viernes, 19 de diciembre de 2014

"Luisa Fernanda" en el Palau de les Arts (18 de diciembre de 2014)


Segundo espectáculo que se ofrece en la presente temporada del Palau de les Arts, pegadísima por fechas a la otra, que todavía está en cartel, Manon Lescaut, pero ahora se trata de una de las zarzuelas más populares del repertorio, se trata de Luisa Fernanda, pero no solo en España, también fuera y gracias a la labor de Plácido Domingo, que la estrenó, por ejemplo, en Viena o en La Scala con gran éxito. Que haya una orquesta en el foso, cantantes en el escenario, y una escenografía más o menos acertada es algo que en principio ya me gusta, lo llamen como lo llamen, luego ya se trata de ver si la obra tiene o no la calidad suficiente para estar donde está. Y yo pienso que Luisa Fernanda tiene sobrada calidad para que no tengamos que justificar su inclusión en la temporada de ópera de Les Arts, teatro que desde el primer día ha apostado por el género lírico español en la Sala Principal (La bruja, El rey que rabió), otra cosa es que los recortes presupuestarios no hayan permitido programar, afortunadamente para mí, tanta como se hubiera querido. Peor parada ha salido la ópera barroca, se ofrecieron unas grandísimas representaciones del Orlando de Haendel, una obra realmente excepcional y con un reparto de campanillas, y pare usted de contar. La mayoría del público habitual en Les Arts creo que tenemos claro que si hay que elegir es lógico que se opte por la ópera, lo que ocurre es que en este caso Luisa Fernanda iba, junto a Manon Lescaut, en el pack Plácido Domingo.


La producción que se ha ofrecido en Les Arts es la famosa del Teatro Real  dirigida por Emilio Sagi (en realidad una coproducción de la ÓperaWashington/Teatro Real de Madrid/Ópera de los Ángeles, estrenada en el año 2004), está publicada en DVD y además es la misma que se ofreció cuando la obra se estrenó en Milán. Ya han pasado unos cuantos años pero se mantiene todavía fresca, cumple una premisa base del minimalismo: lo simple puede ser muy bello. En esta Luisa Fernanda se logra que haya amplitud escénica para que los verdaderos protagonistas sean los actores y cantantes,  belleza plástica mediante una cuidada iluminación y una sabia combinación de los colores en decorados y vestuario (blanco y negro fundamentalmente), y además funcionalidad, todo es creíble (muchas veces gracias al vestuario de Pepa Ojanguren), desde una rebelión en Madrid, hasta la verbena de San Antonio o una escena pastoral extremeña.

La soprano Davinia Rodríguez encarnaba a Luisa Fernanda, posee una voz de soprano lírica no especialmente bella pero que para mí resulta interesante y atractiva por su oscuridad, quizás no le haya favorecido la parte dialogada en la que se han apreciado carencias expresivas y de dicción. En todo caso ha defendido el papel con dignidad, me gustaría escucharla en un papel más exigente. Plácido Domingo, que lleva ya años asumiendo roles de barítono, interpretaba el papel de Vidal. No es un barítono, los aficionados lo hemos terminado aceptando como barítono pero no, es un tenor que encuentra dificultades en los agudos incluso cuando canta de barítono. Magnífica su manera de decir el texto pero ya van apareciendo serias dificultades a la hora de cantar, muchos problemas de fiato que le hacen recurrir a mil y una artimañas para solventarlos como buenamente puede. Pero a pesar de todo esto la voz toda vía es hermosa y su actuación escénica y, sobre todo, la dicción, pronunciación y proyección de la voz en las partes dialogadas no han tenido rival esta noche. La valenciana Isabel Rey fue la duquesa Carolina, ya hace tiempo que vimos que su voz había madurado y había tomado más cuerpo, ha estado convincente en lo dramático y ha solventado las partes cantadas sin mayor problema. Y el canario Celso Albelo se encargó del papel de Javier, me he llevado una decepción al principio, no sé qué ha pasado, si es que no había calentado la voz, si es que tenía algún tipo de problema físico o si Jordi Bernácer no lo ha cuidado lo suficiente, pero en su romanza de salida "De este apacible rincón de Madrid" ha resultado totalmente inaudible, es una lástima, poco a poco se ha ido recuperando y ha estado pletórico al final. El resto del reparto ha estado bien, destacaría a Maria José Suárez y Sandra Fernández como Mariana y Rosita respectivamente. El Cor de la Generalitat Valenciana ha estado acertadísimo en esta ocasión, así como el Ballet de la Gerneralitat y la Orquesta de la Comunitat Valenciana, bien dirigida por Jordi Bernàcer, no sé si los citados problemas de proyección de Albelo habrán sido debidos a éste o del director musical, me inclino porque ha sido algún tipo de indisposición del tenor.

El público era variopinto: pocos jóvenes, los habituales del turno de abono que tocaba, extranjeros que han venido en autobuses para escuchar a Domingo y muchos jubilados ruidosos, charradores y cantarines rememorando sus tiempos mozos. Como tanto ruido me desconcentraba en un determinado momento se me pasó por la cabeza que Luisa Fernanda hoy sería de Podemos,  pensé en hacer con ello una maac-chorrada, porque es eso, pero mejor ya la dejo aquí:

LUISA FERNANDA

El que corresponde
a un grito de rebeldía.
(avanzando) Sí, padre.
¡No puedo más!
¡Luisa Fernanda saltó!
Ya es hora de que hable yo
y me escuchen los demás.
(A Carolina)
Para usté la vida es bella
mirada desde su altura;
pero ¡qué triste y qué dura
cuando hay que luchar por ella.
¿Riquezas? Las que heredó.
¿Alegría? La que pide.
¿Rango? Su boca lo mide.
¿Amores? ¡Los que compró!
Las diversiones, logradas,
y los caprichos colmados;
y, para los desgraciados,
unas piadosas miradas.
Venga un orden diferente.
¿Mejor o peor? No sé;
pero donde yo... y usté
nos veamos frente a frente.
Ni más baja ni más alta;
al nivel del corazón, que,
con la misma emoción,
lo mismo palpita y salta.
Mas lo que no puede ser
es que usté tenga derecho
a las ansias que en su pecho
haya sentido nacer,
y, además, por el placer
de abrumar con su grandeza,
(Emocionada)
¡a ensombrecer de tristeza
los ojos de otra mujer!

CAROLINA
No comprendo tu lenguaje.

DON FLORITO
Yo, tampoco.

MARIANA
Se ha exaltado.
Está el pueblo levantado
y es contagioso el coraje.
¿Quiere pasar mi señora
la duquesa al interior?

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