Si hay una ópera que desde hace muchos años tenía ganas de ver en directo esa es Norma, la obra maestra de Bellini, así que muy ilusionado me dirigía al Palau de la Música de Valencia aunque también con muchas precauciones, Norma es una ópera peligrosa porque requiere de cuatro buenas voces pero sobre todo de una protagonista que pueda a estar a la altura del papel, peligrosa también porque es inevitable que sobre ella graviten las sombras de las tres o cuatro sopranos que se han acercado con éxito al papel a partir de la segunda mitad del siglo XX: Callas, Sutherland, Caballe y, un poquito más abajo, Scotto.
Sabía que, con independencia del canto, esta no iba a ser una Norma corriente, se trataba de una revisión que propone la vuelta al manuscrito original de Bellini, con la incorporación del arpa y, sobre todo, el pianoforte en los recitativos acompañados. Extraño, muy extraño era escuchar el pianoforte sobresalir dentro de la masa orquestal, creo que tendría que acostumbrarme un poco más, la verdad es que me provocó sensaciones contradictorias, tan pronto pasaba desapercibido como que parecía que el instrumento iba por un lado y la orquesta por otro (lo parecía, digo), en todo caso fue una experiencia curiosa y muy interesante.
Fabio Biondi propuso una Norma en la que la orquesta, con instrumentos antiguos, tiene un destacado protagonismo, llena de claroscuros, de cambios de intensidad, de variación en las dinámicas, muy imaginativa. También esto es extraño, siempre se nos ha dicho que el belcanto debe centrarse en la vocalidad, que la orquesta se limita a ser mera acompañante del canto. La agrupación Europa Galante -muy juvenil- estuvo a la altura de su prestigio y ofreció lo que Biondi (este hombre debe acabar agotado en cada concierto, difícil no contagiarse de su vitalidad) le pedía: precisión y matización. La protagonista fue encarnada por la italiana Katia Pellegrino, una cantante que no destaca por la belleza de su voz (tampoco por la fealdad) pero que conforme iba avanzando la obra daba muestras de su versatilidad y homogeneidad, parecía que el papel estaba escrito para ella, se adaptaba a Norma como un guante, superó los pasajes de coloratura y el canto espianato sin aparente dificultad, todo estaba allí, nada sobraba, nada faltaba. Podía hacerse de otra forma, incluso mejor, pero la sensación que me dió es que Norma estaba allí, se podría exigir mayor fuerza dramática, mayor intención y abandono ¡Ay! La sombra de Callas... Magnífica soprano, Pellegrino. No entiendo cómo no está cantando en los teatros de primer nivel: Paris, Milán, Nueva York, Londres, Viena, Berlín. A Ferdinad von Bothmer se le atragantó Pollione, es una lástima, ni pudo con el papel vocalmente ni mostró un ápice de intención en lo que cantaba, mejoró un poquito -para mi sorpresa- en el segundo acto, lo suficiente para no cargarse la representación. Casi lo mismo podemos decir de Nikolai Didenko (Oroveso), fue de menos a más, anodino había sido su raconto de entrada y había manifestado problemas de proyección, en su intervención final con Norma estuvo a la altura. Me gustó mucho el timbre de la mezzo Lucia Cirillo (Adalgisa), muy grato al oído, junto con la Norma de Pellegrino fue lo mejor de la noche. Tanto el tenor Gian Luca Zoccatelli (Flavio) como Gemma Bertagnolli (Clotilde) estuveron a la altura de sus pequeños papeles. Mención especial para el esfuerzo realizado por la Coral Catedralicia de Valencia, a los que se les vio muy implicados intentando plegarse a las abundantes indicaciones que les hacía Biondi.
Así que mi primera Norma se salda con un balance positivo, espero que la próxima sea representada y si tiene que ser en versión concierto que lo sea en el Palau de la Música y no en el de Les Arts porque el recinto destinado por éste a las versiones en concierto debe ser el auditorio más cacofónico que hay en la Comunidad Valenciana (bueno, creo que hay uno peor: el de las verbenas de mi pueblo, aunque no lo tengo muy claro), o te pones en las primeras filas o no hay manera de que la orquesta se oiga bien. A qué esperan los dirigentes del Palau de les Arts para programar los conciertos en la Sala Principal ¿Vamos a tener que ir con pancartas para que nos hagan caso?
