Si el Palau de les Arts tiene prevista ofrecer una obra y luego resulta que, sin la menor explicación, desaparece del programa de mano ponemos el grito en el cielo, sin embargo con el Palau de la Música parece que somos más tolerantes, no se exactamente por qué, si es que lo consideramos una institución de andar por casa o que nos da más pena, nos cae más simpática..., pero esto no debería ser así, se le debe exigir la misma seriedad que a cualquier otra sala de conciertos. Pues eso es lo que pasó con Metamorfosis de Richard Strauss, cuando cogimos los programas pudimos comprobar que la obra había desaparecido como por arte de magina, sin la menor explicación, ni siquiera una disculpa. Y no es la primera vez que pasa esta temporada, no quiero recordar la bochornosa anulación de las celebraciones del Nou d'Octubre.
Pero la mayoría de los que estábamos allí no habíamos acudido a escuchar la obra de Strauss, sino que queríamos asistir a la cita anual que Waltraud Meier mantiene en el Palau de la Música con el público valenciano gracias a la amistad que le une con el director titular de la orquesta, Yaron Traub. Es una de las grandes cosas que este director a hecho por Valencia y se lo agradeceremos eternamente.
Este año tocaba el segundo acto de Parsifal, acompañaban a la Kundry de Meier el tenor Simon O'Neill como Parsifal y el barítono Roman Trekel como Klingsor. Tal y como había ocurrido en las últimas actuaciones que le había visto me esperaba encontrar una Meier deteriorada en lo vocal y cual fue mi sorpresa al comprobar que lucía un hermosísimo timbre, sin estrangulamientos ni tiranteces, menos gutural de lo habitual, así que de lo demás ya os podéis hacer una idea, no hace falta decir mucho más: si es grande con problemas vocales ,cuando estos desaparecen se convierte en inmensa, fue Kundry, de los pies a la cabeza.
De Simon O'Neill hablábamos hace unos días en el blog, cumplió las expectativas creadas, es un buen tenor, con un fiato más que suficiente y un timbre mucho más natural y cálido, menos metálico, que la impresión que produce al escucharlo en Youtube. Me gustó mucho como Parsifal. Tengo dudas sobre su capacidad para afrontar en estos momentos papeles de heledentenor, pero no lo descartaría en el futuro. Por lo pronto cantará Siegfried en La Coruña, Siegmund en La Scala, según información del programa de mano también cantará en el teatro milanés el difícil papel de Otello, doblemente difícil en este caso, por el rol en sí mismo y por la sala, esperemos que el público de La Scala no se le eche encima; ahora mismo no me lo imagino ni en el "Esultate". También estuvo bien Roman Trekel, lo que no me terminó de convencer fue la opacidad de su timbre.
La Orquesta de Valencia estuvo mejor de lo que nos tiene acostumbrados, me gustó esta vez Traub, pero no nos hizo olvidar el Parsifal con que Maazel inauguraba la temporada anterior en el Palau de les Arts, fue un pálido reflejo de éste. Me decía un amigo, algo exaltado por el efecto Meier, "¡teniendo unos cantantes así quién quiere una orquesta!" No estoy de acuerdo porque yo sí quiero una orquesta pero en ese momento lo comprendí perfectamente, ni siquiera me extrañó que lo dijera y pensé que mi amigo era sabio.
Cuando terminó el concierto el público permaneció callado durante unos segundos, algo inusual en esta sala -seguramente los energúmenos que se dedican a cortar el final de las obras sistemáticamente estaban en el estreno de Salomé en el Palau de les Arts-. Y ya que ha salido a relucir Salomé me gustaría señalar otra de las barbaridades que se hacen en Valencia: programar el mismo día el estreno de Salomé de Strauss y el segundo acto de Parsifal con la última (mezzo) soprano wagneriana mítica que nos queda. Espero disfrutar de ella durante muchos años más y que siga sin olvidarnos, ayer pudo comprobar lo que el público valenciano la quiere.
Al terminar el concierto Waltraud Meier daba, una vez más, una primicia, volverá al año que viene para cantar La canción de la tierra y los 5 Rückert Lieder de Mahler y estará acompañada por el neozelandés Simon O'Neill. Es una gran noticia.
Mañana vuelven a repetir el concierto en el Palau a las 19:30, si podéis no dejéis escapar la oportunidad.
Os dejo un vídeo grabado en Berlín con Meier cantando Kundry, Cristopher Ventris como Parsifal bajo la dirección de Nagano:
Pero la mayoría de los que estábamos allí no habíamos acudido a escuchar la obra de Strauss, sino que queríamos asistir a la cita anual que Waltraud Meier mantiene en el Palau de la Música con el público valenciano gracias a la amistad que le une con el director titular de la orquesta, Yaron Traub. Es una de las grandes cosas que este director a hecho por Valencia y se lo agradeceremos eternamente.
