Estamos acostumbrados a escuchar las variaciones Goldberg en versión para clave o para piano, y nos parece extraño que Kurt Rodarmer pudiera dedicar diez años de su vida (1985-1995 aprox.) en su transcripción para guitarra. Había comenzado a tocar la guitarra a los seis años, pronto fue considerado un niño prodigio, después fue aceptado por Andres Segovia como alumno. Rodarmer, gran admirador de la obra de Bach y de la grabación de las Variaciones que al piano hiciera, a principios de los ochenta, Glenn Gould, necesitaba llevar las Goldberg a su terreno, no quería hacer una mera adaptación a la guitarra, consideraba que en el caso de la obra de Bach había que poner los instrumentos al servicio de la música y no al revés -un planteamiento totalmente antihistoricista- y era imposible transcribir la obra para guitarra sola sin hacer una reducción .
Con el fin de grabar las Variaciones Goldberg encargó dos guitarras a las que les puso nombre, Casandra y Blanca. Fueron construídas por el luthier Christian Schneider con la intervención del Director del Instituto de Biofísica Molecular de la Universidad de Florida Michael Kasha, ambos habían sido colaboradores habituales de Andrés Segovia. Pero en la grabación no se utilizaron sólo estas guitarras, se llegaron a utilizar hasta cuatro, cada parte fue grabada por separado para finalmente ser mezcladas con ayuda de la técnica, todo un experimento. El disco apareció en el mercado a finales de 1996 o principios de 1997.
El resultado fue todo un éxito, además de reflejar el virtuosismo del intérprete, consiguió producir el efecto de que está sonando un solo instrumento y no un conjunto de guitarras, que era uno de los objetivos que Rodarme se había propuesto. La guitarra le confiere a la obra una calidez y una musicalidad que no encontramos en el clave o el piano, con esto no quiero decir que sea capaz de desterrar a los instrumentos de teclado, a los que estaremos condenados a volver una y otra vez. Al final, aunque todo parezca muy natural, no es más que fruto de una ficción técnica de impecable factura.
Podéis encontrar esta grabación en O criminoso sempre retorna ao local do crime
Contra todo pronóstico, suena muy natural y como tú dices, mucho más cálido de lo que estamos acostumbrados a escuchar. Me gusta.
ResponderEliminarMaac, ¿es normal que al inicio de cada track escuche publicidad de San Miguel?
ResponderEliminarYo no escucho nada de publicidad.
ResponderEliminarNo me parece muy normal, Joaquim.
ResponderEliminar¿Lo dices en serio?
En la variación 13, oigo, hoy también y no me fumé nada el otro día y hoy me acabo de levantar:
ResponderEliminarSan Miguel presenta el único Unix de su história con un concierto único de Kel (eso no lo tengo muy claro), para pocos, para muy pocos. 600 entradas dobles para 600 afortunados. Infórmate de como conseguir la entrada en sanmiguel.es.
San Miguel donde va, triunfa
A partir de ese momento se escucha la variación correspondiente, por cierto en una versión excelente.
Eso mismo me ocurría el otro día con todos los tracks. LO JURO
Vaya, sólo me faltaba eso, que goear ponga publicidad. ¿Será es el precio que tenemos que pagar por la gratuidad?.
ResponderEliminarAhora me asaltan dos dudas. ¿Qué es un unix? ¿Qué o quién es Kel?
ResponderEliminarBueno, no sé exactamente si es Unix i Kel, pero es que etamos en otra galaxia y no termino de entenderlo muy bien, pero os aseguro que se oía. ¡¡¡AHORA YA NO!!!
ResponderEliminarEspero que todo haya quedado en un experimento porque si van a poner publicidad ya se pueden ir despidiendo de maac.
ResponderEliminarEso parece.
ResponderEliminarHoy la audición es perfecta.
Siento discrepar: me resultan mucho más cálidas y musicales en un Bösendorfer.
ResponderEliminarAlgo parecido pensé yo la primera vez que las escuché.
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