viernes, 4 de abril de 2008

Casi sin palabras: Grümmer/Kempe - Ihr habt nun Traurigkeit (Brahms: Deutsche Requiem)

Elisabeth Grümmer caracterizada como Eva de Los Maestros Cantores


Teóricamente esta entrada iba a ir en blanco, pero quiero hacer una puntualización: El hecho de que aparezca hoy un Réquiem en el blog es una pura casualidad, no me hagáis interpretaciones. No significa que tenga una época mística o que haya visto la luz, ni nada por el estilo. Estoy cogiendo carrerilla preparando algo que colgaré dentro de poco, por eso no me extiendo más. El que quiera sacar el reclinatorio, que lo haga, jajaja... No hay palabras en este mundo para describir la interpretación de Grümmer, si la perfección existe debe ser algo así. No me canso de escucharla.

Brahms. Deutsche Requiem: "Ihr habt nun Traurigkeit" - Elisabeth Grümmer, Coro de la catedral de St. Hedwigs, Filarmónica de Berlín y Rudolf Kempe. 1955.



V.-
Ihr habt nun Traurigkeit;
aber ich will euch wiedersehen,
und euer Herz soll sich freuen,
und eure Freude soll niemand
von euch nemmen.
(Johannes 16, 22)

Ich will euch trösten,
wie einen seine Mutter tröstet.
(Jesaja 66, 13)

Sehet mich an:
Ich habe eine kleine Zeit
Mühe und Arbeit gehabt
und habe großen Trost gefunden.
(Jesus Sirach 51, 35)


V.-
Ahora estáis afligidos; Pero yo os volveré a ver,vuestro corazón se regocijará y nada podrá privaros de vuestro gozo.(San Juan 16, 22-23a)
Os consolaré,como una madre consuela a su hijo.(Isaias 66, 13)
Mírame:Qué escaso tiempo de fatigas y trabajos he vivido y he hallado un gran consuelo.(Siracide o Eclesiástico 51, 27)

4 comentarios:

  1. Reclinatorio sacado, más que nada porque ante la música de Brahms es lo mínimo. Cuánta belleza, el coro me hace saltar las lágrimas... y qué dulzura la de ella, cuánta luz en su voz.

    No hace nada que hablaba en el blog de Titus precisamente de este fragmento, que según he leído fue el último que compuso Brahms para esa maravillosa obra maestra que es su Réquiem. Grandioso.

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  2. La espiritualidad que me inunda al escuchar la música de Brahms, se transforma en éxtasis si viene de la mano de Grümmer. Además del reclinatorio, propongo sacarla en procesión el año que viene.

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