lunes, 13 de febrero de 2012

Más Korngold y más "Die Kathrin". Canción de la carta.


La melodía más famosa de Die Kathrin se encuentra en el aria de la carta (como Letter Song aparece en Youtube), "Ich soll ihn niemals", afortunadamente podemos contar con una grabación en la que el propio Korngold la toca al piano (Viena, verano de 1951), no vamos a hacer ningún descubrimiento si decimos que Korngold era capaz, dentro de un lenguaje de modernidad, de plasmar en su música amplias y bellas melodías, todos estaréis pensando en la Canción de Marietta, "Gluck das mir verbliev", de La Ciudad Muerta (Die Tote Stadt), pues bien, mucho en común tienen las canciones de la carta y de Marietta..


Ahora la escucharemos tal y como suena en la ópera, cantada por la soprano, que en este caso es Renée Fleming, canta magníficamente pero no puedo dejar de encontrarla un poco pasada en la afectación y con ligero toque Niña del Exorcista en el segundo 2:30 :


Y para terminar os dejo a Schwarzkopf cantando "Glück das mir verbliev":


No sin antes dejar testimonio de su versión a dúo, que es la que a mí más me emociona, en este caso recurro a la grabación de Die Tote Stadt en estudio protagonizada en 1975 por Carol Neblett y René Kollo bajo la dirección de Erich Leinsdorf, que fue con la versión con la que creo que todos nos acercamos a esta ópera por primera vez:



-ACTUALIZACIÓN: DOS VERSIONES MÁS-

La de Anne Sofie von Otter con cuarteto de cuerdas y piano:


La clásica de Lotte Lehmann y Richard Tauber el tenor en una representación en Viena el año 1922 hizo una modificación en 'Es hat noch eine Strophe: weiss ich sie noch?', que en el original era hablado, a Korngold le encantó y plasmó el cambio en una revisión de la partitura, en la grabación de 1924 Tauber incorpora esa modificación de su cosecha:



viernes, 10 de febrero de 2012

Korngold, un aria de "Die Kathrin" y Dermota.


Die Kathrin es la última ópera que compuso Erich W. Korngold, la había terminado en 1937 y la debía haber estrenado en Viena en marzo 1938, pero los nazis habían invadido la ciudad. Precisamente el 14 de marzo de ese mismo año Hitler, desde el Palacio Imperial de Hofburg en la Plaza de los Héroes (Heldenplatz), daba su primer discurso a los vieneses, era pues imposible que en aquellas fechas un judio pudiera estrenar una ópera en la ciudad que unos veinte años antes había sido capital del Imperio austrohúngaro, así que el 7 de octubre de 1939 se estrenaba la ópera en la capital de un país neutral como Suecia bajo la dirección de Fritz Busch que se había visto forzado a abandonar Alemania por sus desavenencias con el partido nazi. 

El mismo año del estreno de Die Kathrin en Estocolmo, Warner Bros, contrató a Korngold  con objeto de que compusiera la banda sonora de su nueva película, Robin de los bosques, el compositor se  mudó a Hollywood, no era la primera vez que escribía música para una película, lo venía haciendo desde que en 1935 reorquestara música de Mendelssohn para  El Sueño de una Noche de Verano de Reinhardt y Dieterle. Ante la imposibilidad de regresar a Europa por culpa del Anschluss establecería su residencia en Hollywood donde era un compositor de prestigio, había ganado allí dos óscars, adquiriendo la nacionalidad estadounidense en 1945.


Die Kathrin pudo verse finalmente en Viena durante la postguerra pero no tuvo mucho éxito. Hoy es prácticamente una ópera desconocida para los aficionados, yo me encuentro entre los que la desconocen, ni siquiera sé su argumento; hay algunos fragmentos que sí son bastante conocidos como el Wanderlied, en él que a través de una evocadora melodía el personaje en cuestión se pregunta dónde y cuándo encontrará un hogar, lo escuchamos cantado por el tenor Anton Dermota bajo la dirección de propio compositor en 1949:



martes, 7 de febrero de 2012

L'Arpeggiata y Mercedes Sosa, un tardío descubrimiento.

Mentiría si dijera que no conocía a Mercedes Sosa, yo creo que las primeras veces que la escuché se remontan al programa de televisión "300 millones", aquel que hacía RTVE durante finales de los setenta y principios de los ochenta. Se emitía para los países de la OTI y, ante la ausencia de televisiones privadas, se veía en prácticamente la totalidad de los hogares españoles. En aquellos años yo estaba en plena adolescencia y tenía la impresión -la sigo teniendo- de que era un programa superficial, autocomplaciente, caduco y aburrido. Mucho más me gustó "La Edad de Oro", un programa que nació justo cuando "300 millones" veía su fin. 

