En el libro de John Kobler: "Capone: The life and World of Al Capone" (1992) se cuenta una anécdota acaecida entre nuestra soprano y el célebre Rey del hampa en Chicago:
En la sociedad neoyorkina en la que normalmente se desenvolvía la diva no estaba mal visto codearse con personajes como Al Capone, cuya imagen en aquella época tenía cierto halo de héroe romántico, sobre todo si tenemos en cuenta que Capone, aunque vivía en Chicago, había tenido sus comienzos en Brooklyn. Cuando Bori supo que el actor George Jessel conocía a Capone personalmente, le preguntó si para la próxima actuación de la soprano en Chicago podría concertar una cita. Jessel, que sabía que el capo era un amante de la ópera, escribió a éste contándole lo sucedido. No parece que se llegara a producir nunca el encuentro entre la diva y el gángster pero en una de las temporadas veraniegas de ópera en Ravinia Park la Bori recibió una caja de un buen champagne "con los mejores deseos de Al Capone".
He añadido dos audios más, la Gavota: "Obeissons" y "Adieu notre petite table" de Manon de Massenet, la fotografía pertenece al programa de mano de una representación dada en el Colón de Buenos Aires bajo la dirección de Toscanini.
Para ir a entradas anteriores:
Lucrecia Bori - Una valenciana en New York (I)
Lucrezia Bori - Una valenciana en New York (II)
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