martes, 29 de enero de 2008

Lucrecia Bori - Una valenciana en New York (IV)

El episodio que puso sobre la pista del Met a Lucrezia Bori, que fue determinante para su futuro profesional en Nueva York, lo cuenta Harold C. Schonberg en "The lives of the Great Composers". Ricordi mandó una carta a Lucrezia Bori comunicándole que tres señores querían ir a París para escuchar como cantaba y que debería aprenderse las arias de Manon Lescaut. Y efectivamente, se presentaron, eran Giulio Gatti-Casazza, director del Metropolitan, el director Arturo Toscanini y el compositor Giacomo Puccini. "Primero me miraron desde la cabeza a los pies y desde los pies a la cabeza", dijo Bori, "después me estudiaron detenidamente". Debió de satisfacerles bastante porque poco después la soprano estaba ensayando Manon Lescaut con Caruso y Amato bajo la dirección de Toscanini. Cantó por primera vez el rol como artista invitada del Metropolitan Opera en París dentro del tour de la compañía por Europa el día 6 de septiembre de 1910, además era el estreno de la ópera de Puccini en París, se ofrecieron en aquella ocasión un total de cinco representaciones.

Bori contaba una anécdota acaecida antes del estreno. En la función "lucía trajes nuevos que me había hecho expresamente en París", dijo Bori. "Me costaron una fortuna, se lo puede imaginar. Después del ensayo general con vestuario todo el mundo vino a felicitarme. De pronto, Puccini se presentó con una taza de café. "Bori, me dijo, ha salido todo perfecto. Lo único es que en el último acto, cuando Manon está hambrienta y sin nada que llevarse a la boca, su traje parece demasiado limpio. Entonces derramó la taza de café sobre mi vestido".

Bori no volvería a actuar con la compañía del Met hasta dos años después, el 11 de noviembre de 1912, esta vez en el mismo Metropolitan Opera House abriendo la temporada 1912-1913, la ópera sería la misma, Manon Lescaut. Al día siguiente el Evening Globe diría: "La señora Boris pronto alcanzó el éxito que habían profetizado para ella. Es joven y puede parecer aún más joven. (...) Es interesante y expresiva. Es esbelta y elegante, su seguridad y facilidad sobre el escenario son las de una actriz de nacimiento. Su voz es la de una soprano lírica con una frescura encantadora, sobre todo en el registro agudo, y canta mucho mejor de lo que comúnmente se entiende por bien. Tiene temperamento, pero con tanta suficiencia vocal e histriónica como para ser su maestra y no su esclava. Su Manon pronto se metió al público en el bolsillo por la naturalidad, simplicidad, sentimiento carente de afectación con que caracterizó a la joven muchacha enamorada, pero no fue menos efectiva entre la lujuria de la casa de Geronte, y en las últimas escenas, cargadas de muerte y miseria, su patetismo resultó increíblemente cierto. De hecho su Manon la ha situado, sin género de dudas, como uno de los miembros más interesantes de la compañía del Met ".

Henri Krehbiel, en el New York Tribune escribía: "Lo que no consiguió Mme. Cavalieri con la ópera de Puccini parece que terminará haciéndolo la Señorita Bori. No por su actuación, tampoco por su apariencia (en ninguno de estos aspectos resiste comparación con su predecesora), sino por sus actitudes vocales, desplegadas en los momentos cruciales. Durante el primer acto la decepción fue evidente, mezclada con la riqueza instrumental del Señor Caruso, su voz parecía pálida e infantil. No podemos aseverar en absoluto que la falta de vitalidad dada por la pureza de su timbre se debiera a la ruda forma de tocar de la orquesta, el Señor Polacco, nuevo director, intentó controlarla insuficientemente. Sin embargo, cuando en el segundo acto tuvo oportunidad, la cantante sorprendió a la audiencia, tanto a la menos exigente como a la más crítica, por la extraordinaria delicadeza de su arte vocal basado en una dicción exquisita, musicalidad impecable y conmovedor pathos. "

He añadido "In quelle trine morbide" de Manon Lescaut, no me gusta mucho la interpretación, no sé si es defecto de la grabación de la época pero los agudos suenan fijos y algo estridentes. También he añadido algunos temas cantandos en castellano. Entre otros están: La paloma, Clavelitos, La violetera, una estupenda versión de Vivan los que ríen de La vida Breve, Canto andaluz, Confiado Jilguerillo (Acis y Galatea) de Literes, La Cruz de Mayo, en ésta me recuerda algo a su paisana Concha Piquer, claro que Bori es algo más operística y también algunas de las siete canciones populares de Falla.




En el siguiente video se puede escuchar el dúo "Tutto tace" de L'Amico Fritz de Mascagni, grabado en 1924 por Lucrezia Bori y Miguel Fleta.

El vídeo es del usuario de Youtube y del foro Una noche en la ópera GerardoRosavaenge, al que me gustaría darle las gracias por su trabajo:




Para ir a entradas anteriores:
Lucrecia Bori - Una valenciana en New York (I)
Lucrezia Bori - Una valenciana en New York (II)
Lucrezia Bori - Una valenciana en New York (III)

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