martes, 20 de enero de 2009

Una zarzuela al año no hace daño


El rey que rabió, la zarzuela que conmemoraba en Valencia el centenario del fallecimiento del compositor alicantino Ruperto Chapí, me ha parecido una de las mejores producciones que se han realizado por el Palau de les Arts desde que abrió sus puertas.


El teatro comenzaba su andadura con un Fidelio bastante convencional aunque muy efectivo y espectacular; Don Giovanni ni se vió, pasó a mejor vida tras las inundaciones; el Cyrano, con un montaje bastante feo, se realizó con urgencia pero resultó uno de los que mejor resultado ha dado en cuanto a movimiento escénico; la Carmen de Saura no había por dónde cogerla se mire por donde se mire; Simon Boccanegra fue un dejà vu; de Parsifal lo mejor fue la belleza plástica lograda en algunas escenas pero los problemas por resolver fueron muchos, no sólo en cuanto a movimiento escénico sino en la falta de representación de aspectos fundamentales de la historia, como la llegada de la primavera en el último acto; L'arbore di Diana nos mostró que con un buen movimiento de actores y un poco de inteligencia se pueden conseguir resultados más que notables, y de que no es necesario tirar el dinero sin ton ni son; La Bohème -que ahora mismo no sabría decir si era un montaje propio- y La bruja me las perdí; en el Festival del Mediterráneo la Fura sorprendía a propios y extraños con un Oro del Rhin y una Walkiria hipnóticos y de ciencia ficción que no asesinaban la dramaturgia wagneriana, un placer para los sentidos, a un nivel inferior se situaba, al año siguiente, su Siegfried, convertido en más de lo mismo.

De El rey que rabió escuchamos el picante coro Por entre las mieses (Mazurca del ris-ras), que a finales del XIX, con sus onomatopeyas, debía ser bastante fuertecillo. "Y ellos, pobrecitos, no piensan más que en ir cortando espigas, ris-ras, ris-ras", las cosas no han cambiado tanto:



Con El rey que rabió hemos podido comprobar que el coro sabe moverse , y muy bien, si alguien le dice cómo debe hacerlo, que uno ya empezaba a dudarlo. La puesta en escena ha sido muy atractiva, llena de colorido, con predominio del rojo -que al final resultará ser símbolo del amor y no la plasmación de una idea política, como Maac había pensado al iniciar la obra- y con muy pocos elementos, sin renunciar a la espectacularidad, resuelve todas las situaciones que la obra plantea, lo mismo sirve para mostrar una escena palaciega que otra campestre, no hay un momento para el estatismo, todo está en un continuo movimiento desde que se alza el telón. No son muchas las dificultades de la obra para la Orquesta de la Comunitat Valenciana, los cantantes han pasado la prueba con un aprobado general, el coro ha brillado al nivel que nos tiene acostumbrados, pero si algo ha triunfado por encima de los demás ha sido la dirección escénica de Emilio Sagi, la escenografía de Francesco Calcagnini, el vestuario de Pepa Ojanguren -una sabia combinación de lo tradicional en la forma, con lo moderno en el diseño de las telas- , la iluminación de Albert Faura, y la coreografía de Diniz Sánchez.

En cuanto a la obra de Chapí decir que es deudora de la época en la que se compuso, por lo que no dejé de tener la impresión de que estaba asistiendo a una representación de una pieza de arqueología, su humor está hoy más que superado, si bien quedó demostrado que puede funcionar si se la adorna como es debido y mucho mejor que óperas prestigiosas que forman parte del repertorio habitual de los teatros de ópera actuales, La fille du régiment sin ir más lejos, claro que aquí ya entra en juego la riqueza musical de la una en relación a la otra.

Tabién hemos visto que la política de descuentos que aplicó el Palau de les Arts ante el temor a que el teatro presentara medio aforo ha tenido sus frutos y que con la programación de zarzuela se permite que otro tipo de público acceda al Palau de les Arts, y no sólo el de mayor edad, nunca había visto tanto niño en una representación de les Arts. En definitiva, que pasé una tarde muy agradable, me olvidé de los problemas cotidianos y me reí alguna que otra vez. Así que si siempre va a ser a este nivel, por mí pueden seguir, una zarzuela al año no hace daño.