Os dejo un fragmento de la Norma cantada por Katia Pellegrino en Varsovia con Biondi hace dos años, Pollione es interpretado en este caso por Gregory Kunde:
Os dejo un fragmento de la Norma cantada por Katia Pellegrino en Varsovia con Biondi hace dos años, Pollione es interpretado en este caso por Gregory Kunde:
Coincido absolutamente contigo. A pesar de lo absurdo del argumento y de la sosería del tenor consiguió emocionarme. Y eso que iba con muchas prevenciones (o quizás por eso). Fue una tarde estupenda. Incluso la Coral Catedralicia estuvo mejor que otras veces (o eso me pareció). Como tú, prefiero una ópera en concierto en el Palau de la Música que en el Auditorio de Les Arts.
ResponderEliminarCoincido con las sensaciones contradictorias a juzgar por el audio de Varsovia.Siempre me ha gustado mucho Norma pero creo que la vuelta a los orígenes coge desprevenidos a mis oídos.Será por la costumbre pero a mí me gustan más las versiones menos fidedignas posteriores.Todo en conjunto se me aparece como una marcha fúnebre más depresiva que pasional.Supongo que la versión que hizo Cecilia Bartoli el año pasado debía estar en esta linea.Uno de los fragmentos que más me gustan de la obra es "In mia man".Te dejo un enlace con una interpretación que a mí me apasiona de Cristina Deutekom.A pesar de tener un conocimiento precario de la lengua italiana y una coloratura tan innovadora como particular su implicación expresiva y su poderío vocal y técnico es impresionante.A ver que te parece...http://www.youtube.com/watch?v=rnx8CaRFvHM
ResponderEliminarGracias, César, siempre es agradable coincidir con los demás, dar una opinión tiene su riesgo y uno no tiene siempre la seguridad de que lo que ha apreciado no ha sido fruto de un determinado estado de ánimo o predisposición, a veces no son los intérpretes los que están mal, también los espectadores tenemos días buenos y malos.
ResponderEliminarDandini, la verdad es que encuentro a Deutekon sobreactuada, plana, como de cartón piedra, seguramente en directo esa especie de verismo impactaría pero en audio me cuesta creerla.
Poco de fúnebre tiene la Norma de Biondi, eso te lo aseguro y creo que, como concepción musical, te hubiera gustado, cuando uno entra en un teatro o sala de conciertos los prejuicios deben quedar fuera (esto en la teoría es fácil de decir). Volviendo a Deutekon la encuentro algo tétrica, realmente da miedo. Y bueno ya has hablado tú de esa forma de entender la coloratura tan particular (pero qué cosas más raras hacia esta mujer).
No me parece que Pellegrino tenga nada en común con Bartoli y no he comprendido la comparación.
Yo pienso que con este tipo de interpretaciones al final lo que se consigue es que las orquestas sinfónicas modernas se replanteen la forma en la que se acercan a lo que están tocando y el efecto es muy positivo; por ejemplo, si te fijas en las interpretaciones barrocas de los sesenta y setenta se aprecian diferencias radicales con respecto a las llamadas interpretaciones historicistas, actualmente estas diferecias se van difuminando cada vez más (también porque las orquestas barrocas se han ido perfeccionando), es la concepción lo que ha cambiado, ahí está la importancia que ha tenido el movimiento historicista en la interpretación musical, y que va más allá de que se utilicen instrumentos de época o modernos.
Respecto a las sensaciones contradictorias. Me estaba refiriendo sólo al efecto que me produjo el pianoforte.
Coincidimos plenamente, maac. La representación superó con creces mis expectativas, sobre todo en lo que se refiere a Norma, Adalgisa y Coro.
ResponderEliminarTambién comparto aversión al auditorio y me parece indecente que siga usándose para representar óperas (aunque sean en concierto) teniendo vacía la sala principal.Pero viendo el caso que nos hacen, yo voy a irme preparando ya la pancarta.
En cuanto a Deutekom, es verdad que su implicación expresiva y poderío vocal son incuestionables, pero no sé si me compensan sus excesos.
La comparación con la versión de Bartoli(que parece ser que va a grabar Norma para Decca)se referia al sonido buscado en la orquesta,no a las cantantes. Respecto a la Deutekom tengo que decir que es una cantante que provoca reacciones dispares pero que en los años 70 cosechó enormes éxitos en bel canto,Mozart y Verdi,por ej. con la Abigaile bajo la batuta de Riccardo Muti.
ResponderEliminarAh, comprendo la aclaración. Tengo entendido que Bartoli grabó Norma con Antonini en Zurich, debe estar al caer.
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