jueves, 12 de enero de 2012

Stutzmann, Schumann y Maria Estuardo

¡Me voy, parto! ¡Adiós, mi alegre Francia, donde hallé la patria más amada, tú, protectora de mi niñez! ¡Adiós, tú, país, tú, bello tiempo! ¡La nave me lleva lejos de la dicha!  Pero sólo se lleva la mitad de mí, una parte permanecerá siempre tuya, mi alegre país, la que te dice: ¡recuerda a la otra!
¡Adiós, adiós!

Este texto se ha atribuido tradicionalmente a María Estuardo -pero pertenece a Anne-Gabriel Meusnier (1702-1780)-, fue traducido al alemán y versificado por Gisbert Vincke y puesto en mùsica por Robert Schumann en 1852, es la primera del ciclo de canciones que el compositor escibió bajo el título Gedichte der Königin Maria Stuart, Op.135  (Poemas de María Estuardo). En total lo forman cinco composiciones.
El Op.135 es el último ciclo de lied compuesto por Schumann, cuando su salud, en medio de una profunda depresión, ya estaba en declive, seguramente el compositor, que en poco tiempo tendrá que renunciar al puesto de director de la Orquesta de Dusseldorf por desavenencias con las autoridades de la ciudad y que después ingresará voluntariamente en un sanatorio mental, se vio identificado con la situación de la protagonista, María, reina de Escocia, y escribió una música tan sencilla como conmovedora; y conmovedora también es la interpretación de Nathalie Stutzmann, mil y un matices en un timbre único,  aterciopelado, oscuro pero no tenebroso, pura melancolía.


Abschied von Frankreich / Despedida de Francia
Nathalie Stutzmann (contralto) - Michel Dalberto (piano) 
 
 Ich zieh dahin, dahin! 
Ade, mein fröhlich Frankenland, 
Wo ich die liebste Heimat fand, 
Du meiner Kindheit Pflegerin! 
Ade, du Land, du schöne Zeit. 
Mich trennt das Boot vom Glück so weit! 

Doch trägt's die Hälfte nur von mir; 
Ein Teil für immer bleibet dein, 
Mein fröhlich Land, der sage dir, 
Des Andern eingedenk zu sein! Ade! 

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