lunes, 2 de junio de 2008

TURANDOT en LES ARTS. Toques de HUMOR.

Pero qué bien me lo pasé en la última Turandot del Festival del Mediterrani. Si algo he aprendido en estos dos últimos años es que con un director musical, un coro y una orquesta de calidad es suficiente para disfrutar de la ópera, el resto, producción y cantantes, no diré que es accesorio, sí que basta con que tenga un nivel aceptable.

No voy a analizar la representación punto por punto, sólo contaré algunas impresiones que tuve ayer.

Maria Guleghina tiene una voz prodigiosa, sobre todo en los graves, redondos y con mucho cuerpo, ¡Qué densidad Dios mío! Es un auténtico prodigio de la naturaleza, pero qué difícil es controlar toda esa exuberancia vocal. Turandot es uno de los papeles más difíciles del repertorio italiano, tanto que ni en la historia discográfica es fácil encontrar referentes, ni siquiera Birgit Nilsson -tenía la voz pero no la mediterraneidad, cada vez que la escucho decir “straniero” no puedo evitar sonreír, porque en sus grabaciones la única que da con la imagen foránea es ella-, seguramente Eva Turner pueda considerarse el mejor referente pero no tenemos una grabación íntegra de la ópera en la que ella cante.

Marco Berti me gusto mucho como Calaf pero qué falta de homogeneidad tímbrica, hay momentos en los que su timbre adelgaza como si fuera el de un tenor lírico-ligero y otros en los que ensancha y parece un tenor spinto, el resultado es obvio, la linea de canto queda desdibujada.

Alexia Voulgaridou estuvo en consonancia con su apellido, no me llegó a emocionar, tampoco molestó. No sé de qué iba disfrazada, supongo que, dado que el vestuario lo han confeccionado en China, su aspecto estaba más que justificado, yo no pude evitar acordarme de Nuestro Señor Jesucristo al verla con esas melenas negras cayendo a los lados, su túnica blanca y esa especie de estola púrpura, hasta el punto de que llegué a plantearme si el director de escena había querido establecer algún paralelismo entre el sacrificio de uno y el de la otra. Inmediatamente deseché la idea.

La escenografía estaba tan adelantada que no es extraño que haya habido muchas crónicas que hayan destacado la carencia de movimiento escénico de los coros, pero es que no había espacio para tanta gente, yo hubiera dejado una explanada más grande delante del palacio, pero éste era tan profundo que igual no hubiera cabido. No me gustó que el emperador sufriera de parkinson, lo encontré exagerado y de dudoso gusto. Encantado quedé con los toques de humor dados por las banderitas triangulares a las que tan aficionados son los chinos cuando organizan espectáculos internacionales, reciben visitas como la de su Santidad el Papa o la de grandes dignatarios de los diferentes estados, y sobre todo por ese final, desternillante: Turandot aparece corriendo con un vestido blanco y vaporoso ribeteado en tonos rosas -híbrido entre salto de cama y bata de cola bastante raro, dice Titus en su blog-, baja un telón traslúcido creo que de color encarnado pero cuyo efecto es teñir de rosa todo el escenario, como si de un cuento de hadas se tratara, para decirnos qué ya sabe el nombre del extranjero: "Padre augusto, conosco il nome dello straniero, il suo nome... è Amor..." Ignoro si ese fue el efecto pretendido por Chen Kaige pero me pareció un contrapunto perfecto a lo absurdo del argumento. A destacar el empaste del coro y la orquesta en un final apoteósico.

La labor de Zubin Mehta fue impagable, es Turandot una ópera que pocos dominan como él, se plegó en todo momento a los cantantes y supo ser efectista y grandilocuente cuando la partitura lo requería, y qué bien le respondió la orquesta, quizás para alguno eso sea superficialidad, para mí el efectismo es consustancial a todas las óperas de Puccini.

Turandot no es ni de lejos una de mis óperas preferidas, pero la función pasó como un suspiro, me enganchó totalmente sin que en ningún momento me planteara si estaba bien o mal, si cantaban así o asá, eso siempre se agradece porque demuestra que la finalidad del espectáculo, que es entretener, ha funcionado. Unos amigos se estrenaban en la ópera y salieron encantados, ya me han dicho que quieren más.

8 comentarios:

  1. Qué risa lo de Liù como Jesucristo, no se me había ocurrido. Desde mi butaca lateral me perdí el efecto del telón tiñendo de rosa el escenario, yo simplemente ví bajar un telón rojo translúcido para luego volver a subir, y la verdad es que pensé "Y esto ¿a qué viene?". Ahora lo entiendo.

