Hoy en la serie ARIAS FAVORITAS, en contra de lo que es habitual en el blog, vamos a escuchar no una sino varias arias y todas pertenecientes a la misma ópera, una ópera que es bastante irregular pero que resulta muy atractiva por su ubicación temporal justo en mitad del siglo XIX cuando Verdi no ha encontrado su propio camino pero que, a su vez, deja en sus arias su impronta, son refulgentes, apasionadas, de melodía pegadiza y capaces de conducir a las masas al arrebato más exagerado, aunque también las hay de una belleza etérea que muestran un estado de abandono casi místico. Attila es una ópera que se estrenó en La Fenice de Venecia en 1846 y el público del estreno quedó impresionado con escenas como la de la fundación de Venecia en una laguna tras el saqueo de Aquilea.
Comenzamos con la cavatina Allor che i forti corrono, la canta Odabella, la hija del rey de Aquilea, en el Prólogo, a la cavatina le sucede la cabaletta Da te questo or m’è concesso. La escucharemos por Ghena Dimitrova, una cantante de medios espectaculares a la que me costó bastante cogerle el gusto y que tenía en este papel uno de sus caballos de batalla, era el año 1984 y Dimitrova puso el Liceu patas arriba:
Seguimos con Oh! Nel fuggente nuvolo también cantada por Odabella, Montserrat Caballé está muy lejos de ser la intérprete ideal del rol pero gracias a la belleza de su voz, su musical sentido del fraseo y sus filados, brilla con luz propia en esta Romanza, sobre todo si la grabación, como es el caso, pertenece al año 1968::
Foresto, rol encarnado por un tenor, es un caballero de Aquilea enamorado de Odabella, en el Prólogo se lamenta por su captura por los Hunos en el aria Ella in poter del barbaro y en la cabaletta: Cara patria già madre e reina Quien me conoce sabe que aquí Carlo Bergonzi, el tenor verdiano por excelencia, tiene todas las posibilidades de aparecer por aquí, pero esta vez no, lo vamos a obviar y escucharemos una magnífica interpretación en vivo de 1972 en la voz de Carlo Cossutta:
En el primer acto se encuentra una de mis arias preferidas de la ópera, se trata de Mentre fonfiarsi l’anima parea, un aria para bajo, el personaje principal, Attila. Se la escucharemos cantar a Samuel Ramey con su consiguiente cabaletta, Oltre quel limitie, t’attendo, o spettro:
Y ahora sí, le ha tocado el turno a mi querido Bergonzi, nos cantará Che non avrebbe il misero, la romanza que canta el caballero Foresto en el acto II, la boda entre Odabella y Attila está a punto de celebrarse, mientras tanto las legiones romanas están ocultas en el bosque preparadas para el ataque, sin embargo nuestro héroe no deja de lamentarse por la pérdida de Odabella. Cómo, se pregunta Foresto, un ser tan hermoso puede ocultar tanta vileza:
Ezio, encarnado por un barítono, es un general romano deseoso de caer sobre los hunos, pero el emperador Valentiniano ha declarado una tregua con los bárbaros y reclama su presencia en Roma, en el aria Dagl’immortali vertici recuerda a sus antepasados y su gloriosa época, en la cabaletta que le sigue, E’ gettata la mia sorte, hace una exaltación patriótica no exenta de falta de modestia puesto que se considera el último romano en la decadente Roma. Lo escuchamos por el barítono Giorgio Zancanaro:
Terminaremos con otra excepción para traer una de las joyas de la ópera que poco tiene que ver con un aria, se trata del trío Te sol quest'anima, lo cantan Ezio Pinza (Ezio), Foresto (Beniamino Gigli) y Odabella (Elisabeth Rethberg). Ubicado al final de la ópera en él se muestran los sentimientos contrapuestos de los tres personajes, Odabella que ha escapado de la boda con Atila y muestra su fidelidad a Foresto, éste que la cree infiel y Ezio, indiferente a los sentimientos de la pareja, pendiente de la guerra contra los hunos.
Magníficas las arias maac y la elección de los interpretes también.
ResponderEliminarCasi nos pones la opera entera y es que es una de mis preferidas.
Sobretodo "liberamente or piangi", con su maravillosa introducción orquestal, la encuentro como una de las cimas verdianas, Ahí queda eso!
En cuanto a Ramey, en uno de los roles definitivos, sentó tanta cátedra como Bergonzi.
Una magnífico post que me ha abierto el apetito de escucharla un día de estos.
En conjunto, con los peros pertinentes, la versión de Muti comercial, es casi definitiva.
Maac,
ResponderEliminarEs increible la belleza de la música verdiana.
Me encanta escuchar las òperas anteriores a la década de los 50, donde pese a la "irregularidad" hay fragmentos extraordinarios. La selección que nos has presentado es simplemente magnífica.
Un abrazo
Gracias, Joaquim, hay tantas cimas verdianas que meter "Liberamente or piangi... Oh! Nel fuggente nuvolo" puede incluso parecer excesivo, pero seguro que de entre las de su primera etapa entra seguro.
ResponderEliminarEs verdad, Josep, a veces nos centramos demasiado en sus últimas composiciones de Verdi y descuidamos las anteriores, cosa que, por otro lado, es lógica, a mí me encantan las cabalettas y sus repeticiones. de alguna manera me recuerdan a las arias del barroco, pero no por su forma sino en su sentido.
Estupendo trabajo, Maac. Yo recuerdo a menudo Attila pero tengo el DVD en su lugar y, como Joaquim, voy a cogerlo y a ver la función. Vale la pena.
ResponderEliminarMe entusiasma Attila,sus arias y los intérpretes que has escogido.Pero me gustaria recomendar al personal la encarnación(mítica) del "Santo di patria" que grabó en 1962 Joan Sutherland.En aquellos años ella exhibia unas facultades y una técnica que le permitian cantarlo todo:un auténtico fenómeno. http://www.youtube.com/watch?v=blVxVjcCk5M
ResponderEliminarDandini, desde luego Sutherland resulta espectacular. Glòria como no hay muchas opciones imagino que el DVD que tienes es el de La Scala con Muti.
ResponderEliminarMe he quedado pasmado con Attila, con la Caballé, con la recomendada de Dandini y sobre todo con Bergonzi, al menos en este aria y para mí, perfecto. He localizado una version de Gardelli con la fortuna de que canta él, y creo que me la voy a programar para este fin de semana. Gracias!
ResponderEliminar