A la pobre Mercedes, que falleció hace apenas dos años, le había colgado, gracias a "300 millones", el sambenito de ser un tostón, pasaban los años y yo no le prestaba la menor atención, escuchar su nombre por si solo ya me daba alergia.

¡Qué equivocado estaba! Pocos años antes de su fallecimiento ya comencé a apreciar su voz y la sinceridad de su canto, pero ha tenido que llegar el último disco de L'Arpeggiata para darme cuenta de lo gran artista que era. Dice el refrán que nunca es tarde si la dicha es buena, pero qué manera tan tonta que he tenido de perder el tiempo, de cuánto placer me he privado durante tantos años, qué injusto he sido. Por eso hoy quiero rendirle un pequeño homenaje escuchando algunas interpretaciones que han sido versioneadas (qué palabra más fea) por L'Arpegiatta, el grupo de Christina Pluhar, en "Los pájaros perdidos", disco en el que han colaborado intérpretes como el contratenor Philippe Jaroussky, la cantante Lucilla Gaelazzy, la mezzo Luciana Mancini, la soprano Raquel Andueza, Vicenzo Capezzuto o los instrumentistas Raul Orellana (charango), Lincoln Almada (arpa) y Quito Gato (guitarra). Versiones que me han hecho bucear en la autenticidad de  Mercedes Sosa, y es que no hay color.

El disco de L'Arpeggiata se abre con "Duérmete Negrito", una canción popular argentina:


"¡Ay! Este Azul", seguramente es muy famosa pero yo la he descubierto ahora mismo y la pasada tarde la he escuchado como unas cinco veces seguidas, me parece bellísima:


La justamente famosa "Alfonsina y el Mar":


"Zamba Para No Morir":


"Zamba del Chaguanco"


"Como un Pájaro Libre", una canción sobre la maternidad:

"Como la Cigarra":


Y terminaremos con una versión realizada por L'Arpeggiata y Jaroussky por si queréis comparar, se trata de "Duérmete Negrito":

lunes, 6 de febrero de 2012

Tres canciones sobre el amor de Carlos Guastavino y, para disimular, una sobre la injusticia


La primera canción, cuya letra fue escrita por el gallego Lorenzo Varela ante la petición del compositor argentino, en un ambiente pastoral nos traslada a la situación previa a una CITA, es evocadora y tiene su pequeño toque pícaro y morboso: "dile a tu madre que vas a lavarte la camisa".



Te espero en el mediodía,
amiga.
Por el camino del río,
a la sombra de la encina.
Llámame si estoy dormido,
amiga.
Que hace mucho que no cierro
los ojos por verte, niña.
Y es muy traidora esta sombra,
soleada, de la encina.
Y al otro lado del río
duerme el ganado entre brisas
de los trigales y olivos,
niña.
Y ya sueño tu pañuelo
sobre mi frente dormida.
Y las cigarras ensayan
sus coros en las encinas.
Te espero en el mediodía,
amiga.
Dile a tu madre que vas
a lavarte la camisa,
y que el río está impaciente
esperándote en la orilla.

La segunda es LA PALOMITA, con su carácter folclórico y su letra, escrita en el XVIII por el salmantino José Iglesias de la Casa, nos adentramos en una situación muy distinta, el objeto del deseo se ha convertido en inalcanzable y termina con una moraleja o consejo: que "nadie fie de aves aleves; que a aquel que halagan, mucho más hieren".



Una paloma blanca
como la nieve,
me ha picado en el alma;
mucho me duele.
Dulce paloma,
¿cómo pretendes
herir el alma
de quien te quiere?
Tu pico hermoso
brindó placeres,
pero en mi pecho
picó cual sierpe.
Pues dime, ingrata,
¿por qué pretendes
volverme males
dándote bienes?
¡Ay! nadie fíe
de aves aleves;
que a aquel que halagan,
mucho más hieren.

En la tercera, la melancólica LA ROSA Y EL SAUCE, con letra de Francisco Silva y Valdés, cambiamos de punto de vista, no somos testigos directos de lo que le está sucediento al protagonista, el cantante nos va transmitiendo, con absoluta implicación, los acontecimientos que conducen a una dolorosa situación en la que el amor es arrebatado. Es, justamente, una de las canciones con acompañamiento de piano más famosas del repertorio en español y a mí me parece ver en ella mucha influencia de la mélodie , de Fauré sobre todo: 


La rosa se iba abriendo
Abrazada al sauce,
El árbol apasionado,
La amaba tanto!
Pero una niña coqueta
Se la ha robado,
Y el sauce desconsolado
La está llorando.

Tres muy hermosas canciones de Carlos Guastavino que habéis escuchado en la versión que de ellas hicieron la mezzo Bernarda Fink y el pianista Roger Vignoles.

