domingo, 26 de febrero de 2012

Antonini - Adagio de Albinoni y otras cosas - BAROQUE MASTERPIECES


Todo el mundo sabe a estas alturas que el famoso Adagio de Albinoni (Adagio en Sol Menor) no es de Tomaso Albinoni (1671-1751). Lo compuso un musicólogo italiano llamado Remo Giazotto. Según explicó Giazotto el Adagio fue una reelaboración a partir de material del propio Albinoni, pero ni siquiera eso está claro, fue publicado por Ricordi a finales de los años cincuenta del siglo XX.  Si no fuera por el célebre adagio, Albinoni -que compuso ni más ni menos que 45 óperas- sería un compositor casi desconocido para el gran público. Pero Albinoni, que no tenía aversión a los adagios, compuso más de uno , así que hoy vamos a escuchar dos de ellos interpretados por Il Giardino Armonico de Giovanni Antonini, no tienen la inmediatez del falso Adagio de Albinoni, y no entran tan fácilmente, pero son muy hermosos, sobre todo el segundo (eso pensaba cuando iniciaba el post, ahora parece que estoy a punto de cambiar de opinión), si sólo vais a escuchar uno que sea éste (es más corto),  no están tan manidos ni han sufrido mil y un horribles arreglos distintos como le ha ocurrido al espurio, como el que realizaron The Doors, al final no salió al mercado, afortunadamente, tiene un aire como de película setentera de destape:



Como mi intención no es manchar la reputación de los Doors escucharemos The Soft parade, cuando apareció el grupo yo había sido concebido pero no había nacido todavía y cuando decidí acercarme a los Doors, bastantes años después, rodeados de su aureola de grupo de culto, su estilo, en plena efervescencia post-punk, me sonaba anticuado, debe ser una lógica reacción generacional que creo la edad ha curado un poco, el caso es que, de lo que conozco de los Doors, The Soft parade siempre me encantó:




Tras esta digresión volvamos a Albinoni y sus adagios que, junto con Il Giardino Armonico, pretendía ser el motivo central de esta entrada:



Albinoni - Adagio para violín y cuerdas, Antonini emplea junto al violín solista, dos violines, viola, violochelo y clave.



Albinoni - Adagio para 2 violines y continuo,  Antonini emplea 2 violines, violonchelo y archilaúd.




Tan famoso como el falso Adagio de Albinoni es el Canon de Pachelbel en re mayor, pero en este caso sí que fue compuesto por Johann Pachelbel. Hay quien se arrepintió de que en su ceremonia de bodas no sonara esta música, al menos eso me confesaba poco tiempo después como con lástima, con remordimiento o quizás para darse el pego. Menuda ceremonia, duró más de una hora (y no exagero lo más mínimo), casi más que el matrimonio (y aquí sí exagero un poco), ahora supongo que a este señor ya no le sabrá tan mal que esta música no sonara ese día. Antonini quita el polvo a la composición y nos parece estar escuchando algo nuevo:


Y también muy famoso es un fragmento instrumental del oratorio Salomón de Haendel, La llegada de la Reina de Saba (The Arrival of Queen of Sheba), unos familiares me solicitaron una copia de esta pieza  para que sonara en una boda a la llegada de los novios, o quizás fuera a la salida, ya no recuerdo, fue ya a última hora y un poco a la desesperada pero conseguí enviarla a tiempo, esta pareja ha corrido mejor suerte que la del Canon de Pachelbel (esto va para que tomen nota los supersticiosos), la que yo no he tenido buscando en Youtube, puesto que en el Cd de Il Giardino Armonico, Baroque Masterpieces., que contiene los 2 adagios de Albinoni escuchados más arriba, sí que aparece la célebre llegada. Vovliendo a la pareja de la boda, lo curioso es que años después conversando con la novia, entonces ya esposa, me enteré que en realidad se casaron oficialmente (con papeles quiero decir) más de un año después de la supuesta ceremonia civil, nos engañaron como a bobos.


Hay algunas piezas que terminamos por asociarlas a determinadas personas o acontecimientos (las  dos citadas bodas y el canon de Pachelbel o la llegada de la reina de Saba de Haendel), no ocurre lo mismo con la tercera pieza famosa que no escucharemos hoy, el segundo movimiento, Aria, de la Suite Orquestal núm. 3 de Bach, sólo lo identifico con Bach (no sé si afortunadamente). El Aria de las Variaciones Goldberg (que poco tiene que ver con la de la Suite) me gusta más que la de la Suite y más también los tres movimientos siguen a ésta (Gavotte, Bouree, Cigue), los encuentro mucho más frescos y menos sobados. Siempre que hablo de Bach y digo alguna de mis tonterías tengo la sensación de estar cometiendo un sacrilegio, en realidad el Aria es una obra maestra (a ver si lo arreglo un poco), algo deteriorada por un uso muchas veces indebido, como casi todas las piezas que suenan en la entrada de hoy.


Y eso es todo por hoy, me despido con un vídeo en el que Il Giardino Armonico y Antonini dirigen una obertura de Porpora. No aparece en el CD Baroque Masterpieces, no la busquéis ahí. Los intérpretes cuentan con una espectadora de excepción, la "castrada" Cecilia Bartoli, y es que verlos tocar en directo,  derrochando energía, pasión y entrega, se convierte en todo un espectáculo que ni la mezzo romana se quiere perder:



3 comentarios:

  1. Tengo mis fobias como todo el mundo y el falso adagio de Albinoni me desagrada profundamente, tanto que no he podido escuchar nada de lo que has puesto aún siendo del Albinoni verdadero. Hay más de una obra musical que me pone de los nervios. ¿Y a tí?

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    1. Claro que tengo mis manías, supongo que como todos, y alguna vez he dado cuenta de ellas en el blog, y más de un rapapolvo me he llevado.
      Te recomiendo que escuches lo que he puesto, sólo sáltate la primera versión de los Doors del Adagio, que con tu fobia no sé las consecuencias que podría tener. Bueno, Glòria, tu misma... Si no quieres déjalo :-)

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  2. Estas bodas que duran más que el matrimonio.. ja ja. Tendrían que indemnizarnos (y devolver los regalos).

    Sentirse sacrílego hablando de Bach es lo propio, y no voy a entrar en competición, pero ya sabes.

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