lunes, 8 de octubre de 2012

Palau de les Arts. "Los RECORTES de La Africana"


Aún no ha comenzado la temporada de ópera del Palau de les Arts. Por cierto, es una vergüenza el tijeretazo que el Gobierno central ha dado, una vez más, a la ópera en Valencia, os recomiendo la entrada que sobre este punto se ha publicado en el blog de Amics de l'Òpera i les Arts de la CV, así como el artículo de opinión que el presidente de esta asociación publicó en el periódico Las Provincias bajo el título Austeridad y Gestión Cultural (Una de las reivindicaciones de la asociación Amics de l'Opera i de les Arts de la Comunitat Valenciana es reclamar una justa dotación para el Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia que recibe fondos estatales equivalentes a una treintava parte de lo que reciben el Teatro Real de Madrid y el Gran Teatro del Liceo de Barcelona. La diferencia de uno a treinta es, por decirlo suavemente, insultante).


Desde que el presidente de la AOA_CV escribió el artículo publicado en el periódico hasta hoy el problema se ha agravado, la aportación del Estado a Les Arts se reducirá un 50%. Para que os hagáis una idea, según el proyecto presentado por el Gobierno en las Cortes, el Teatro Real recibirá ocho millones de euros y pico, el Teatro del Liceo recibirá seis millones y pico, pues bien, cada uno de los picos del Real y del Liceo son superiores a la cantidad que recibirá el Palau de les Arts, 423.000 euros, una miseria. Para eso casi mejor que no dieran nada. Pero bueno... ya sabe todo el mundo que los valencianos son muy sufridores y están acostumbrados a ser de los últimos monos en este circo que llaman España y que no sabemos muy bien como acabará porque en cuanto uno tome el primer café los demás también van a querer. Nos dan por todos lados y encima les votamos. Quizás hasta nos lo merecemos. Mañana es 9 de octubre, el día de la Comunitat Valenciana, si hace bueno todo el mundo estará en el campo o en la playa. Independientemente del  problema económico de Les Arts, tenemos uno de los problemas de financiación más graves del país pero, como unos no lo sabemos y otros no decimos nada, para los demás  es como si este problema no exisitera.


Y ahora sí, vamos allá:. Decía que aún no ha comenzado la temporada de ópera en Les Arts pero sí la actividad del teatro, el pasado sábado 6 de octubre el Centro de Perfeccionamiento Plácido Domingo presentaba "El dúo de La Africana", zarzuela de Fernández Caballero. No me voy a extender en comentar el espectáculo porque Atticus lo ha hecho estupendamente, así que os recomiendo también una visita a su blog: El blog de Atticus, sólo pretendo hacer una reflexión de andar por casa sobre la vigencia de la zarzuela en pleno siglo XXI. Para hablar sobre alguna materia lo primero que se requiere es conocerla y la verdad es que yo sobre zarzuela lo ignoro casi todo; sin embargo, soy un aficionado al que le interesa la ópera y la lírica en general, tengo una predisposición natural a que cualquier género que esté relacionado de alguna manera con un drama, una orquesta y unos cantantes líricos me guste, pero en el caso de la zarzuela, más allá de romanzas o dúos sueltos, esto no siempre ocurre -pero tranquilos, que sustituimos lo de cantantes líricos por cantantes a secas, lo que se conoce como el musical, me pasa lo mismo-. ¿Qué es la zarzuela? ¿Cuál es su problema?

Hay que partir de la base de que la zarzuela es un género pero no es un estilo, las primeras zarzuelas nacen en el siglo XVII y nada tienen que ver con lo que el aficionado medio entiende por zarzuela, sería una especie de ópera nacional española, salvando las disntancias y generalizando en extremo sería como el singspiel alemán, las ballad-opera inglesas o la opera comique francesa. Nosotros nos vamos a referir a la zarzuela del XIX y aquí metemos de todo: género chico y género grande o zarzuela propiamente dicha.

Uno de los problemas de la zarzuela es su temática, excesivamente popular y costumbrista, muy vinculado a una etapa histórica concreta, a veces con referencias a la actualidad del momento que al espectador de hoy se le escapan (más o menos lo que pasa con Offenbach) y que defiende unos valores que son muy distintos a los de nuestra sociedad. Esta circunstancia hace que el público actual vea la zarzuela como un género anquilosado de escasa vigencia, anacrónico. El segundo es la música, aunque hay piezas de calidad la verdad es que cuesta encontrarlas y a veces, por las razones apuntadas más arriba, aunque pueda gustarnos la música el texto no es que no sea bueno, como a veces pasa en la ópera, sino que nos chirría, y como prueba tenemos esta magnífica romanza cantada por Alfredo Kraus de manera insuperable, cuando la escucho siento una especie de amor-odio:



No puedo evitar tener sentimientos encontrados al escuchar temas así. Pero bueno, nada de esto pasa en obras como "El barberillo de Lavapiés" o "El dúo de La Africana", esta última pieza es fresca y muy divertida que aguanta muy bien el paso de los años siempre que la escuchemos en clave de humor, doy fe de que el sábado en el Teatro Martín i Soler el público, que no era tan mayor como cabría esperar, se lo pasó en grande. La suelen cantar hispanoamericanos o españoles, como la ya desaparecida Pilar Lorengar pero, a veces, la cantan extranjeros como la letona Garanca o el norteamericano Castronovo:








13 comentarios:

  1. Pues a mí me pasa como a ti: hay títulos de zarzuela que me gustan muchísimo, y algunas romanzas sueltas que también me parecen espléndidas, pero tengo la sensación de que la mayor parte del género es una m....

