Hoy he asistido a la penúltima
ópera representada de la temporada 2011-2012 del Palau de les Arts, cualitativamente
la más floja que ha habido hasta ahora en cuanto a óperas escenificadas se
refiere: Boris Godunov, La Cenerentola, Don Giovanni, La Vida Breve, Thaïs y
Tosca. De todas ellas, y a falta de asistir a Tosca, producción que ya conocemos puesto que se presentó en el Festival del Mediterráneo del año pasado, sólo salvaría el Boris y Thaïs. La Vida Breve, además de ser una reposición,
no estuvo a la altura de la versión que se ofreció anteriormente bajo la original dirección de Maazel, La Cenerentola pasó sin pena ni gloria y Don Giovanni tuvo una puesta en escena patética.
A pesar de que he encontrado algunos aspectos no del todo satisfactorios he disfrutado
muchísimo con esta Thaïs, sobre todo por la prestación de la orquesta, coros y
la dirección de Fournillier, por la
extraordinaria, que no perfecta Thaïs, protagonizada por Malin Bylström y por
una sólida dirección de escena, que se apoyaba en una producción procedente de
la Ópera de Gotemburgo con una suntuosa escenografía de Nicola Raab, espectaculares vestuario de Johan Engels e iluminación de Linus Fellbom;
sólidos me han parecido también Paolo Fanale como Nicias y Gianluca Buratto
como Palémon; de Plácido Domingo, que encarnaba el papel de Athanaël, hablaré
más adelante.
Patrick Fournillier es un
director especializado en Massenet, ha dirigido muchísimas obras de este
compositor: Cleopâtre, La Vierge, Esclarmonde, Grisélidis, Panurge, Le Cid,
Sapho, Werther, Manon…, de hecho es uno de los fundadores del Festival Massenet (Saint-Ëtienne). En el Palau de les Arts ya lo conocemos bastante porque
casi siempre que se ha tocado el repertorio francés ha estado él en el podio:
Cyrano de Bergerac, Iphigénie en Tauride y Manon, también lo tuvimos en
Turandot y en algún concierto sinfónico, a mí siempre me ha gustado, me encantó
su ágil Iphigénie y me ha encantado también su Thaïs, la ha dirigido sin
morosidad, con un control absoluto de la orquesta, manteniendo la intensidad en
todo momento y creando momentos de infinita belleza sin caer en lo edulcorado como en el balanceante final
del primer acto. Parece ser que en el estreno se pasó de decibelios, hoy no ha sido el caso, el volumen ha sido en todo momento el correcto y ningún cantante ha quedado tapado.
La soprano sueca Malin Byström,
como hemos dicho anteriormente, encarnaba a la cortesana Thaïs, tiene una voz muy interesante,
sólida en los registros medio y graves, carnosa, muy atractiva y de una rara
belleza, a veces su tímbre se tornaba algo ácido, otras perdía uniformidad, siempre
musical, me ha deslumbrado su Thaïs en los momentos más dramáticos, lo que le he
echado en falta es un pelín más de agilidad o soltura en la escasa coloratura
que se le exige al personaje sobre todo en el primer acto (me ha extrañado
porque la había escuchado hace tiempo en el blog de Joaquim, In fernem Land,
cantando arias de I Vespri), la voz se ha proyectado estupendamente por la
sala. Dramáticamente ha estado impecable, se ha movido con mucha soltura y ha resultado una Thaïs absolutamente creíble.
Cuando Plácido Domingo ha
aparecido en escena cantando el papel de Athanaël, escrito por Massenet para un
barítono, he pensado: "¡Qué Dios nos coja confesados!" Parece que ya se va
notando el pasar de los años por la voz del tenor, algo que es totalmente
lógico, ¿qué más puedo decir? ¿Qué no es un barítono? Pues no, no lo es, y uno
se pregunta qué hace cantando roles de barítono a su edad, parece ser que el
tenor es tan activo que no puede vivir sin afrontar nuevos retos ¿Pero qué ha
pasado cuando Domingo se ha asentado sobre el escenario? Pues lo que suele
pasar, que uno se olvida de que está escuchando a Athanaël haciendo de Plácido
Domingo y comienzas a creerte el personaje, el tenor es lobo viejo y conoce
infinidad de resortes expresivos y resulta siempre creíble en escena, y esto lo
digo yo que soy incapaz de ponerme muchas (por no decir todas) grabaciones
suyas en estudio aunque sean de sus años mozos. Es fantástico este hombre pero se ha notado la ausencia de un auténtico barítono.
