"Soy un hombre, que amaba una mujer creada por un hombre, todo lo demás sobra."
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"Me conocéis verdad... ¿por qué? ¿porque soy famoso? Hago reir a la gente, hago reir a toda Francia. Pero en realidad si me comprendierais no os reiríais en absoluto; antes al contrario, los hombres como vosotros deberíais estar aporreando mi puerta suplicando que os enseñara mis secretos, porque yo, René Gallimard, he sabido lo que es ser amado por una mujer perfecta.
Yo tengo una visión del Oriente, de mujeres esbeltas con cheong-sams y kimonos, que mueren por el amor de indignos diablos extranjeros, que nacen y son educadas para ser mujeres perfectas, que aceptan cualquier castigo que les impongamos y siempre responden fortalecidas por el amor incondicionalmente. Es una visión que se ha convertido en mi vida. Mi error fue sencillo pero tremendo, el hombre al que amaba no era digno, no se merecía que le mirara dos veces; y sin embargo, yo le entregué mi amor, todo mi amor. El amor me nubló la mente, cegó mis ojos, por eso, ahora, cuando me miro en el espejo, no veo nada más que...
Yo tengo una visión del Oriente, sé que detrás de esos ojos almendrados sigue habiendo mujeres, mujeres dispuestas a sacrificarse por el amor de un hombre, incluso de un hombre cuyo amor no tenga ningún valor. Morir con honor es mejor que vivir con deshonor, de modo que, al fin, en una cárcel, lejos de China, la he encontrado. Me llamo René Gallimard, también conocido como Madame Butterfly."
"M. Butterfly" (1993) es una película dirigida por el canadiense David Cronenberg con un guión de Davir Henry Hwang basado en una obra de teatro propia. Está protagonizada por Jeremy Irons y John Lone. Está basada en hechos reales, aunque Cronenberg y Hwang sustituyen la sexualidad reprimida del protagonista real por lo que parece un engaño en toda regla, y cuenta la historia de René Gallimard, un diplomático francés (Jeremy Irons) destinado en Beijing, China, en los años sesenta, que es seducido por un intérprete de ópera china, Song (John Lone), quien espía al diplomático por orden del gobierno chino. La relación amorosa se mantiene durante unos veinte años, en los cuales Gallimard desconoce, o quiere desconocer, el hecho de que en la ópera china los personajes son interpretados por hombres. Finalmente Gallimard traiciona a su país revelando secretos de estado y será juzgado. En el juicio debe enfrentarse con la verdad de su relación y será condenado. Al enfrentarse a la idea de que en vez de a la mujer perfecta había amado a un hombre, se siente identificado con el personaje de Cio-Cio-San e incapaz de soportar la idea de que su amor había sido fruto de una fantasía termina suicidándose, como la protagonista de la ópera de Puccini, metamorfoseado en Butterfly. Lo mejor de la película es, sin duda, la escena final con la música de Puccini y la voz de Freni de fondo.
Maac:
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo en que lo mejor de la película sea la escena final con Freni cantando. A mi me pareció una escena ideal que culminaba el fin de una historia de amor en la que uno de los amantes, Gallimard, se había engañado a sí mismo durante años. Me pareció una película hermosa y difícil. La obra de teatro se representó en Barcelona con traducción de Terenci Moix.
Pregunta: ¿Te gusta la película o sólo la escena final?
Saludos!
La película, cuando la vi en el cine, me gustó mucho, sobre todo la escena final. Ahora bien, no sé la obra de teatro -no la conozco- el argumento de la peli no se sustenta. Lo haría si el personaje fuera un homosexual que no acepta su condición de tal. Como engaño hace aguas por todas partes, es que son veinte años.
ResponderEliminarGlòria, si no me gustara no la hubiera puesto.
ResponderEliminarEs verdad pero como dices lo de "lo mejor de la película".Gracias por tus amables aclaraciones. Yo aventuro un amante inexperto, ciego de amor por las malas artes de su cantante de ópera. Pero, claro. Son veinte años!
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