"Yo he sido testigo y estas fotografías
son testimonio. Los acontecimientos que he registrado
no deberían olvidarse ni repetirse."
- James Nachtwey-
Es el texto que podemos leer al entrar en la página web de James Nachtwey, el famoso fotógrafo estadounidense que nació en Siracusa, Nueva York en 1948. No fue hasta los años ochenta que se especializó en retratar tanto conflictos bélicos como el horror y la miseria de los pueblos poniendo casi siempre la mirada en el individuo. Las imágenes de Nachtwey son un crudo reflejo de la historia más mezquina y oscura protagonizada por el ser humano en el último cuarto del siglo XX. Para captar esos instantes mágicos -la estética del horror, una gran paradoja- no sólo es capaz de viajar hasta los lugares recónditos y peligrosos sino también de exponer su propia vida, como cuando en el año 2003 fue herido por una granada en Bagdad. ¿Qué busca Nachtwey? Parece que no es la fama, el riesgo, el espíritu aventurero, el morbo, ni el dinero lo que le motivaron -eso es lo que él dice aunque no sé por qué no me lo acabo de creer del todo- sino poner en evidencia las situaciones de violencia que se dan en nuestro mundo cotidianamente y frente a las que nosotros, a pesar de lo informados que estamos, nos situamos tan distantes. Nachtwey tiene fe en que con su trabajo puede hacer cambiar las cosas, podría decirse que para él la fotografía es un arma cargada de futuro. Confiemos en que sea así y en que cada vez sea más difícil obtener fotos como estas:
Fotografías de James Nachtwey sobre un fondo de música de Chopin (Largo de la Sonata para piano nº 3 en si menor op. 58, interpretada por Lang Lang)
Fotografías de James Nachtwey sobre un fondo de música de Chopin (Largo de la Sonata para piano nº 3 en si menor op. 58, interpretada por Lang Lang)
la fotografia sirve para no olvidar y evitar que se repitan los acontecimientos (James Nachtwey) y con esta música de Chopin interpretada de manera magistral por Lang Lang me hace reflexionar. Gracias Miguel Angel excelente aporte!
ResponderEliminarsí que lo es Maac, tanto como la poesía¡¡¡
ResponderEliminarque lejos estas fotografías consecuencia de las guerras y de la injusticia, de aquellos grandes formatos que pintaban por encargo los maestros europeos de las épicas victorias ?? guerreras...
"Fama, riesgo, espiritu aventurero, morbo, dinero" de todo ello habrá puesto algo Nachtwey pero sobretodo ha puesto su mirada, y la nuestra que recoge el horror del momento pero también la BELLEZA que el "hombre" expresa hasta en los más trágicos momentos de su vida y su muerte...
poesía, cargada de futuro, sin duda.
Sean cuales sean las intenciones de Nachtwey cuando dispara con la cámara, el resultado me parece válido, son hermosas y cumplen su cometido.
ResponderEliminar¿Por qué da la sensación de que necesitan una justificación adicional quienes se sumerjen en esas zonas oscuras para compartirlas con el resto?
Me parece que el posible morbo estaría, en cualquier caso, en la manera de contemplar las fotografías, más que en el hecho de hacerlas.
Es demasiado
ResponderEliminarMuchas lecturas de todas y cada una de ellas.
ResponderEliminarUn denominador común: el amor a un trabajo y el respeto a lo fotografiado.
Excelente post, Maac
Para mi no cabe la palabra estética en este tipo de fotografías. Valoro su valentía, su testimonio, su desgraciada necesidad pero jamás pienso en palabras como estética o belleza.
ResponderEliminarYo tampoco pienso, la percibo.
ResponderEliminarGran pregunta Maac, el dilema moral de hacer fotos de gran carga estética de situaciones dolorosísimas; no negaremos que las tomas estan trabajadas, verdad? No sería más adecuado unas instantáneas más espontáneas? yo no sé qué responder, también Velázquez pintó lo que no se quería ver, pobres o enanos, con maestría.
ResponderEliminarGran montaje, Maac, 14 minutos para sacudirnos.
Hombre, esto me recuerda a un video que circuló hace tiempo por la red, una historia de una reportera que seguía la pista de una niña en pleno fuego cruzado y la fotografiaba mientras trataba de escapar, hasta que la disparaban y moría. Si alguien, pudiendo salvar la vida de una persona, dejara de hacerlo para sacar una fotografía, sería una auténtica aberración, pero si estuvieras en un lugar en el que no puedes hacer gran cosa y quisieras recoger un testimonio gráfico, ¿por qué no hacerlo de la mejor manera posible?
ResponderEliminarYa. Pero estareis de acuerdo conmigo en que en Occidente nos la cogemos con papel de fumar, analizando la ética de un comportamiento, que no deja de ser interesante y necesario, pero el problema, con foto más o menos ética o sin ella, sigue ahí. El fotógrafo puede ser un sinvergüenza o un santo, pero el lo que muestran esas fotos ¿quien lo arregla?
ResponderEliminarCierto, es mucho más fácil hablar del fotógrafo que hace las fotografías que de la situación que reflejan.
ResponderEliminarGracias a todos por estos comentarios tan interesantes y especialmente a Cxestal, que se estrena en el blog.
ResponderEliminarMe llama la atención que reaccionamos con horror ante estas fotografías, por el contrario si la escena en vez de vista fuera narrada la reacción sería muy distinta y podríamos hablar de las virtudes narrativas del texto sin ningún pudor.