Esta tarde-noche en el recién estrenado Teatro Martín i Soler del complejo del Palau de Les Arts: REFLEXOS DEL SEGLE XVIII ¿Y eso qué es? Pues ni más ni menos que un concierto de obras de dos compositores contemporáneos que durante un tiempo coincidieron en Viena (1785-1788) y compartieron libretista, Lorenzo da Ponte, e incluso llegaron a ser amigos: Mozart y el valenciano Martin i Soler. El concierto correrá a cargo de la Orquesta de la Comunitat Valenciana, Zubin Mehta y su sobrino, el contratenor Bejun Mehta, lo cual tiene su morbo. Es un concierto muy interesante porque, además de lo dicho, en la Viena de la época, aunque hoy nos parezca extraño, llegó a ser más famoso y valorado el valenciano que el genial Mozart, esto le añade más morbo al asunto. Todavía no tengo todas conmigo de que pueda estar esta tarde en Les Arts pero haré lo posible para que así sea, será el primer concierto al que asisto en esta nueva sala. El precio de las entradas echa un poco para atrás: 75 euros, sobre todo si tenemos en cuenta que la orquesta y el director son de la casa. Pero también debemos comprender que el Ministerio no suelta un duro - dicen que porque el Gobierno de la Generalitat no le deja participar en el Patronato que preside Camps- y así es muy difícil mantener un teatro con un nivel artístico medio-alto a precios competitivos. El día que la Generalitat cierre el grifo, apaga y vámonos.
Pero, pero, pero... ¡Sorpresa! De Martin i Soler sólo se ofrecerá la obertura de La festa del villaggio, el resto del concierto se divide entre arias de Haendel (Primera Parte): Rodelinda, Belshazzar y Orlando y de Mozart (Segunda Parte) la Sinfonía núm. 41, Júpiter. Así que de obras de Martin i Soler y Mozart exclusivamente, como estaba anunciado en un principio, nada de nada. ¿Qué queréis que os diga? Supongo que no han tenido tiempo para preparar el concierto. A mí no me importa mucho pero el sentido y la unidad del concierto han quedado seriamente desdibujados. Desgraciadamente estamos ya acostumbrados a que estas cosas pasen.
Bejun Mehta, el sobrinísimo, no está aquí por enchufe, es uno de los contratenores más prestigiosos del momento. Ya estuvo en Les Arts interpretando el papel protagonista de la ópera Orlando y nos dejó a todos un buen sabor de boca, no sólo por su técnica de canto sino por sus dotes escénicas. Bejun fue muy famoso como niño soprano a principios de los años ochenta, de hecho grabó un disco por el que cosechó algunos premios. Con el cambio de voz tuvo que dejar su carrera musical. Quince años después volvió convertido en un contratenor sorprendiendo a la misma Marilyn Horne, ésta le ayudó a dar sus primeros pasos en este campo, saltando a la fama poco después al ser llamado para sustituir a un enfermo David Daniels en Viena.
Seguidamente lo podemos escuchar en dos arias de Mitridate, Re di Ponto de Mozart:
Un concierto a 75 euros más que caro es obsceno, independientemente de que el ministerio dé dinero o no, que es un tema político en el que no quiero meterme. Si sólo se pueden ofrecer conciertos de calidad a ese precio, habría que buscar una alternativa, más aún cuando a pocos metros está el Palau de la Música con conciertos muy atractivos a precios normales.
ResponderEliminarMe parece de muy poca profesionalidad el cambio de programa... y más si es para cercenar las partes de Martín i Soler...
ResponderEliminarMe gustaría saber desde cuándo se sabe el cambio de programa. Algo parecido pasó en el Palau de la Música con el concierto titulado Música en tiempos del Cardenal Ottoboni, la mitad de compositores se cayeron del cartel a última hora y tuvieron que repartir los programas sin textos y fotocopiados.
ResponderEliminarPos si...en la Garnier en Paris valen a 47 euros las entradas mas caras para los conciertos. Se les ha ido un poco la pinza.
ResponderEliminarMe preguntaba mientras volvía paseando hacia casa si al final te habrías animado a ir al concierto, si mi "contertulio virtual" estaria entre esos doscientos afortunados que hemos escuchado un concierto excepcional.
ResponderEliminarUn crítico que me he encontrado a la salida me ha dicho, con cierta gracia, que esto de hoy se podría calificar de "concierto privado".
El Mehta contratenor ha estado fantástico despues de la primera aria y el fammi combattere me ha recordado, esa aria de bravura, y dificil, me ha recordado su espectacular actuación en Orlando.
Soy muy Handeliana, las arias de Handel tienen algo especial que consigue emocionarme; sus elegantes ritornellos, su forma de enlazar y reinaugurar el motivo... En realidad no sabría explicar el porqué, la cuestión es que cantadas también como hoy me hace alcanzar o rozar algo que se parece al cielo.
La sinfonía 41 ha sido una maravilla, elegante el dialogo entre los violines... qué orquesta tenemos!!!!
Si de estudiante me hubiesen dicho que en una semana y cerca de casa iba a ver Sigfrido, el concierto de hoy, el miércoles Wyn-Rogers cantando la canción de la tierra y a René Jacobs en Castellón hubiese pensado que se trataba de una broma.
Cuánto ha cambiado todo y qué extraño me parece todavía que sea posible.Incluso el hecho de poder compartir mis impresiones de esta forma y tener "unos contertulios virtuales" con mis mismas aficiones... Enfin, buenas noches a todos!
Pues sí, al final he estado en el concierto y ha valido la pena pero nos hemos quedado con ganas de más Bejun Mehta. Ha cantado muy poco, aunque bien mirado no difiere mucho de esos conciertos en los que se va interpretando una pieza instrumental y otra vocal alternativamente, la diferencia ha estado en que la parte vocal ha estado toda en la primera parte.
ResponderEliminarEl niño canta como quiere, eso está claro. La sinfonía 41 de Mozart es maravillosa pero, ... ¿Llegó a 25', aplausos incluídos, el tiempo que estuvo cantando?
ResponderEliminarAl final pagamos 75€ para escuchar CINCO arias (bis incluído)de Bejun Mehta. Fue muy bonito mientras duró pero, duró tan poco... me supo a timo. ¿Porqué programan unas cosas y luego hacen lo que les da la gana?
Cuando vino Jaroussky al Palau de la Música pagamos menos de 20€ (me suenan 17) y fue un recital en toda regla (por cierto, magnífico).