miércoles, 19 de octubre de 2011

Gauvin-Lemieux. HAENDEL PARA ALMAS SENSIBLES.

Las canadienses Marie-Nicole Lemieux y Karina Gauvin sacaron hace unos meses un CD, Streams Of Pleasure, dedicado a Haendel en el que se combinan arias y dúos sacados de oratorios londinenses del compositor, concretamente de Belshazzar, Theodora, Alexander Balus, Susana, Judas Maccabaeus, Joseph And His Bethren, Joshua, Solomon y Hércules, ahí es nada. Se trata de un auténtico lujo, uno de los recitales haendelianos más interesantes que he escuchado en los últimos años, las arias y dúos están servidos por dos voces bellísimas, adecuadas estilísticamente y con una musicalidad innata que además casan a la perfección y están magníficamente acompañadas por Il Complesso Barocco y Alan Curtis ¿Se puede pedir más? Desde que el disco cayó en mis manos no he dejado de escucharlo con fruición. No encontraréis aquí la típica aria de bravura haendeliana, aunque el que busque agilidades también las va a encontrar ("Destructive war" de Belshazzar por Lemieux, con trompetas y todo, o "Prophetic raptures swell my breast"de Joseph and his Bethren por Gauvin), tampoco encontrará la enésima versión de "Lascia ch'io pianga" que, todo sea dicho de paso, Gauvin borda. Es emocionante tropezar con discos así. A por él.

"From this dread scene"
Judas Maccabaeus, HWV 63


Me sonaba a otra cosa, me sonaba, me sonaba, al final di con ello y es que el cabroncete de Haendel sacó este dúo de uno de los duetti que había compuesto en Italia, Cantata XX: Ahi, nelle sorte umane... Ma le speranza vanne, HWV 179, y bien que hizo. Se lo escucharemos a Natalie Dessay y Veronique Gens con dirección de Emmanuelle Haïm:

 

Y para terminar os dejos el vídeo de promoción del CD en el que podéis escuchar "Streams of pleasure ever flowing", el maravilloso dúo de Theodora que da título al disco:


2 comentarios:

  1. Supongo que Händel te perdonará lo de "cabroncete" por la publicidad. Este "Streams of pleasure" es de lo mejor de lo mejor. Conocía el de tu medio tocayo McGegan con Lorraine Hunt y un contratenor, muy bonito pero más místico que placentero. Este es genial, y yo felicitaría también al señor Curtis.

    ResponderEliminar
  2. Tranquilo, entre Haendel y un servidor hay confianza suficiente, además es que se lo digo con cariño.

    ResponderEliminar