Terminamos con el bellísimo Nocturno del segundo acto:






18 comentarios:

  1. Però on es trobava la música? Només de quan en quan (en poquetes ocasions) et situaves en una sala de concerts.
    I l'ambient de la platea? Allò semblava, pels comentaris i les cantades de la gent, que estaves al bar davant el televisor.

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  2. Al escribir esta entrada he intentado ceñirme a la producción, que me ha parecido muy buena. Quizás la cuestión estriba en que cuando uno va a ver una zarzuela debe cambiarse el chip de la ópera, no son lo mismo, por algo tienen nombres distintos. En cuanto al público, tienes razón, no era el habitual del Palau de les Arts y no supo comportarse como es debido.

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  3. Si nos van a poner una zarzuela al año, que no me parecería mal siempre que no entrase en el abono, propongo a Helga & Co. que elijan alguna con más miga en lo musical, que las hay. Es que en esta, como dice elPc, lo musical hay que buscarlo con lupa. Y lo teatral, como tú dices, está superado. Si sumamos los dos factores...

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  4. Lo del público era de juzgado de guardia, ya lo hemos comentado alguna vez, precisamente el nocturno que has puesto fue el que nos machacó la sra. del primer piso con sus estruendosas y nada disimuladas toses (existen pañuelos para eso, sra.). Mi sensación fue muy parecida a la tuya Maac, al principio estaba cabreado porque musicalmente no es precisamente una joya pero cuando cambié el chip y me relajé un poco, me lo pasé muy bien con aquel perro ridículo, aquel gobernador tan saltarín y con un montaje tan atractivo. Lo de las "fotos" de las princesas "aspirantas" era buenísimo. Si la temporada que viene ponen otra de ese estilo y está igual de bien hecha, volveré (aunque no esté en el abono) y de esta opinión, ... nadie me sacará! :-)

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  5. No acabo de entender lo de "abono de ópera", el abono es de una temporada de un teatro y debe ceñirse a los espectáculos de la temporada, a todos o a parte de ellos, a lo que el teatro programa. Además hay un abono en el que se ofrece sólo opera, que es el que yo tengo. No sé por qué el concepto de abono y Palau de les Arts debería circunscribirse sólo a la ópera. La zarzuela no es ópera, como tampoco lo son, en sentido estricto, El rapto del Serrallo, La Flauta Mágica o El Murciélago y no me imagino a nadie rasgándose las vestiduras porque al año que viene le metan en el abono alguna de ellas. El ballet ha estado asociado habitualmente a los teatros de ópera, tampoco es tan extraño que un teatro que programa ópera programe también ballet. Es más, es conveniente que todo teatro de ópera tenga un cuerpo de ballet estable porque gran parte de óperas tienen números de ballet, y, al parecer, por ahí van a ir los tiros próximamente.

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  6. Bueno...a mi me pareceria más adecuado que los abonos fueran de operas (no fotem, Maac, con Flauta Mágina incluida, si es el caso) y que el resto de respetabilisimos espectáculos (ballet, zarzuela y lo que se tercie)se pudieran adquirir voluntariamente. Esto de intentarnos "vender" la zarzuela como algo parecido a la ópera...pues no sé, será parecido, pero es un género diferente, y cada cúal tiene su opinión sobre si le gusta o no. Seguramente vendiendo zarzuela aparte se llenaria también de gente a la que, con el mismo derecho, no le gusta la ópera, pero así podrian disfrutar de su espectáculo favorito.