    Uy, perdón.

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    1. Jeje, no te creas... que al que le gusta la zarzuela también debe pedir perdón.

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  2. A mi no me gusta, excepto algún número suelto. Y, sin faltar, creo que la calidad media es muy baja. Uno escucha algo de Offenbach, que tampoco es que me apasione, y luego escucha El rey que rabió y no hay color.

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    1. Me parece que este tema ya lo hemos hablado otras veces. Por cierto, me habéis pillado publicando y editando a la vez.

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  3. Pero es tan agradable leerme que no he querido privaros de tal placer.

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    1. Este último comentario denota tu vena anglófila :-)

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  4. Tal como se suele oir, números sueltos en recitales, es muy euforizante y me gusta mucho. También tengo un recuerdo muy bueno de la única que ví, de muy crio, Doña Francisquita, y de las que se oian por casa, Sorozabal sobre todo. Creo que espigando hay cosas muy buenas, y que en eso coincidimos todos. Pero no me parece justo descalificar el género porque haya mucha porquería. Imagínate lo que pasaría con las novelas de amor o las policíacas. Lo popular es ahogado por lo populachero y al costumbrismo le pasa lo mismo. (y perdon por la rima)

    Me dejas pasmado con las subvenciones. ¿Por qué regla de tres, o qué argumento dan para este expolio relativo?

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  5. No se debe descalificar el género en sí mismo, estoy de acuerdo. La calidad está relacionada también por la cantidad. Y ahora estoy recordando cuando Houllebecq en "El mapa y el territorio" hace referencia a la infinidad de disparos que hacen los fotógrafos de moda para al final elegir sólo uno que puede ser fruto de la casualidad y no de un trabajo premeditado.
    Los argumentos que siempre emplean nuestros gobernantes autonómicos cuando no están en la oposición respecto al Gobierno central: los PGE "se han hecho con sentido común", "no compromete" los proyectos de las entidades culturales valencianas, "pretender que un ejercicio presupuestario corrija un histórico quizás sea muy complicado" (Lola Johnson. Consellera de Cultura)y blablabla. El Gobierno directamente no se rebaja para tratar de estos asuntos tan provincianos (y me parece comprensible con la que está... ¿cómo era?).

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  6. El tema de la discriminación respondía en un principio (hablo de comienzos de 2006) a la negativa del teatro valenciano a que representantes de la Administración del Estado formasen parte de los órganos de administración de Les Arts y por tanto controlasen el empleo de los fondos. Luego el tema derivó en una pugna política y finalmente estamos ante un sainete de Arniches (muy propio hablando de zarzuela).
    Los des-gobernantes valencianos han ofrecido al Estado participar en los órganos de gobierno de Les Arts y nos prometieron a todos que en cuanto el gallego mease en la Moncloa la aportación de Les Arts se iba a equiparar al resto de coliseos operísticos. Y nada de eso. Lo gordo ya no es que nos den una mínima aportación en relación con Liceu o Real, es que encima el recorte en Les Arts es muy superior al que han sufrido los otros teatros. Es injustificable salvo que quieran tener una excusa para demoler el monstruo de Calatrava.

    Respecto a la zarzuela, estoy con José Luis. Me parece injusto menospreciar el género porque haya (que lo hay) mucha morralla. Hay obras que, sin ser Otello, son muy relevantes, siempre teniendo en cuenta el momento en que fueron creadas y su público destinatario, y siempre más musicalmente que en cuanto alos textos, pero esto también ocurre con la ópera, y ahí también hay libretos que chirrían y no poco, salvo que los encuadremos en su contexto. La pena fue que por la influencia italianizante de la ópera y la reacción con la composición de zarzuelas a mansalva, se perdiese la ocasión de consolidar una ópera española.

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    1. Y digo yo..., además de para ganar unas elecciones, para qué servirá un programa electoral.

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    2. Aunque también debemos estarles agradecidos de que algunos puntos del programa no los cumplan, al menos por el momento. No hay mal que por bien no venga.

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    3. One question: ¿Quién demonios es ese tipo con abrigo, especie de Barragán, que se encuentra frente al director en el video de Heidi Garanca y Pulidito Castronovo?

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    4. Jajaja, no me había fijado. Debe ser alguien que aguanta las páginas de la partitura para que no las menee el aire, porque creo que están al aire libre y porque no creo que su función sea pasar las páginas al gibraltareño enamorado de la mezzo y de la zarzuela.

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