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  2. ...quizás lo mas coherente en ese binomio "música/escenificación" fueron los Ping, Pang y Pong, siempre el contrapunto de la trama drámatica, equilibrados, sin responsabilidad aparente, a la vez turbadores y famiiares, excelentes sus solos, especialmente el momento en el que desnudan sus recuerdos y añoranzas, perfecto el efecto de los columpios conceptualizando el momento de paz y nostalgia y su vestuario uno de los mas logrados parecian sacados del Turandot de David Hockney,
    un abrazo.

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  3. Jajajaja me he reído un montón con lo de Jesucristo y la bata de cola de Turandot!

    Pero escuchar una Turandot dirigida por Mehta no deja de ser un privilegio y algo para recordar siempre. Habría dado cualquier cosa por estar allí. Lástima que lo pongan tan difícil :-(

    Me alegra que disfrutarais.

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  4. A mi, como a Titus, se me pasó el efecto del telón porque también estaba en el lateral.
    Y también se me hizo muy entretenida, y eso es finalmente lo que mas me importa. Lo de esta orquesta es una gozada...esperemos que dure la alegría mucho tiempo ;)

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  5. Nunca me arrepentire lo suficiente de no haber pasado de todo y haberme comprado una entrada. Al contrario que Maac, esta si es una de mis operas favoritas y estoy seguro que ya con la labor orquestal debe ser uno de los momentos algidos de esta "mediocre" temporada. Os envidio por haberla podido disfrutar y porque asistir al hito que supone que una cantante se atreva con Turandot y no naufrague completamente, es algo digno de recordar.

    Maac, a ti te doy la enhorabuena por este espacio, donde creo que me estreno. Espero poder veros a tod@s "al piu presto". Besos y abrazos

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  6. Maac,

    Me he reido con tus comentarios y he disfrutado con la obra, se me pasó tan rapido como uno de esos momentos nescafé.

    No sé dónde - me he estoy aficionando a esto de leer blogs- Ximo dixit: estoy hasta los platillos chinos de Turandot... pues eso, me lo he leido tó y he escuchado demasiado. Pero tu crónica no podía faltar y en clave de humor te dejo mi comentario.

    Estoy de acuerdo contigo; Turandot gusta mucho a los que escuchan por primera vez opera. Comprendo el entusiasmo de tus amigos. Como también el del amigo de mi amigo; alguien que me presentaron a la entrada -Dios quiera que no lea blogs y se reconozca- me dijo que llevaba escuchándola toda la semana y que le encantaba, sobre todo la apoteósis final, qué genio Puccini...Sonreí y me acordé de un amigo mio muy gracioso que en estas situaciones hubiera dicho; olé olé y olé.

    Cambiando de tercio. Hay una conferencia en el Palau de la Música sobre la 2ª sinfonía de Mahler, el último concierto de abono... cómo pasa el tiempo. Sé que a mis amigos se les había pasado por alto, por si a vosotros tambien y os interesa, os dejo la referencia.


    05-06-2008 [20.00]
    Sala Rodrigo

    Conferencia: GASTÓN FOURNIER-FACIO

    Coordinador Artístico del Teatro alla Scala de Milán


    G. Mahler: Sinfonía nº 2 en do menor “Resurrección”


    Y colorín colorado este Turandot se ha acabado!!!!!!!!!

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  7. Parece que la dirección del Palau ha decidido darle más publicidad de la normal a la conferencia y la ha anunciado junto con el programa de mano de hoy introduciendo una hojilla para explicar quién es su gracia; la biografía de Gastón Fourrnier-Facio.

    La importancia del conferenciante quizas merecia que no pasase tan desapercibida... así - para que no seamos dos y las maris de siempre- han decidido dar ideas por si alguien no tiene nada mejor que hacer.

    Esto empieza a ser como las siete y media, o nos pasamos o nos quedamos cortos

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  8. Yo, desgraciadamente, no tengo entradas para ese concierto, lo intenté pero estaban agotadas. Fíjate si se le ha dado publicidad que el pasado viernes, Yaron Traub, en mitad del concierto de temática española -R.Strauss (Don Quijote)/Albeniz/Turina- se dirigió al público para despedirse -luego nos hemos enterado que ha renovado por tres años más- y decir que era amigo personal del conferenciante y recomendar encarecidamente la asistencia a la conferencia, ya que, según dijo, es uno de los grandes especialistas en Mahler.

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