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  7. ¿Y qué diferencia hay entre un singspiel, una opereta y una zarzuela al margen de la cantidad y calidad de la música que pueda haber en cada obra específica dentro de cada género? Ahora mismo no se me ocurre ninguna. Fíjate si las fronteras entre zarzuela y ópera son difusas que a veces se duda sobre si determinadas obras pueden ser consideradas lo uno o lo otro ¿Y qué pasaría con los dramas wagnerianos que tampoco son considerados ópera por parte de algunos aficionados? Pienso que la zarzuela tiene todo el derecho a estar programada en un teatro de ópera y a gozar del mismo tratamiento que cualquier ópera. Lo demás son prejuicios. Podemos discutir sobre la calidad de esta o aquella zarzuela, pero eso ya es harina de otro costal. Es inevitable que en los abonos se cuele algo que no nos guste.
    Menos justificado me parece mezclar los conciertos sinfónicos o el ballet con la ópera, pero si está programado en una temporada de un teatro qué es lo que impide hacerlo. Al final es el espectador el que tiene la última palabra.

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  8. Maac, con todo el respeto, pero creo que tengo derecho a defender mi opinión sin que se me acuse de tener prejuicios, ¿no crees?. Es evidente, y nadie lo niega, que la zarzuela tiene todo el derecho del mundo a estar programada en un teatro de Ópera ¡faltaria más!. Simplemente, defiendo que a mi me pareceria mejor opción que no me pusieran (al igual que el ballet)una en el abono, porque a mi no me gusta...SIN QUE TENGA NINGÚN PREJUICIO EN CONTRA DE ELLA, sencillamente no me gusta. No entiendo el problema de vender las entradas a parte, al igual que se hace también con algunas óperas, incluso ¿no es cierto?. Si es por miedo a que la sala no se llenara, bastaria con hacer una buena publicidad de la obra, seguro que hay mucho público, como he dicho antes, no operístico, que estaría encantado.

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  9. ja, ja, ja, llevo un rato riéndome, de mi misma...es que acabo de leer en La Vanguardia que Doña Francisquita, la zarzuela prevista para la próxima temporada en el Liceu (la programación salió justo ayer) ...SE PROGRAMA FUERA DE ABONO!
    Lo podéis leer AQUÍ.

    Pero que conste que me solidarizo igualmente con los pobrecitos abonados de otros teatros de ópera a los que si que obligan "a tragarse" zarzuelas ! (es bromaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, Maac).

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  10. Con la de años que llevan los aficionados, sobre todo los del Real, quejándose porque les incluyen ballets en el abono y ahora resulta que va a ser hasta deseable. No, cada cosa en su sitio. La diferencia de públicos ha sido notoria, ha quedado patente que hay un público de ópera y uno de zarzuela, luego, si cada cosa tiene su público ¿por qué hay que mezclarlo? El mismo recinto puede servir para ambas cosas, me parece muy bien, como también puede servir para representar el musical de Mecano o Jesucristo Superstar, pero si me ponen cualquiera de esas dos cosas en abono protestaré y con motivo. Lo de que La flauta mágica no es ópera, aunque sea cierto, es un argumento demasiado cogido por los pelos que también podría usarse para programar cualquier cosa, hasta un recital de Bertín Osborne.

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  11. Bueno... yo la zarzuela la consideraría un subgénero de la ópera, entendida en su sentido más amplio, más que un género propio, como el singspiel y la opereta, respecto al musical tengo más dudas, principalmente porque no utiliza la misma técnica de canto. Nada tiene que ver con eso el pop o la llamada música ligera, que de programarse, entiendo que debe hacerse fuera de la temporada de abono. Respecto al lied, el ballet, la música de cámara y la sinfónica pienso que deben considerarse ciclos especiales en el caso de que los espectáculos se programen en cantidad suficiente para poder considerarse así, en otro caso no me parece mal que estén dentro de la temporada de abono.
    En el caso del Palau de les Arts, y respecto a esta temporada tenemos programadas 7 óperas, 1 zarzuela, 1 ballet, 5 conciertos líricos o sinfónicos, 6 conciertos de cámara y 4 recitales solistas. La inclusión de unos espectáculos u otros dentro de cada abono es una facultad de los gestores del teatro y no un derecho del público, lo cual no impide que podamos opinar. Pues bien, veo correcto que tanto la zarzuela como el ballet estén incluidos en algunos abonos -no es mi caso, porque yo elegí adquirir un abono exclusivo de ópera- porque se quedan descolgados, menos justificado quizás es la inclusión de conciertos sinfónicos porque por su cantidad podrían formar un abono propio, pero en última instancia es una decisión del teatro y me parece correcto que así sea. Una vez que el teatro ha organizado el reparto de espectáculos en los diferentes abonos es el público el que tiene que decidir lo que quiere o no quiere ver. Si quiere ópera exclusivamente no tiene más que solicitar su correspondiente abono.

