sábado, 16 de enero de 2010

Lucias del siglo XX y XXI (5) - Leyla Gencer



La turca Leyla Gencer (1928-2008) fue, junto a Callas como pionera, Sutherland, Caballé y Sills una de las grandes sopranos donizettianas de la segunda mitad del siglo XX; si exceptuamos Verdi, es Donizetti el compositor del que más obras incorporó a su repertorio: Roberto Devereux, Belisario, Anna Bolena, Poliuto, Caterina Cornaro, Lucrezia Borgia, Les Martyrs, Maria Stuarda y, entre los años 1957 y 1959, Lucia di Lammermoor (en San Francisco sustituyendo a Callas -tuvo que aprender el papel en cinco días-, Los Ángeles, Triestre y Venecia). Lucia, a pesar de ser su primer rol donizettiano, lo retiró muy pronto de su repertorio, no tengo noticias de que lo haya cantado desde 1959, cuando comienza a interesarse realmente por el belcanto, quizás sea por eso que no sea precisamente el de Lucia un personaje al que se le asocie especialmente. Es la suya una Lucia lírica de coloratura. Su interpretación se caracteriza por la atención a la expresividad, flexibilidad en las agilidades sin llegar a poseer el dominio fuera de serie de una Sutherland, un canto ligado, control de fiato, pianísimos flotantes -que recuerdan algo a los que realizaría Caballé posteriormente, aunque, por pérdida  de homogeneidad, como entubados, quizás no tan perfectos como los de la barcelonesa-. La grabación que escucharéis está efectuada en Trieste en 1957, el mismo año de su debut en el papel:


3 comentarios:

  1. Creo que Leyla Gencer tenía un montón de cualidades y era una cantante especialmente camaleónica al adaptarse estupendamente a diversos repertorios.Sus pianísimos extraordinarios y un registro sobreagudo portentoso se unían a una zona central cálida y expresiva.Pero no llegaba a la genialidad técnica de Sills,Gruberova o Sutherland ni a la expresividad desbordante de Callas o Zeani.Con todo una soprano extraordinaria(of course).

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  2. Esta grabación la compré hace unos 40 años; no era completa, era una selección con todo el rol de Lucia, posteriormente me la vendí, pero la grabé en cassette. Encuentro la aportación de Gencer impecable, pone los pelos de punta cuando enuncia aquello de "il fantasma, il fantasma che si para". El fraseo, la dicción, la expresión, el dramatismo, las coloraturas, son siempre adecuadas, aparte de su afinación y sus pianísimos, lástima que, siguiendo la voga del momento, incluyera las variaciones con la flauta no escritas por Donizetti y que no hacen ninguna falta, pues es un aria dramática con suficientes adornos como para ponerle más. En años posteriores Caballé en la grabación comercial de la Philips, Ricciarelli en Bregenz y Ciofi y Dessay en la versión francesa con Alagna (DVD y CD), entre otras, prescindieron de esa cursilada espúrea que tánto agrada a según quién y que yo encuentro sumamente ridícula y que resta dramatismo a la situación, que es lo que quería Donizetti evitar. Otra cosa es el volumen vocal de Leyla Gencer, pero en cuanto a interpretación su Lucia es irreprochable.

    Es cierto que Pons, Peters, Munsel, Moffo, Sutherland, Sills y, sobretodo, Maria Callas, entre todas las demás, aportaron momentos gloriosos de perfección y afinación, evitando portamentos y atacando notas picadas que siempre entusiasmaron a la audiencia que creyó que quien no emitía esas notas es que no las tenía, pero actualmente se tiende a las actuaciones de acuerdo con las partituras originales y yo estoy de acuerdo con ello. Para hacer circo hay que saber hacerlo bien.

    COLBRAN

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  3. leyla gencer es lo más parecido a un prima donna assoluta, pienso que para valorar a leyla gencer como se merece, hay que ver todo su amplísimo repertorio y admirarse de la altísima calidad de sus verdis , de sus bellinis , de sus donizettis y puccinis, hasta cantó algo de verismo y rossini.
    por amplitud de repertorio y por la general altísima calidad, merece estar en lo más alto de entre las grandes.

    la lucía de gencer es efectivamente, no tan perfecta vocalmente como la de sills-imposible combinar mejor que la sills expresión y coloratura- o la sutherland, pero más más intersante dramáticamente que la sutherland. es cierto que trinar, lo que es trinar, es como la caballé, de trinos dudosos, pero la interpretación suya, y cómo aclara la voz y la aligera, merece el más encendido elogio.

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