Al tenor Paolo Fanale, que
interpretaba a Nicias, no lo voy a poner pegas, tiene un timbre bonito aunque
de poca presencia y ha desempeñado correctamente su papel. En él se resume un poco
lo que ha sido el resto de cantantes de
esta Thaïs de Les Arts (Gianluca Buratto, Aldo Heo, Micaëla Oeste, Marina
Rodríguez-Cusí…) ninguno ha desentonado un ápice y todos han contribuido al
gran éxito que se ha obtenido.
Gran parte de ese éxito se debe a
la solidez de la propuesta escénica, que no estaba ambientada en el Egipto del
siglo IV sino enel París de finales del siglo
XIX, la misma época en la que se estrenó la ópera. La protagonista no es una
cortesana sino una actriz de teatro famosa que, según declaró la alemana Nicola Raab, se
inspira en un personaje real, la gran Sarah Bernhardt, mientras que Athanaël (obsesionado por poseerla y alejarla de su mundo y de sus amantes), pertenece a una
especie de secta religiosa de oscuros propósitos. Tanto la escenografía como el vestuario se inspiran, por un lado, en los contrastes entre lo recargado y lo austero y, por otro, en la estética decadente "fin de siècle", no en vano es la misma corriente en la que se sitúa la creación de la ópera de Massenet, a mí me ha recordado a la pintura simbolista, caracterizada por el gusto por lo onírico, lo exótico, el esteticismo, el decorativismo y los colores brillantes, por ejemplo, en la sala de la mansión de Thaïs, que no es tan grande, impera el horror vacui, hay de todo, telas, alfombras, un nutrido surtido de almohadones, flores, chimeneas, esculturas, espejos, orfebrería, un palio, una lámpara de araña, una coctelera con champán...
Contrasta con las escenas que se desarrollan en el desierto, más austeras y equilibradas, en las que predomina, como fondo, sensuales dunas con forma de pechos femeninos y colores muy suaves, marfiles y grises. Impactante me ha parecido el momento en el que en Thaïs se produce la conversión (el momento de la Meditation) ella está situada sobre un escenario y desciende un telón que la separa de un patio de butacas con palcos al fondo en rojo (ya sé que lo del teatro dentro del teatro está más visto que el tebeo), así como el momento en el que es entregada a Albina y su congregación, en el que el alma de la Thaïs-cortesana, con su vestido alado asciende al cielo; también me ha parecido acertado que sobre las cenizas del teatro de París-Alejandría transcurra el tercer acto y bastante menos ese final con Thaïs vestida de novia dando vueltas indefinidamente mientras que desesperado Athanaël la observa, viéndola inalcanzable desde un plano inferior, me ha parecido redundante y creo que no he sido captar del todo su significado, tampoco he gastado mucho esfuerzo en ello, la verdad. Y contando detalles podría estar hasta mañana pero lo voy a dejar aquí.
Como conclusión diré que junto con el Boris ha sido de lo mejor de esta temporada y ya estoy esperando que llegue el sábado para repetir. Uno sale de espectáculos como el de hoy con la sensación de que vale la pena estar en este mundo para asistir a cosas así. A veces no hace falta tener lo mejor para disfrutar, basta con que todo ruede bien y no haya altibajos.
Y como es habitual os recomiento la detallada, ingeniosa y siempre acertada crónica de Atticus pinchando AQUÍ.
Estupenda reseña, Maac. Me estás despertando "mono" de Thaïs.
ResponderEliminarGracias, cuando quieras venir a Valencia no tienes más que decirlo.
EliminarHabiendo escuchando a Byström en una grabación de Thäis de 2010 de Göteborg (por cierto, con la misma producción de Raab), comparto la valoración positiva que haces de esta cantante y estoy deseando escucharla. Tiene un centro muy interesante, como tú dices, carnoso, y será un gran atractivo descrubrirla en directo. Hay un par de agudos en la grabación(por ejemplo, al final de "Dis moi que je suis belle") que están muy justitos, pero bueno, hay mucho más que eso en toda la ópera.
ResponderEliminarRespecto a Domingo, en las crónicas no oficiales de algunos foros he leído que no se sabía el papel, que no se apartó del apuntador durante toda la función en el estreno y que le faltaba bastante para dominar el rol, ¿ocurrió lo mismo en esta función o tuviste esta sensación?
Yo tenía los subtítulos en francés y de vez en cando sí que es cierto que se despistaba un poco, en cuanto a su ubicación también es verdad que casi siempre procuraba estar en el centro, más o menor cerca de la concha del apuntador, pero la verdad es que no me produjo esa sensación y estaba pendiente porque también lo había leído, incluso se dijo durante los ensayos que se había presentado sin saberse el papel. A mí en lo dramático me gustó, el canto y el tipo de voz para ese papel ya es otra cosa. Ya verás como lo pasaréis-emos bien el sábado.