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  12. Pero no todos podemos elegir cualquier abono, los que somos de fuera sólo podemos optar al de fin de semana, que incluye zarzuela, concierto sinfónico y ballet como impuesto revolucionario. De todas formas, me temo que este va a ser mi último año como abonado, si no hay novedades el año que viene tendré que irme a trabajar fuera de casa y no sé si podré ir a Valencia con tanta frecuencia. Entre eso y que no estoy dispuesto a pagar por anticipado, y caro, espectáculos que no me interesan demasiado, no voy a hacerme mala sangre con este tema. Por mí Helga puede incluir en el abono hasta El Virgo de Vicenteta si quiere, que a mí ya no me pilla.

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  13. A mi hay óperas que no me gustan y me caen en el abono, y cantantes y registas y directores.
    Una temporada adhoc es imposible.
    De la zarzuela molestan los textos, quizás por que entendemos lo que dicen o mejor dicho, gritan. ¿Por qué gritan tanto los cantantes de zarzuela cuando tienen que hablar?
    Pero también me molestan los pesadísimos diálogos de Zauberflöte, Fidelio o el Fledermaus con un tercer acto más hablado que cantado.

    Tenemos demasiados prejuicios y no me cabe en la cabeza que una persona que le gusta la ópera, deteste la zarzuela. No lo puedo entender.

    Yo prefiero el Götterdämmerung a L'Elisir, una zarzuela grande y no por ello diría que no la metan en mi abono.

    El ballet es otra cosa.

    No tiene porqué ser el mismo público y yo siempre he creído que si hicieran dos abonos distintos, ballet y ópera, el público del ballet tendría más entradas disponibles. Ahora las copan los abonados de la ópera que estamos obligados a ir al ballet o revendernos las entradas de los espectáculos que no nos interesan

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  14. Joaquim...¿y no podria ser simplemente que a algunos, sin tener prejuicios, ni destestarla, no les gustara la Zarzuela? Es que esto de anatemizar es muy fácil.

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  15. Yo maté a Kennedy. La culpa fue suya, por ir silbando "Una morena y una rubia".

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  16. Joer, Titus...que agresividad, no ? Peor hubiera sido "Opá, yo quiero un corral" :P

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  17. No tengo la impresión de anatemizar, pero si tu lo has percibido así, será que anatemizo.

    Se podrá decir que no gusta la zarzuela en génerico, vale, me parece muy fuerte, pero lo acepto. Ahora bien, cuando la canta Kraus, Lorengar, Berganza, Ausensi, Garanca, Plácido, Villazon, Alvarez,etc., etc., etc., ¿quién se atreve a decir lo mismo?.

    ¿No puede ser que solamente sea por el idioma?.

    Escuchando Jugar con fuego, Los diamantes de la corona, La Tempestad, el Anillo de Hierro, El barberillo de Lavapiés, La Villana, El caserío, La Dogaresa y tantísimas que me dejo en el teclado, me asombra que se pueda negar TODO el género.

    Hay que conocer mucha zarzuela para decir NO ME GUSTA. A lo mejor no gusta la zarzuela "madrileña", castiza o regionalista, pero toda la zarzuela, a quien le gusta la ópera, simplemente, no lo entiendo.

    Teresa, no se cuantas zarzuelas habrás visto en directo y en que condiciones. Desconozco cuantas habrás escuchado completas y en que versiones, pero para hacer una declaración tan contundente, debes tener un amplio conocimiento de todas las zarzuelas, para decir que no te gusta.
    Creo que la zarzuela, con el presupesto de la ópera y con cantantes de primera, triunfaría como cualquier ópera, ya que lo más importante es la música, como sucede en la ópera, donde argumentos infumables, con recitativos imposibles, nos pasan tan ricamente, por el simple hecho de ir acompañados de música excelente y a veces, magistral.

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