Sin embargo, Carlos Guastavino, es conocido fuera del ámbito de la música clásica por una política y muy triste canción compuesta en 1941 sobre un poema de su amigo Rafael Alberti ("La paloma") que han versioneado varios cantantes de música popular como Joan Manuel Serrat, Mercedes Sosa, Mª Dolores Pradera o Ana Belén: "Se equivocó la paloma". Guastavino compuso varias versiones de este poema: para voz y piano;  para coro femenino, conjunto de cuerdas y timbales (como parte del ballet "Suite Argentina"); para coro a cuatro voces mixtas; para coro femenino; para dos pianos. Escucharemos la versión para coro a cuatro voces, para mi gusto gana muchísimo en matices respecto a la compuesta para una única voz:

domingo, 5 de febrero de 2012

Ópera de Babel - Giulio Cesare

Por increíble que hoy pueda parecer en todo el siglo XIX no se representó ni una sola ópera de Haendel y hubo que esperar al segundo cuarto del siglo XX. Fue en Göttigen (Sajonia) de la mano de Oskar Hagen donde tuvo lugar el estreno de "Rodelinda" en 1920, la primera ópera de Haendel representada desde 1754, habían pasado ni más ni menos que 166 años, ni que decir tiene que se había perdido totalmente la tradición interpretativa barroca así que se utilizó el tamiz impuesto por las corrientes wagnerianas y veristas: la ópera se tradujo al alemán, se eliminaron personajes y arias -las que permanecieron se quedaron sin da capo-, se reescribieron recitativos, se añadieron partes instrumentales. Una barbaridad pero es lógico que se hiciera así, entonces corría la idea de que las óperas de Haendel eran irrepresentables e "incompatibles con la escena moderna" (Oskar Hagen).

Haendel era alemán pero todos sabemos que el grueso de su producción operística, más del 95% de ella, se estrenó en Londres. En Inglaterra se había conservado cierta tradición interpretativa, sus oratorios ingleses y su música instrumental no se habían dejado de interpretar, esto tampoco quiere decir que se hiciera con los criterios historicistas que imperaron a partir de la segunda mitad del siglo XX, nada de eso, el Haendel inglés fue hasta entonces muy romántico, por eso los ingleses también jugaron un importantísimo papel a la hora de redescubrir las óperas de Haendel. En los años veinte se resucita "Semele" y "Giulio Cesare" y tras el paréntesis impuesto por la II Guerra Mundial se efectua la grabación de "Sosarme" (en italiano, con instrumentación original y con la participación del célebre contratenor Alfred Deller); sin embargo, el impulso definitivo vino de la mano de la Handel Opera Society. Fundada en 1955 con el objetivo de "recuperar las partituras de Haendel tal y como él las concibió, y de adaptar el etilo del siglo XVIII a las convenciones del XX de forma que pueda llegar a la audiencia no instruida en aquél estilo", eso sí, las obras se traducirían al inglés. Con la Handel Opera Society colaborarían cantantes como Joan Sutherland (Alcina en 1957, Rodelinda en 1959), Janet Baker o Paul Esswood. Entre 1955 y 1985 la Haendel Opera Society había exhumado dieciocho óperas de Haendel. 

De Janet Baker cantando Haendel tenemos bastantes grabaciones, tanto en italiano como en inglés, como esta serie, Ópera de Babel, está dedicada a la ópera cantada en idioma no original recurriremos a algunos fragmentos de su interpretación de Giulio Cesare en inglés, de la que tenemos testimonio tanto en audio como en video, en este caso es una grabación de la English National Opera efectuada en los años ochenta del pasado siglo con Charles Mackerras, cantar en los ochenta Haendel inglés se puede considerar casi un delito por anacrónico puesto que a partir de los sesenta la tendencia imperante es a respetar los idiomas originales, todos sabemos que los ingleses, con su carácter isleño, son para darles de comer aparte. Aún así es un placer escuchar a esta madura Baker cantando Haendel o lo que sea:

31ª maac-chorrada. Y todo fue eso, un espejismo


FAURE - "APRÈS UN RËVE"
Janet Baker (mezzo) - Geoffrey Parsons (piano)


Dans un sommeil que charmait ton image
Je rêvais le bonheur, ardent mirage;
Tes yeux était plus doux, ta voix pure et sonore,
Tu rayonnais comme un ciel éclairé par l'aurore. 

Tu m'appelais et je quittais la terre
Pour m'enfuir avec toi vers la lumière;
Les cieux pour nous, entr'ouvraient leurs nues,
Splendeurs inconnues, lueurs divines entrevues...

Hélas! Hélas, triste réveil des songes!
Je t'appelle, ô nuit, rends-moi tes mensonges;
Reviens, reviens radieuse,
Reviens, ô nuit mystérieuse!