jueves, 31 de marzo de 2011

La entrada de Belcore

En la segunda escena del primer acto de L'elilir el triángulo amoroso se completa con la entrada de Belcore. Precedida de una marcha militar -que eschuchamos el otro día- es bastante modesta en cuanto a exigencias vocales si exceptuamos las vocalizaciones en su segunda parte, hay que cumplir con dos exigencias básicas si se quiere hacer justicia a lo escrito por Donizetti: musicalidad y fraseo exquisito, otra vez topamos con lo más difícil, no hay que hacer ninguna proeza, no se trata de ser un superdotado, simplemente se tata de cantar.
Belcore, que va a la cabeza de un destacamento de soldados, lleva una flores que ofrece a Adina, lo mejor son algunas perlas que deja caer insconscientemente -da por supuesto que Aldina caerá a sus pies y no le sorprende puesto que es sargento y galante, "non v'ha bella che resista alla vista d'un cimiero"- y que lo definen como lo que es, un engreido, además Adina refuerza la idea con su irónica exclamación: "E modesto il signorino!", y el coro lo ratifica; mientras tanto Nemorino se muestra acongojado ante la prepotencia de rival tan altanero y arrogante.
Por lo que no tenemos más remedio que reconocer que la entrada de Belcore es muy sencilla y eficaz en lo dramático. El espectador no lanza carcajadas pero la sonrisa no se ha apartado de su boca.

Lo escuchamos y vemos por Juan Pons en el Met,  independientemente de que vestuario y decorados han quedado obsoletos me hace bastante gracia, la verdad; en la misma encontramos también a Kathleen Battle, una soubrette como Adina choca bastante, a mí no me disgusta aunque compendo que a alguno le pueda chirriar estilísticamente; finalmente encontramos a Luciano Pavarotti que posee un timbre luminoso y un estilo mediterráneo ideales para el personaje, curiosamente, no sé si por primera vez, resulta creíble en escena:

3 comentarios:

  1. Adoro a Pons, me gusta muchísimo aquí, en Pagliacci y sobretodo como Scarpia. No me lo imaginaba cantando Donizetti. Imponentes presencia y voz.

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  2. En mi opinión Belcore es el "personaje más bufo"de la obra, me refiero porque su actuar siempre es consciente. Nemorino significa para mi ingenuidad, que no estupidez que es normalmente como se le suele representar, quiero decir, como tonto perdido. Su defecto -el de Nemorino- quizá sea el de idealizar, creerse lo quiere ver y no lo que es en realidad.

    No es el caso de Belcore, sin embargo, la presencia escénica de Pons, su majestuosidad, le dan un valor añadido al personaje y lo hacen más solemne que bufo. La verdad es que está espléndido Pons.

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  3. Assai, aunque también lo considero un personaje bufo no estoy muy de acuerdo respecto a tu opinión sobre Belcore, él también quiere creerse lo que quiere y es tanto o más tonto que Nemorino aunque en otro sentido, podría decirse que son complejo de inferioridad y superioridad enfrentados en dos almas simples. Ambos son parodias, uno del campesino sencillo y el otro del héroe militar. Aunque es cierto que Nemorino se muestra muy noble en sus sentimientos y va más allá de lo netamente bufo, acercándose en ese sentido al héroe romático, pero sólo en ese.

    Dulcamara también es un personaje netamente bufo, tanto en lo dramático como en lo musical.
    En realidad lo que hace de L'elisir una ópera bufa es que sus personajes provienen de los arquetipos de la comedia del arte.

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