Ellas también tocan el violonchelo

Pocas entradas exclusivamente dedicadas a la música instrumental encontraréis en este blog. Por algo se llama "Cantan ellas" ¿No? Pues no, el título se me ocurrió justo un momento antes de rellenar el formulario para crear el blog. Hoy ellas no han venido para cantar, hoy tocan. ¿Y qué tocan? Pues el violonchelo. Llevo una temporadita dándole al violonchelo, pasivamente, por supuesto.

Dicen que el concierto de Elgar es fruto del pesimismo que invadió al compositor tras la Primera Guerra Mundial. No quiero ni pensar qué hubiera pasado si Elgar llega a ser testigo de la Segunda. Ya sé que todas las guerras son iguales, pero en realidad no es así, todas tienen cosas en común y todas son diferentes. Grandes versiones de este concierto hay bastates, lo han grabado Yo-Yo Ma, Casals, Rostropovich, Fournier, Tortelier, Lloyd Weber y las que, sin duda, me dejo. Por encima de todas brilla una, la de Jacqueline du Pré, que lo grabó con John Barbirolli y la London S.O.para EMI en 1965. La desgraciada violonchelista británica fue la culpable de que este concierto se haya convertido en uno de los más famosos dedicados al violonchelo -el instrumento que tantos piropos recibe habitualmente por su particular timbre, el más parecido a la voz humana, no sé si será verdad, lo han repetido tantas veces que yo me lo he creído-. Parece ser que cuando Rostropovich escuchó el concierto de Elgar interpretado por Du Pré decidió que a partir de entonces el mismo desaparecería de su repertorio. En Youtube he encontrado una versión grabada por un jovencísimo Barenboim y su querida Jacqueline. Advierto que está música va directa al corazón, dejaos llevar y no la escuchéis mucho con el cerebro, espero que disfrutéis tanto o más que lo he hecho yo.