jueves, 20 de enero de 2011

Mis arias favoritas - O ma lyre immortelle...


Sapho (1851) fue la primera ópera que compuso Gounod, la estrenó la mezzosoprano Pauline Viardot y no forma parte del repertorio habitual; sin embargo, sí se suele incluir en muchos recitales su aria final. La ópera se centra en el desdichado amor entre la célebre poetisa griega y Phaon, que se debate entre el amor a Sapho y a Glycère; termina con la traición de Glycère, el sacrificio de Sapho y su posterior suicidio sumergiéndose en las aguas del mar. Pero instantes antes del desenlace la protagonista canta un aria de muy estupenda factura que refleja perfectamente tanto la desolación como la nobleza y dignidad del personaje. Me recuerda mucho al aria de despedida de Dido en Les Troyens. Una magnífica intérprete tanto del aria de Sapho como de la de Dido fue Regine Crespin:




Podemos encontrar bastantes versiones que contrastan con la de Crespin, yo me centraré sólo en cinco: Montserrat Caballé que en la última etapa de su carrera, a pesar de que la voz estaba ya tocada, aún era capaz de abrir el frasco de las esencias, estamos hablando de 1995; Marilyn Horne que la incluía en un recital grabado en los años sesenta, se titulaba "Souvenirs of a golden era" y estaba dedicado a Pauline Viardot y Maria Malibran, muestra una voz mucho más carnosa -y cavernosa- que Caballé pero bastante menos sensual o bastante más trágica; más modernamente la grabó Madalena Kozena, no la encuentro especialmente inspirada; finalmente Grace Bumbry, un timbre también carnoso, logra conjugar fuerza dramática y belleza vocal. Pero ninguna como Crespin.






La de Ernestine Schumann Heink tiene la inserción desactivada en Youtube, está grabada bastante tarde, en 1909, cuando la cantante tenía 50 años, muchos si pensamos en que debutó profesionalmente a los 16 años, algunos sonidos extraños no sabemos si se deben al estado vocal, el estilo de esa época o la técnica de la grabación, la podéis escuchar AQUÍ.

8 comentarios:

  1. Un aria preciosa, maac, que también siempre me ha traido el recuerdo de Dido.
    La que es inmortal, sin duda, es Crespin. Excelsa.

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  2. Maac, la versión de Crespin me parece adictiva.

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  3. Lo de Crespin es impresionante, las demás, por bien que estén, ni se le acercan.

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  4. Pero si la de Crespin no existiera, las otras están muy bien también. Y como estoy pensando en empezar aqui una sección de comentarios JL-chorradas reconocidos como tales (sin reconocer llevo algunos centenares)y a fin de cuentas maac hace en mi casa lo que le da la real gana y me la deja perdida, diré que esta preciosa aria me recuerda "Adieu notre petite table", de la película "Mesas separadas"

    José Luis (blogger no me deja entrar con mi cuenta. Debe ser por la chorrada)

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  5. Es curioso porque hace un par de semanas estuve varios días colgado de este aria, y obviamente las conclusiones son muy parecidas; en la selección me falta la Verret, que pienso que merece la pena; y a la vista de lo Crespiniano que resulta ser este foro (cosa a la que me adhiero sinceramente) no sé si decirlo, pero yo creo que la versión de Kozena es tan digna de escuchar como la de Crespin; Kozena ahonda más en el drama y Crespin en la tragedia, y ambas me parecen visiones adecuadas.
    Las voces no pueden compararse, obviamente.
    Y las otras, Caballé incluida a mi pesar, están por detrás.

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  6. Acabo de escuchar la versión de Kozena y la verdad es que también me ha gustado, aunque he de decir que en la tesitura grave, prácticamente, desaparece.

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  7. Bueno la Crespin , claro, pero las otras se saborean con gran placer y a mi, como a Fernando, me gusta mucho la de Kozená (quizás más light pero bellísima versión), la Bumbry y la Rita Gorr, que os dejo en un vídeo de visión problemática, pero que se escucha de manera placentera y que me parece digno de mención.
    http://www.youtube.com/watch?v=yNTNl3WICGs

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  8. Estuve dudando entre el vídeo de Bumbry y el de Gorr, Kozená no sé, para mi gusto le falta amplitud en el timbre, no me llena, una mezcla entre la amplitud que exhibe una Caballé cascada y de graves ausentes y Kozená no sería un mal experimento, puesto a soñar...

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