lunes, 21 de julio de 2008

Esta chica se come la pantalla

Ya esperaba la decepción. Con el paso del tiempo los recuerdos o se desvanecen o se desfiguran, raro es que permanezcan intactos en nuestra memoria. Lo sabía. Y eso es lo que me ha pasado al volver a ver el Giulio Cesare de la Temporada 2000-2001 del Liceu. La producción, con dirección escénica de Herbert Wernicke, me parece muy entretenida (los toques de humor: cabeza de Pompeo, cocodrilo, turistas...) y visualmente hermosa (la piedra Rosetta, el espejo en el cielo, la iluminación, mezcla de estilos y épocas), correcta la dirección de Harry Bicket pero no tiene nada que ver con la versión de Jacobs y la Orquesta Barroca de Friburgo que pudimos escuchar en Castellón hace bien poco, sería injusto si la comparara pues la del Liceu no es una orquesta especializada en este repertorio. En aquellos días fue muy criticada la idea de mezclar fragmentos de Giulio Cesare con otras óperas del compositor como Orlando, Rinaldo y Tolomeo, eso en el siglo XVIII era normal pero hoy no sé tiene mucho sentido, para gran parte del público seguro que no porque conciben la ópera como una especie de museo en el que las piezas son intocables.

El reparto, salvo en el caso de Blancas y Podles, es penoso. Ann Murray, de quien existe un magnífico Xerxes en inglés publicado en DVD, no estuvo muy fina esa noche, su Giulio Cesare, además de que no está bien cantado adolece de falta de masculinidad, ahí es donde las mezzos suelen hacer aguas siempre y es esta una de las razones por las que prefiero que los papeles de castrado sean interpretados por contratenores. Sin embargo éstos en la mayoría de las ocasiones -sería injusto si no reconociera que cada vez son más los que lo hacen bien- son inferiores desde el punto de vista vocal. Para muestra un botón y en la misma producción: el Tolomeo de Chrisopher Robson no hay por dónde congerlo.

Pero si quería volver a ver esta representación en su día televisada por C33 era por la Cleopatra de Ángeles Blancas. Y lo he hecho gracias a Joaquim y a Federico que son unos cracks, los dos. La he encontrado tal y como la recordaba, bien en lo vocal y excepcional en lo dramático, hay que ver lo bien que se mueve Blancas sobre el escenario, como transmite sentimientos con cada gesto, nos hipnotiza, se come el escenario, la pantalla en este caso. Además está ayudada por una concepción escénica muy plástica y fiel al momento dramático: esa piedra Rosetta desintegrándose y dejando a Cleopatra inmersa en su soledad.




Vamos a recordar otra magnífica interpretación del aria, se trata de Virginia Zeani en La Scala el año 1956, entonces se interpretaba Haendel con un estilo de gusto decimonónico, pero aún así la interpretación que hace la rumana es sobresaliente. Grabó muy poco, no sé si es porque no le interesó o porque las discográficas pasaron de ella. La cantidad de Traviatas que protagonizó produce vértigo, unas 600. En 1964 fue protagonista de unas representaciones históricas del Liceu cantando Mimì junto al debutante Jaume Aragall. Algún día le dedicaremos la entrada que se merece.



4 comentarios:

  1. Maac,

    No conocía la versión de Angeles Blancas, es fantástica, qué fuerza tiene. Te la imaginas con Jacobs?

    Podría escuchar Giulio Cesare todos los días y no me cansaria, en fin que soy handeliana a estas alturas ya no es un secreto

    Gracie mille y buena semana Maac!

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  2. ¡Qué bien lo hace Virginia Zeani, pese al acompañamiento pseudo-romántico!

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  3. je, je, je, este joaquim tiene un poco de mala leche, el Federico ese si que es un pedazo pan.
    La Blancas es muy reclinatoriable.

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  4. Soy gran admirador de la Zeani.Le vi en sus últimos años de carrera tres óperas:Manon Lescaut,Tosca y Fedora.Era una mujer muy bella, una grandísima actriz y una estupenda cantante.Su tesitura era muy amplia y en su juventud llegaba con suma facilidad al mi bemol,ademas de poseer un grave fuera de lo corriente.A todo esto hay que añadir una enorme expresividad en el fraseo lo cual ha llevado a más de un crítico a comparar su" regnava nel silenzio "con el de Maria Callas.Repito lo que he dicho en más de una ocasión : si hoy en dia tuviera 30 años gozaria de un status similar a Anna Netrebko.

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