La soprano alemana Nadja Michael, fue testigo de una tragedia horrible: el 21 de abril de 2001 durante una representación de Aida en la Deutsche Oper de Berlin, vio como Giuseppe Sinopoli se desplomaba desde el podio víctima de un ataque al corazón, estaba sobre el escenario interpretando Amneris, y es que Michael inició su carrera como mezzosoprano (cantó Eboli, Kundry, Amneris, Dalila, Venus, Brangäne y Carmen) , sin embargo, en el año 2005 se pasó a la cuerda de soprano (Marie/Marietta, Tosca, Fidelio/Leonora, Santuzza, Lady Macbeth and Salome).Quizá la hayáis escuchado en directo, ya que en el año 2006 fue Giulietta en Les contes d'Hoffmann del Real. El próximo 21 de febrero se presentará en el Covent Garden como Salome en una nueva producción de David McVicar bajo la dirección de Philippe Jordan, hace un año cantó esta opera en La Scala con mucho éxito, también la ha cantado en Atenas, en Estrasburgo y en Berlín.
Nadja Michael - Salome - Escena final - La Scala, marzo de 2007:
Pues tenía entrada para esos Cuentos de Hoffmann pero por desgracia no pude ir, así que nunca la he escuchado. No soy ninguna experta en Strauss -ni en nada- y estoy muy acostumbrada a la Salomé de la Caballé, pero esta mujer me ha gustado mucho, su voz tiene mucha fuerza (aunque a veces se me hace un poco estridente, ¿será el síndrome Caballé?) Me encantaría escucharla esto en vivo.
ResponderEliminarY en otro orden de cosas, qué bellezón de señora, no?
Tengo una duda que me asalta: ¿se debería escribir en los blogs para criticar a un cantante propuesto?. Cada noche entro con la ilusión de ver qué tema toca, y sé el esfuerzo que supone elaborarlo. Es un regalo. Dicho esto, si molesta, me gustaría que lo dijeras (lo mismo para el resto de blogs y sus autores).
ResponderEliminarMe atrevo por hoy. Es la primera vez que escucho a Nadja Michael y no me ha gustado mucho. Aunque reconozco la intención y el empeño de su interpretación, el vibrato desagradable, el registro agudo estridente, como dice Papagena, a veces puro grito, los sonidos desafinados, otros estrangulados, no me compensan. Quién sabe si tras escucharla en vivo, pensaría otra cosa.
Por supuesto que no me molesta, al contrario, para eso se ponen fragmentos, para que se comenten y cada uno exprese su opinión, sea la que sea. En cuanto a la Salome de Michael no la he puesto por su calidad interpretativa sino por ser un tema de actualidad, me parece que nos perdemos mucho al no poder verla en directo, y se ve que gran parte del triunfo que tuvo en La Scala se debió más a su interpretación escénica que vocal. A mí lo que me gusta de ella es su intención, la expresividad, no tanto la voz, es totalmente cierto que sus agudos son gritados. Pero como siempre cuando estamos juzgando una interpretación hay que fijar con quién ha de medirse, desde luego que si tiene que hacerlo con Welitsch va a salir muy mal parada, no tanto con Silja, de hecho cuando leía lo que pensabas sobre el vibrato y los gritos estridentes me acordé de ella.
ResponderEliminarQue sí, hombre, que cada uno diga lo que quiera siempre que se mantenga el respeto hacia los demás, incluidos los propios cantantes, por supuesto.
Recuerdo que en aquellas conversaciones del chat de Hispaópera me dijiste que no te gustaban las voces dramáticas para Salome(por eso a la Behrens le dabas de lado :P).
ResponderEliminar¿Yo he dicho eso? Pues vaya... porque a la Varnay me la tragaría hasta cantando la reina de la noche.
ResponderEliminarEl mes pasado interpreto Marta de Tiefland en la DOB...
ResponderEliminarLa Michael no me gusta como voz pero es una actriz fabulosa. Es el típico caso de una cantante-actriz.
ResponderEliminarEn el famoso Don Carlos de Viena, producción de Konwitschny, ella es la Eboli. Fascina en todas las escenas donde participa, aunque la voz no es nada del otro jueves. Estoy seguro que hay que verla en directo para disfrutarla.
Una cuestión, a raíz de lo que comenta Golaud que dijiste tú maac. ¿La Behrens una Salomé dramática?. La Behrens no fue nunca una soprano dramática, otra cosa es que cantara los roles wagnerianos y straussianos destinado a ellas. Su Salomé con Karajan es auténticamente de referencia y es de la Salomés-Niñas, quizás la que más me gusta. No me olvido ni de Caballé ni de la Studer con Sinopoli que me gustan muchísimo.
Pues yo no sé qué diría en La Tertulia del Foyer sobre la Salome de Behrens, a ver si voy a tener que pasarme a releer la cadena sobre las Salomés, que es larga de c*****s...
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo, Ximo, la Behrens acometió el repertorio dramático más duro, y se dedicó a él, la voz quizá no sea tan robusta como otras pero sí era potente, con un magnífico registro agudo (en el grave era débil), y la fuerza de la expresión, el temperamento de sus interpretaciones, inherentes a su voz, no sólo intención, así me lo hacen pensar. Que cantara Brünhilde, Elektra, la Emperatriz, Senta, Isolde, Leonora, aunque ésta también la hayan acometido otro tipo de sopranos, etc, me parece un indicador.
ResponderEliminarQue sepa ser acariciadora cuando corresponde, no significa que su naturaleza no sea esencialmente dramática, que es lo que ella misma decía. No he dicho que la Salome de Behrens no sea creíble, todo lo contrario, pero lo de dramática iba por la voz y su carácter, no porque cargue tintas, o no dé la sensación de Salome adolescente. Además me parece una de las más ricas en acentos. Toda la escena final es para recordar. Y la pongo de los primeros puestos.
Es mi opinión, que no soy experto.
Maac, el comentario al que me referí lo dijiste en una conversación en el chat de Weblaópera, contrapiendo Behrens a Welitsch. Quizá no lo recuerde bien, no le des más importancia.