viernes, 29 de marzo de 2013

La flauta mágica (VII) - Mozart y la creación artística en Bergman ("La hora del lobo")


"Un pintor, Johan Borg, pasa una temporada con su mujer en la isla de Baltrum. Alma, lee el diario íntimo de Johan, descubriendo las fantasías de su marido, que son la base de esta película". Así comienza La hora del lobo (Vartgtimmen), una inquietante película en blanco y negro con una fotografía fantástica, estrenada en 1968, en la que Irgmar Bergman, muestra la historia de una pareja, Alma y Johan, siete años de relación, ella embarazada, tiene una tienda y aspira a permanecer junto a Johan el resto de su vida; él es un pintor solitario atormentado e insatisfecho con su trabajo que está padeciendo una crisis existencial; en verano suelen retirarse a una cabaña en una isla, allí transcurre la acción, que mezcla y confunde lo real y lo onírico. La aparición de una mujer desconocida pone a Alma sobre la pista del diario de su marido que ella lee mientras él pinta. Otros misteriosos personajes, verdaderas apariciones, van desfilando por la película, "todo lo que hago me parece irreal y carente de sentido",  son los fantasmas del propio Johan.

Mi cultura cinematográfica es bastante precaria, eso lo quiero dejar claro, y la película de Bergman me resulta algo durilla, me lo tomo, y sé que me estoy autojustificando, como una cuestión generacional, soy de otra época y estilo, me dejó con la impresión de no haber entendido nada, debe ser que soy cortito, y si traigo aquí la película es por la ópera que está ocupando mi tiempo durante los últimos días, ha sido una casualidad tropezar con ella. Sí que sabía que el director sueco era un apasionado de La flauta mágica, hace poco colgué en el blog un Youtube con su película, pero no tenía ni idea de que en en otras de sus obras hay también referencias a la ópera. En un momento de La hora del lobo,  Alma y Johan, reciben una invitación para asistir a una fiesta en el castillo del barón von Merken, quien se declara admirador del pintor. Los invitados, después de la cena, asisten, en la biblioteca, a una representación de un fragmento de La flauta mágica realizada con un pequeño teatro de marionetas.



¡"La Flauta Mágica" es el mejor ejemplo! Y lo voy a demostrar inmediatamente. El guía de Tamino le ha abandonado frente al Templo de la Sabiduría y el muchacho grita desde lo más profundo de su desesperación:

-"O ew'ge Nacht! Wann wirst du schwinden? Wann wird das Licht mein Auge finden?" (Oh noche eterna, ¿cuándo acabarás? ¿Cuándo la luz tocará mis ojos?). 

Muy enfermo ya, Mozart, siente una profunda emptaía con estas palabras. 

Y el coro y la orquesta replican: 
- "Bald, Jüngling, oder nie!¡" (Pronto, joven hombre, o NUNCA!). 

Sin duda alguna es la música más hermosa y perturbadora jamás compuesta. 

Tamino pregunta: 
-"(...) Lebt denn Pamina noch?" (¿Pamina vendrá todavía?) 

El coro invisible contesta: 
- "Pamina, Pamina lebet noch!" (¡Pamina vendrá todavía!). 

Escuchen el extraño e ilógico, pero genial ritmo: PAMI-NA. PAMI-NA. Ya no es el nombre de una mujer joven, se convierte en un conjuro, un encantamiento. 

Un texto ingenuo, un trabajo hecho por encargo, pero una gran manifestación de ARTE. ¿No está de acuerdo Sr. Artista?

Johan responde: Me llamo artista a falta de otra palabra mejor. En mi trabajo creativo no hay nada implícito, salvo la compulsión. Sin yo pretenderlo, unos me han aclamado como un  ser excepcional, como una especie de monstruo. Nunca he luchado por conquistar esta fama y no lucharé por mantenerla. La megalomanía sí, la siento flotar sobre mis sienes algunas veces, pero soy inmune a ella. Me basta pensar en la total inutilidad del Arte en el mundo humano para recuperarme. Pero la compulsión sigue ahí.

4 comentarios:

  1. Como ya sabes, la misma cuestión generacional hace que haya visto muchísimas películas de Bergman. No puedo decir que ninguna me defraudase, porque ya sabía a lo que iba :-) pero de más de una no me enteré de nada, y esta no la recuerdo. Pero Bergman siempre es interesante e inquietante, como dices, y la música y el teatro salen a menudo en sus peliculas, creo que más en las últimas. Al principio estuvo preocupado por la cuestion religiosa, y también daba muchas vueltas al psicoanálisis (El septimo sello, El manantial de la doncella, Los comulgantes, Fresas salvajes) pero aunque tenían unas imágenes brutales, me gustan más y te recomendaría si no las has visto Sonata de otoño, Gritos y susurros, Fanny y Alexander, Las mejores intenciones (sólo el guion es suyo, pero es sensacional) y la última, Sarabande.

    Tiene razón el que dice que esas frases del coro son fantásticas, y la respuesta del artista... supongo que es Bergman el que habla

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  2. Conozco algunas de las que citas, sobre todo El séptimo sello, que la he visto por lo menos 3 veces, y Fresas Salvajes la tengo preparada para verla un día de estos. No sé por qué deduces que en esas frases habla Bergman, pero si tú, que lo conoces mejor, lo dices... Por cierto el doblaje al castellano de esta escena es nefasto, se lo cargan porque cambian totalmente el sentido.
    Supongo que con las frases del coro te refieres a las musicales, el libreto no queda muy bien parado: texto ingenuo, hecho por un encargo, tocado por la inspiración de Mozart.

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  3. Supongo, quizá, podría ser... la verdad es que "me parece" que lo que dice el artista le pega bastante a Bergman, que por lo visto trabajaba mucho y no por la fama ni por creer que lo que hacía sirviese a nadie más que a el mismo. De lo otro, no sé por qué deduces que me refiero a la frase musical, pero sí, aciertas :-)

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    1. Más que deducirlo es que me parecía la interpretación lógica.

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