domingo, 28 de marzo de 2010

Mis arias favoritas (II)

Continúo la serie dedicada a mis arias favoritas y, como apasionado de Haendel que soy, nadie mejor que él para continuar, a la vez casi nadie tan difícil, porque arias que me gustan de Haendel hay para parar un tren. Sin pensármelo mucho elijo un aria que canta David en el oratorio Saul, estrenado en Londres en 1739 con un texto del mismo libretista que El Mesías, Charles Jennens. Se trata de "Oh Lord, whose mercies numberless", y no elijo a Daniels sino a Paul Esswood.




O Lord, whose mercies numberless
O’er all thy works prevail:
Though daily man Thy law transgress,
Thy patience cannot fail.
If yet his sin be not too great,
The busy fiend control;
Yet longer for repentance wait,
And heal his wounded soul

Andreas Scholl, que grabó el oratorio íntegro con Paul McCreesh, realizó una curiosa versión con acompañamiento de laúd en un recital que suponía la presentación del laudista bosnio Edin Karamazov en Decca-L'Oiseau Lyre y que se titulaba "The lute is a song". Era un batiburrillo en el que se mezclaba un poco de todo y en el que intervenían, junto a Karamazov y Scholl, cantantes tan dispares como Renée Fleming, Sting y la macedonia Kaliopi. Escucharemos la versión de Scholl-Karamazov:





1 comentario:

  1. Tengo el honor de ser el primero en comentar esta entrada sobre el músico que más queremos muchos. Toneladas de música y centenares de arias maravillosas, pero si me dijeran etc, etc: El "Se pietá" de Julio Cesar. La que has elegido la conozco por Scholl-McCreesh, y es preciosa, pero aunque los contratenores a menudo me impresionan casi nunca me acaban de hacer el peso.

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