martes, 3 de abril de 2012

Detalles de "Il Trovatore" (2)

El 31 de enero de 1994, durante las labores de reparación del telón de acero que separaba la sala principal del escenario, el Liceu sufrió el segundo incendio de su historia, tenía entonces 147 años y quedó destruído casi en su totalidad. Unas imágenes que los aficionados a la ópera nunca olvidaremos, en su momento fueron muy tristes y ahora, con el paso de los años, quizás también lo son pero se ha perdido, y menos mal, gran parte de la carga emocional adicional que se produce cuando ocurre un suceso inesperado de consecuencias, en ese momento, inciertas.

Bomberos extinguiendo el fuego en el Gran Teatre del Liceu



Aspecto del Liceu tras el incendio
Inmediatamente, gracias a las aportaciones de instituciones, fundaciones y sociedades, tanto públicas como privadas, y también a donaciones particulares, se comenzaron los trabajos para su recosntrucción, reinaugurándose en el año 1999 con la ópera Turandot de Puccini (ese famoso, polémico y espectacular montaje de Nuria Espert en el que el lieto fine es sustiuído por otro en el que la princesa acaba suicidándose).

Con Turandot se reinauguró el teatro en 1999.

Para estimular la colaboración económica en las labores de reconstrucción se efectuaron anuncios publicitarios en diversas televisiones, en estos anuncios aparecían imágenes de cómo iban los trabajos de reconstrucción, la banda sonora de dichos anuncios era un coro de Il trovatore. Desde entonces, cada vez que escucho ese coro, es inevitable recordar este desgraciado acontecimiento que, afortunadamente, tuvo un final feliz.

Interior del Teatre del Liceu en la actualidad

El coro está situado al inicio de la Tercera Parte (El Hijo de la Gitana), la acción tiene lugar en un campamento militar en los alrededores del Castellar, las tropas están preparadas para el asalto y muestran su optimismo ante el inminente asalto, "jamás nos sonrió la esperanza con más alegres promesas que ahora. Allí el provecho y la gloria nos esperan, allí obtendremos el botín y el honor". Este momento va precedido de otro coro mucho más convencional y menos interesante, están separados por un recitativo de Fernando, el capitán de la guardia del Conde de Luna.

Restos del Castillo de Torres de Castellar (Aragón)

La utilización de esta música en el anuncio del Liceu daba una nueva dimensión, mucho más pacífica, al coro manteniendo su mensaje de esperanza. En su momento me pareció muy oportuna y sigo creyendo que, por su optimismo y carácter eufórico, por su carácter aglutinador de fuerzas, lo era. Se me quedo asociada la imagen del nuevo Liceo a esta música. No será muy trascendente pero sí tiene un encanto especial:


5 comentarios:

  1. Voy a escribir una tontería.

    Siempre me ha gustado la "simetría" (muy entre comillas) que guarda tanto el comienzo como el desenlace del tercer acto. El coro que cierra la "pira" es furioso y mucho más excitado que el optimista pero más sosegado de los soldados del Conde. Vamos, que Verdi sabe plasmar en música que el ataque de Manrico -igual a sus rivales en fuerzas y en armas, según se dice- es mucho más impulsivo y desorganizado, con la consecuencia de una más que previsible derrota.

    Me estás haciendo pensar, así que sigue, por favor, con esto.

    ResponderEliminar
  2. Después de este coro Verdi añadió un ballet para ser interpretado en la Opera de Paris. No sé si así se rompe la simetría (que no me ha quedado muy clara).
    Ese momento Pira es de lo más extraordinario que se ha visto en el mundo de la ópera, justo el fragmento más conocido de toda la ópera, uno de los más famosos de toda la producción verdiana, que es casi como decir de toda la historia de la ópera. Magnificado por el público dentro del más puro convencionalismo, cómo es posible que un hijo se ponga a cantar de ese modo cuando ve cómo queman a su madre en vez de pasar inmediatamente a la acción. Aquí el tiempo parece que ha quedado suspendido y todos lo creemos así, eso es maravilloso. Como dijo un cineasta famoso "la ópera es: yo canto, yo muero y canto que me estoy muriendo, casi una abstracción".

    ResponderEliminar
  3. No me acuerdo de ese anuncio maac. ¡Qué cosas!
    Pese a todos los pesares y no es la primera vez que lo digo, Il Trovatore es una de las operas que más me gustan del repertorio.
    No sé si tendrán algo que ver los Max Brothers, pero su música, más que trágica la encuentro vitalista y ese 3/4 perpetuo que acompaña de inicio a fin toda la partitura es como un despropósito ante tanta muerte.

    ResponderEliminar
  4. No sabía lo del ballet, gracias. He entrecomillado "simetría" porque en realidad esta no existe: tan sólo me refería a que hay un coro al comienzo y uno al final. Y estoy totalmente de acuerdo con lo del coro de la pira, sobre todo si se entrelaza con el tenor ("madre infelice"), algo que supongo que es potestativo porque no siempre se observa en las representaciones de Trovatore.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tendremos que traer el ballet algún día al blog.

      Eliminar