
Su nombre... ¿Qué importancia tiene?
Todo lo que importa es que es demasiado tarde,
que tengo miedo y que necesito su ayuda.
¿Cuál es su nombre?... Ésta es mi respuesta.
Mi nombre es: Mujer.
¿Edad? Todavía joven.
¿Color de cabello? Gris.
¿Color de ojos? El color de las lágrimas,
¿Ocupación? ¡Esperar! ¡Esperar, esperar, esperar!
¡Oh, sé que llegará el día en que
nuestros corazones en llamas
quemarán sus cadenas de papel!
¡Adviértale al Cónsul, Secretaria, adviértaselo!
Ese día, ni la tinta ni el sello
podrán enjaular nuestras almas.
Ese día llegará...
Traducción: Mónica Zaionz en Kareol
No había escuchado nunca ningún fragmento de esta obra, pero después de esto yo también me la pongo en la lista de los deberes.
ResponderEliminarTremendo. Impresionante.
ResponderEliminarNos veremos en septiembre en la recuperación, porque a mi me ha pillado también fuera de juego.
Gracias maac, por traernos cosas nuevas...¡somos muy jóvenes y no hemos tenido tiempo de oirlo todo! jejeje. (Me la apunto, porque ni idea)
ResponderEliminarSiempre escucho con temor las óperas modernas y, en especial, las del medio siglo pasado. Si he de juzgar por el aria que acabo de oir me parece un recitativo evolucionado, es decir, con más carga musical que el recitativo clásico y con una partura de fondo muy potente.
ResponderEliminarGracias.
Maac;
ResponderEliminarSólo decirte que cuando me dejan un comentario sin respuesta, siento como si me colgaran bruscamente el teléfono...nada, una impresión seguramente subjetiva.
Saludos.
Lo siento Glòria, he estado unos días fuera, totalmente desconectado y a la vuelta me encuentro algo desubicado. De hecho la última entrada, la que habla de Zanelli, estaba programada. No sé qué me pasa pero desde hace un par de meses parece que he perdido la ilusión en el blog y me cuesta escribir los posts. También cuando una entrada se queda sin comentarios produce cierta desazón. Un blog es una ventana que abres al exterior para que los visitantes puedan ver lo que tienes en casa, pero uno no abre todas las ventanas de su casa y las impresiones que se puedan llevar los lectores, puesto que son parciales, seguramente no están bien fundamentadas. Lo más hermoso que puede existir en este mundo es el pleno ejercicio de la libertad, algo que por su propia naturaleza es utópico, siempre he intentado que Cantan ellas fuera un espacio de libertad, tanto para el que lo creó como para los que lo visitan. No me gustaría tener que hacer aquí un ejercicio de hipocresía o de excesivo formalismo, el "muchas gracias por vuestros comentarios" se convierte la mayoría de las veces -desgraciadamente- en una pose, en un algo mecánico, vacío de contenido para el que lo emite ¿Cuántas veces al día decimos "buenos días", "buenas tardes"? ¿Y en cuántas de ellas queremos expresar verdaderamente el deseo de que el día o la tarde sean buenos? A veces uno lee un comentario, y el tuyo te digo que lo leí ayer un par de veces, y no sabe exactamente qué contestar, quizás un "oído", un "leído", un "estoy -o no estoy- de acuerdo" y poco más, pero que termina por no ponerlo al pensar en que quizás las palabras se entiendan como expresión de una mera formalidad, no sabe o no piensa que la persona que dejó el comentario esperaba una respuesta y que a nadie le gusta quedarse plantado esperando. Si ese fue tu caso me gustaría decirte que lo lamento profundamente.
ResponderEliminarSaludos.
Maac,
ResponderEliminar¡Cuántas explicaciones has querido darme y cómo te las agradezco! Siento que estés desmotivado con el blog. Espero que sea transitorio porque muchos, entre ellos, yo, te echaríamos de menos.
Respeto tu silencio.
Saludos.