La procedencia de los visitantes del blog es insospechada, no todos son amantes del arte del canto. Cada día el blog tiene entre 100 y 150 visitantes y, entre todos, abren unas 150 o 200 páginas. Examinando en StatCounter los resultados de una herramienta llamada Keyword Analysis -indica qué palabras clave han utilizado las visitas que han accedido al blog a través de buscadores. Como es natural, el más utilizado es google-, he observado que hay personas especialmente preocupadas por quitar manchas de sangre que, al parecer, no se van por más que se frota. No quiero ser mal pensado, así que espero que sea porque trabajan en un hospital, en una pescadería, carnicería o en un lugar en el que se desempeña cualquier otra profesión digna. Parece que google, que no es perfecto, les remite a un artículo que apareció en este blog hace unos meses y que trataba sobre la Lady Macbeth de Verret, y es que el personaje de Lady Macbeth también tenía sus problemas con las sangrientas manchas.
Como deseo lo mejor para los visitantes de mi blog voy a dar unos consejos a ver si así solucionamos los problemas al hacer la colada. Como no sabemos en qué lugar se encuentran las manchas vamos a distinguir varias posibilidades:
Como deseo lo mejor para los visitantes de mi blog voy a dar unos consejos a ver si así solucionamos los problemas al hacer la colada. Como no sabemos en qué lugar se encuentran las manchas vamos a distinguir varias posibilidades:
LIMPIAR MANCHAS DE SANGRE
* papel pintado: si se trata de un papel lavable, se usara una esponja humedecida en agua fría con detergente y amoniaco. Los cercos desaparecerán frotándolos con agua oxigenada o con lejía diluida en agua. Los papeles no lavables se limpian con una mezcla de almidón disuelto en agua, que se deposita sobre la mancha hasta que se seque. Luego, se pasara un cepillo. Los cercos se eliminan de la misma forma que en los papeles lavables.
* Suelos: la mancha, si se elimina rápidamente, se retira con cualquier detergente.
En caso de que se haya secado, se deberá añadir amoniaco. Y si la sangre ha
penetrado en la piedra, habrá que utilizar agua con lejía para limpiarla.
* Tejidos lavables: las manchas de sangre se deberán limpiar, lo antes posible, con detergente y agua fría (ya que la caliente fija la mancha). Se puede añadir un poco de amoniaco al detergente para su acción. Si quedan restos o cercos, se añadirá una aspirina al agua del aclarado (también es posible utilizar lejías para ropa blanca o de color con el mismo efecto).
* Tejidos no lavables, alfombras y moquetas: los champús y las espumas para la limpieza en seco de tapicerías eliminan las manchas recientes de sangre. Pero si estas se han secado y quedan cercos, se pueden quitar frotando la zona con una esponja ligeramente humedecida en agua con detergente y amoniaco, y aclarando con la esponja empapada en agua en la que se haya disuelto una aspirina efervescente y una cuchara de vinagre.
* Suelos: la mancha, si se elimina rápidamente, se retira con cualquier detergente.
En caso de que se haya secado, se deberá añadir amoniaco. Y si la sangre ha
penetrado en la piedra, habrá que utilizar agua con lejía para limpiarla.
* Tejidos lavables: las manchas de sangre se deberán limpiar, lo antes posible, con detergente y agua fría (ya que la caliente fija la mancha). Se puede añadir un poco de amoniaco al detergente para su acción. Si quedan restos o cercos, se añadirá una aspirina al agua del aclarado (también es posible utilizar lejías para ropa blanca o de color con el mismo efecto).
* Tejidos no lavables, alfombras y moquetas: los champús y las espumas para la limpieza en seco de tapicerías eliminan las manchas recientes de sangre. Pero si estas se han secado y quedan cercos, se pueden quitar frotando la zona con una esponja ligeramente humedecida en agua con detergente y amoniaco, y aclarando con la esponja empapada en agua en la que se haya disuelto una aspirina efervescente y una cuchara de vinagre.
Visitante anónimo, si ya has encontrado la manera de que desaparezca la sangre, antes de ponerte manos a la obra, puedes escuchar tranquilamente el debut de Grace Bumbry como Lady Macbeth en Salzburgo 1964, el primer rol que afrontó como soprano:
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...Ya era hora!! pensé que nunca me ibas a descubrir, me daba corte decírtelo abiertamente, a la cara, pero desde aquella noche al final del último acto, en la primera fila de la platea del Palau, que Butterfly me puso perdida la camisa blanca de lino escoces, con su exultante "hara-kiri".
ResponderEliminarPor fin tengo la solución para eliminar aquellas omnipresentes salpicaduras rojas.
Gracia, Amigo
Eso te pasa por ponerte tan cerca, si estuvieras como yo, en el cuarto piso. Algún día contaré el espectáculo que vivimos antes de cada función y en los entreactos en el cuarto piso, ahí también es posible que alguno se haya ensuciado con sangre, lo peor es que habrá sido con la suya propia.
ResponderEliminarCuéntamelo a mí, por la cuenta que me trae, ya sabes que el cuarto piso es mi hábitat natural. La única vez que ví escenas de violencia (verbal) fue en el Oro del Rhin, pero acabaron cuando las violentas se quedaron sopa, más o menos a los cinco minutos de empezar.
ResponderEliminarEn el cuarto piso hay un escalón peligroso si se da el caso de que las últimas butacas de la esquina están libres, hay muchos asistentes que llegan justitos de tiempo y con las prisas no lo ven -el parqué todavía es muy nuevo-, como llevan impulso salen despedidos y, aunque esté mal decirlo porque no hay que alegrarse del mal ajeno, es un espectáculo: "A ver quién cae hoy". NO... en serio, he visto a gente pasarlo realmente mal del hostiazo que se ha metido en la nariz contra una butaca. Por eso digo que ha habido sangre en el cuarto piso. Espero que este año hayan puesto algún tipo de solución, pero la culpa -en este caso y por una vez- no es del diseño de Calatrava sino de que la gente pasa por lugares que no son parte del acceso general sino a determinadas butacas, y claro no van mirando por dónde andan sino cuánto falta para llegar a sus localidades. Recuerdo que la última vez que vi una caída la acomodadora, que metió a unos espectadores por ahí cuando no debía haberlo hecho, les advirtió: "cuidado con el escalón" y... pataplán, un señor dando zancadas y luchando por no caer al suelo, que fue donde al final fue a dar, pero bastantes metros después del escalón.
ResponderEliminarJajajajajajaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarLo que me he reído. Fuera, maldita mancha!!!
Y si encima me plantas a la Bumbry al final, pues de lujo :-)