domingo, 12 de junio de 2011

Villazón, Lehtipuu, Monteverdi y la dependencia de la música respecto al texto poético.


In queste voci languide risuona
un non so che di flebile e soave
ch'al cor gli scende ed ogni sdegno ammorza,
e gli occhi a lagrimar invoglia e sforza.

Con estas palabras débiles resuena 
un no sé qué de penoso y dulce 
que le inunda el corazón, y toda su furia extingue, 
y a los ojos a llorar mueven y obligan.
 
(Narrador. Il Cobate de Tancredo y Clorinda de Tasso) 


Con Monteverdi la palabra es objeto de imitación por parte de la música, y en este sentido ésta se subordina a aquélla en cuanto es la manifestación melódica de un texto, expresa el texto -un sentimiento-  musicalmente y necesita deshacerse de reglas compositivas rígidas que impidan expresar piedad, ternura, dolor, alegría, pasión, duelo, deseo, etc. Escucharemos primero  "Interrotte spernze, eterna fede" (1619), dúo para tenores del Libro VII de Madrigales de Monteverdi, con Ronaldo Villazon, Topi Lehtipuu y Le Concert d'Astrée bajo la dirección de Emmanuelle Haïm, en un vídeo que capta a la perfección la sonoridad de la nave gótica de la  basílica de Saint Denis de París y que, Teresa, del blog villazonista, tuvo la gentileza de subir a Yotube hace ya unos dos años y pico. El vídeo está gradado en el Festival St. Denis 2008 durante un concierto en el que la pieza estrella fue “Il Combattimento di Tancredi e Clorinda”.



Interrotte speranze, eterna fede,
fiamme e strali possenti in debil core;
nutrir sol di sospiri un fero ardore
e celare il suo mal quand'altri il vede:

seguir di vago e fuggitivo piede
l'orme rivolte a volontario errore;
perder del seme sparso e'l frutto e'l fiore
e la sperata al gran languir mercede;

far d'uno sguardo sol legge ai pensieri
e d'un casto voler freno al desìo,
e spender lacrimando i lustri interi:

questi ch'a voi, quasi gran fasci, invio,
donna crudel, d'aspri tormenti e fieri,
saranno i trofei vostri e'l rogo mio.

Vamos ahora con Il Cobattimento, junto a los citados se incorpora la soprano Patrizia Ciofi:



Texto y traducción en Kareol.

4 comentarios:

  1. "mientras el estilo antiguo, que él denominaba prima prattica, era adecuado para la composición de música religiosa (y él así lo hizo durante muchos años), la seconda prattica, donde "las palabras son dueñas de la armonía, no esclavas", era más apropiada para los madrigales, composición en la que resultaba vital poder expresar las líneas emocionales del texto"

    Al final hasta voy a aprender y darte la razón en tu cruzada pro-texto. Pero de un platanero se puede hacer una maravilla, y con un churro de música no cuela ni Cervantes. :-)

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  2. Yo también estoy a favor del texto como música en sí mismo, Maac. Lo he defendido muchas veces e incluso lo he comentado con músicos de profesión que opinan como tu y como yo. Una música armónica puede quedar enmascarada as causa de una palabra altisonante.
    He aprendido mucho barroco contigo pero ahora me he separado amistosamente de mis músicos antiguos porque tengo una temporada mahleriana y no quiero dispersarme. Sé que he de volver a canciones como "O del mio dolce ardor" que escuché en tu blog por ves primera y aún no me he repuesto.
    Saludos!

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  3. Bueno, yo sólo intentaba explicar de una manera sencilla la forma en que Monteverdi entendía sus madrigales y su música teatral, la ópera. Otra cosa es lo que yo pueda opinar al respecto, que es mucho menos interesante, por supuesto. En mis gustos cabe Monteverdi pero también otros compositores que no daban tanta importancia a la expresión del texto, Haendel, con platanero o sin platanero, no me parece que sea uno de ellos, como tampoco me lo parece Bellini, por ejemplo. También cabe la posibilidad de utilizar la música no para expresar el texto sino para complementarlo por medio de la descripción de un ambiente externo al personaje que canta, en fin... que me meto en un jardín. La música, y más concretamente la ópera, ha evolucionado muchísimo durante sus cuatrocientos años de existencia, afortunadamente no nos quedamos anclados en los planteamientos de Monteverdi.

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  4. Puede parecer que me lo tomaba en broma, pero no es así. De hecho tenía (y tengo en parte) una cierta berza con esto, pensando que el Barroco prescindía del texto (y el ejemplo era el platanero) y con lo que has puesto esta claro que Monteverdi inicia la transición sirviendo al sonido y al contenido de las palabras. Ahora leo: "La música barroca, no trata de servir sin más a la palabra, si no de cantarla afectivamente" y pienso que en el ejemplo a Handel se le fue de la mano el afecto al platanero por la sombra que le daba.

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