EliminarEstupenda crónica. Tenía ganas de conocer tu opinión y veo que no difiere demasiado de las impresiones que saqué yo el día del estreno.
ResponderEliminarMe alegra que Fournillier haya regulado su sonotone porque el día del estreno se pasó de volumen. También es positivo que Domingo haya estado más centrado.
Coincido contigo en que esta temporada ha sido sin duda la más floja de la historia de Les Arts. Efectivamente, entre las escenificadas sólo se salvan el Boris y Thaïs, y luego hemos tenido algunas muy buenas versiones en concierto como Ariadne y Iolanta. En el festival nos queda un Trovatore y una Medea escenificadas, pero no me haría yo muchas ilusiones sobre todo después de haber escuchado que se va a aprovechar la misma escenografía para ambas. Miller resucitado.
El sábado seguro que lo pasaremos bien, dentro y fuera.
Un abrazo
Gracias, Atticus, tú sí que eres un maestro en hacer crónicas. Yo estoy ilusionadísimo con Il Trovatore, me vuelve loco, como ya sabes (es que, exagerando un poco, hasta me sienta mal cuando alguien le critica cualquier cosa).Con que la orquesta y coros esté al nivel acostumbrado y los cantantes medio bien me conformo, además es una de las óperas que mejor le van a Mehta. Esperemos que el director de escena no venga a tomarnos el pelo, que esta vez sospecho que no.
EliminarMe alegro de que todo haya ido mejor que el día del estreno y espero que vaya aún mejor este sábado. ¡Qué ganas tengo de escuchar esta ópera en vivo!
ResponderEliminarHombre, Titus, gracias, porque de lo que dices se deduce que te fías de mí, porque yo no estuve en el estreno, jeje.
EliminarHola, me encanta la ópera, aunque confieso que no soy nada experto, ha cáído en mis manos "panurge" de Jules Massenet y he estado tratando de buscar algo sobre la trama para entenderla más y no he encontratdo nada en la red, tu sabrías en donde puedo buscar? gracias y tiene un sitio hermoso dedicado al ópera que seguiré asiduamente.
ResponderEliminarHola Marco Antonio, me había despistado con tu comentario, no, lo siento no conozco Panurge, a ver si encuentro un momento y busco, en principio se me ocurre que si no encuentras nada en castellano y te aclaras en francés, buscando en páginas francesas seguro que algo encuentras.
EliminarAh, y muchas gracias por tus palabras.
EliminarHe encontrado algo, está en francés, si te interesa escíbeme a maac.opera@hotmail.es y te lo envío por e-mail.
EliminarHola, Marco Antonio, gracias por tus palabras, no sé qué es exactamente lo que buscas, si te refieres al argumento de Thaïs en este blog lo puedes encontrar, si aún quieres profundizar más puedes descargarte la novela de A. France en la que se basa el libreto (Thaïs, la cortesana de Alejandría) aquí: http://libros.literaturalibre.com/wp-content/uploads/2008/11/tlcda-af-librosliteraturalibrecom.pdf
ResponderEliminarMuy buenas.
ResponderEliminarFunción del sábado, buena impresión.
Byström de menos a más y sí, es buena, pero no es deslumbrante. Le faltó precisión en el primer acto y el sobreagudo del segundo se lo podría haber ahorrado.
Domingo, dominguizando los papeles, como hace.
Ambos dos, estupendos en el tercer acto.
Y la orquesta metiendo tralla.
La producción me gustó muchísimo.
Hola Mocho, gracias por el comentario, repetí el sábado y aún tengo ganas de más.
EliminarLeyéndote dan ganas de ver esta producción.
ResponderEliminarLástima que el momento sea tan poco propicio,
Un abrazo.
Hubiera estado bien que hubierais venido el sábado. A mi me apetece el Pelléas del Liceu, que sepas que si no voy va a ser culpa de Golaud, el sábado cenando casi me convence para no ir, jajaja. Ya veremos.
EliminarSi acabas no haciendo caso a Golaud, avisa.
EliminarPuede que sea un Pelléas sans Mélisande, pero preveo unas representaciones estupendas.
Será de momento la última opera que dirigirá Boder y tal y como están las cosas con la dirección general, estoy seguro que todos pondrán TODO para hacer de esas funciones algo memorable. Ojalá no me equivoque y si vienes, menos aún.
Es que si no aprovecho ahora para un Pelléas a ver cuándo se me va a volver a poner a tiro, aún no he mirado fechas.
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