martes, 4 de marzo de 2008

Purcell. Canciones de Taberna

Venga, que tengo tiempo para una entrada rapidita:

Hoy traigo unas "inocentes" y divertidas canciones de Purcell. Son "catchs", una especie de canónes a tres o más voces de carácter profano que tuvieron su máximo apogeo en la Inglaterra de los siglos XVII y XVIII, un tema se va repitiendo por varias voces a determinada distancia de tiempo o compás. Estas canciones de Purcell se solían interpretar en la taberna (drinking-song), de ahí sus licenciosos textos. La grabación de estas canciones se hizo en 1976 por el del Deller Consort, grupo fundado por Alfred Deller.

Propongo tres de ellas, disculpad si hay alguna falta al copiar los textos, que con las prisas...:



Come, let us drink
Tis in vain to think
Like fools on grief or sadness
Let our money fly
And our sorrows die,
All worldly care is madness.

But wine and good cheer
Will in spite of our fear
Inspire our hearts with mirth, boys:
The time we live
To wine let us give,
Since all must turn to earth, boys.

Hand about the bowl,
The delight of my soul,
And to my hand commend it:
A fig for chink!
Twas made to buy drink
And before we go hence we'll spend it

Vamos, bebamos
No pensemos en vano como tontos
En el dolor y la tristeza:
Dejemos correr el dinero
Y dejemos morir nuestras penas,
Locura son las preocupaciones terrenas.

Que el vino y los brindis
A pesar de nuestros temores
Nos colmarán de alegría, muchachos,
El tiempo que vivamos
Démonos al vino,
Que todos volveremos a la tierra, muchachos.

Haced pasar la copa.
La delicia de mi alma,
Y que vuelva a mi mano;
¡Al diablo con el dinero!
Está hecho para pagarse un trago
Gatémoslo antes de morir.


The miller's daughter riding to the fair
Without a saddle upon a scurvy mare
Cried, "Oh Mother, I'm quite undone,
I'm all o'ergrown with hair!"

"Away you silly daughter,
Tis ev'ry she's concern,
And if you won't believe me,
Look here, and you may learn!"

Then taking her aside,
She made the matter plain:
"Oh mother, you're ten time worse, why sure
You ride upon the mane!"

La hija del molinero cabalga hasta la fiesta
Sobre una yegua escuálida y sin sifla,
Gritó: "¡Madre, estoy perdida
Toda cubierta de pelos!"

"No digas tonterías hija,
Todas las chicas son iguales,
Y si no me crees,
Mira aquí y te enterarás."

Entonces la llevó aparte,
Y le dejó todo claro.
"Oh, madre, tú estás diez veces peor!
¡Seguro que montaste sobre la crin!"


Sir Walter enjoying his damsel one might
He ticked and pleased her to so great a height
That she could not contain t'wards the end of the matter
But in rapture cried out, "Oh swet Sir Walter
Oh switter swatter switter swatter switter swatter..."

Sir Walter, gozando una noche con su damisela
La acarició y le dio tanto placer
Que ella no pudo aguantarse
Y exclamó: "¡Oh Sweet Sir Walter,
Oh switter swatter switter swatter switter swatter..."





4 comentarios:

  1. Las canciones son muy entretenidas, pero la letra de la segunda, "The miller's daughter riding to the fair", me ha dejado en estado de shock :)

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  2. Recuerdo que la primera vez que la leí tuve que hacerlo dos veces -leerla, claro- porque no daba crédito.
    Con el tiempo cambian las leyes, las instituciones, las costumbres, los valores... Unas veces para bien y otras para mal. Pero el ser humano siempre es el mismo.

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  3. Muy falstaffianas. Curiosamente el otro día en Radio Clásica estaban poniendo un recital de canciones de este tipo, pero lo escuché empezado y no recuerdo ni el compositor ni los intérpretes.

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  4. el sol de junio no siempre es amarillo
    Presentador. Bienvenidos, cuenta la leyenda que en la vieja Alejandría, un filósofo con retardo mental pronunció esta terrible frase "la vida me importa un pucho", cosa que sucede con nuestra eterna Lucrecia. Como ven, tiene las sandalias al revés, la cabellera despeinada y unas ojeras de dos días de trasnocho, la otrora diva de Buenos Aires, quien vive el más aciago ocaso de la carne se ha adentrado en las lecturas de hombres dioses como Zoroastro, Sidarta y Mahoma, y ha entendido que no obstante su condición de puta y de alcohólica no es digno que la muerte la sorprenda saltando en un catre. Lucrecia, Buenos Aires te quiere más que a Cristina Fernández. Aplaudan la diva se ha parado del suelo. Mientras ella se ubica en el escenario anuncio que estoy buscando trabajo en otro circo.

    UN ADIÓS EN VENECIA
    El cielo es oscuro cuando no hay estrellas
    las tardes son largas sino sale el sol,
    esta fría noche de amor en Venecia
    es para decirte para siempre adiós.

    Hagamos un brindis por los viejos tiempos,
    juntemos los labios en oscuridad
    y mientras la brisa juega con el viento
    júrame que siempre me vas a extrañar.

    Al cruzar la puerta guárdame en el alma,
    guárdame en el fondo de tu intimidad.
    Por favor no llores que en Venecia hay calma,
    te juro que nunca te voy a olvidar.

    Salomón Borrasca

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