Este año tocaba el segundo acto de Parsifal, acompañaban a la Kundry de Meier el tenor Simon O'Neill como Parsifal y el barítono Roman Trekel como Klingsor. Tal y como había ocurrido en las últimas actuaciones que le había visto me esperaba encontrar una Meier deteriorada en lo vocal y cual fue mi sorpresa al comprobar que lucía un hermosísimo timbre, sin estrangulamientos ni tiranteces, menos gutural de lo habitual, así que de lo demás ya os podéis hacer una idea, no hace falta decir mucho más: si es grande con problemas vocales ,cuando estos desaparecen se convierte en inmensa, fue Kundry, de los pies a la cabeza.
De Simon O'Neill hablábamos hace unos días en el blog, cumplió las expectativas creadas, es un buen tenor, con un fiato más que suficiente y un timbre mucho más natural y cálido, menos metálico, que la impresión que produce al escucharlo en Youtube. Me gustó mucho como Parsifal. Tengo dudas sobre su capacidad para afrontar en estos momentos papeles de heledentenor, pero no lo descartaría en el futuro. Por lo pronto cantará Siegfried en La Coruña, Siegmund en La Scala, según información del programa de mano también cantará en el teatro milanés el difícil papel de Otello, doblemente difícil en este caso, por el rol en sí mismo y por la sala, esperemos que el público de La Scala no se le eche encima; ahora mismo no me lo imagino ni en el "Esultate". También estuvo bien Roman Trekel, lo que no me terminó de convencer fue la opacidad de su timbre.
La Orquesta de Valencia estuvo mejor de lo que nos tiene acostumbrados, me gustó esta vez Traub, pero no nos hizo olvidar el Parsifal con que Maazel inauguraba la temporada anterior en el Palau de les Arts, fue un pálido reflejo de éste. Me decía un amigo, algo exaltado por el efecto Meier, "¡teniendo unos cantantes así quién quiere una orquesta!" No estoy de acuerdo porque yo sí quiero una orquesta pero en ese momento lo comprendí perfectamente, ni siquiera me extrañó que lo dijera y pensé que mi amigo era sabio.
Cuando terminó el concierto el público permaneció callado durante unos segundos, algo inusual en esta sala -seguramente los energúmenos que se dedican a cortar el final de las obras sistemáticamente estaban en el estreno de Salomé en el Palau de les Arts-. Y ya que ha salido a relucir Salomé me gustaría señalar otra de las barbaridades que se hacen en Valencia: programar el mismo día el estreno de Salomé de Strauss y el segundo acto de Parsifal con la última (mezzo) soprano wagneriana mítica que nos queda. Espero disfrutar de ella durante muchos años más y que siga sin olvidarnos, ayer pudo comprobar lo que el público valenciano la quiere.
Al terminar el concierto Waltraud Meier daba, una vez más, una primicia, volverá al año que viene para cantar La canción de la tierra y los 5 Rückert Lieder de Mahler y estará acompañada por el neozelandés Simon O'Neill. Es una gran noticia.
Mañana vuelven a repetir el concierto en el Palau a las 19:30, si podéis no dejéis escapar la oportunidad.
Os dejo un vídeo grabado en Berlín con Meier cantando Kundry, Cristopher Ventris como Parsifal bajo la dirección de Nagano:
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Coincido contigo Maac sobre Meier. Unido a un estado vocal estupendo a mi me emociona especialmente en ella lo gran actriz que es; su capacidad de expresar, su fuerza, su presencia escénica... Eso se aprecia sólo en el directo.
ResponderEliminarEs una pena que para evitar "la competencia" no se haya decidido programar la obra completa en versión concierto, me fuí con la sensación de que me habían despachado antes de hora. Quiero decir, me quedé con ganas de continuar.
Me alegro que disfrutárais con entusiasmo colectivo del 2º acto de Parsifal que es una maravilla. Waltraud Meier en super forma y en Kundry es un clásico que en el Liceu no hemos degustado.Buenos augurios en el primer encuentro con Simon O'Neill al que esperamos en este mismo rol en la próxima temporada.(No estamos tan mal)
ResponderEliminar"La canción de la tierra y los 5 Rückert Lieder de Mahler" ¿Orquesta? ¿Director? ¿Fecha? ¿Es Vd un filántropo rico? Contésteme primero a la última pregunta.
ResponderEliminarTodo igual que este año y que los pasados -salvo hace dos años que ofreción un recital con piano-, la fecha que no se sabe, suele ser en mayo o junio.
ResponderEliminarYa lo dije por otros lares pero, ¡Larga vida a Yaron Traub! (y por favor que no se enfade nunca con Waltraud).
ResponderEliminarPor otra parte es evidente el llenazo que provoca esta mujer pero también es verdad que en general hay una buena acogida por parte del público del Palau hacia la ópera en versión concierto. Hace poco hicieron Barbazul y también estaba más o menos lleno y la anterior que recuerdo, la ciudad invisible de Kitezh (con un tal Gergiev, por cierto), exitazo.
Ahora que tanto se habla de crisis y de presupuestos ¿y si nos ahorramos la pasta de las producciones? (algunas realmente lo merecen) y lo que nos quede lo gastamos en programar más óperas y, si es posible, con alguna estrella de vez en cuando? En el Palau no está funcionando mal. ¿Por qué no en Les Arts?
Yo prefiero que vengan los grandes cantantes para ofrecer un concierto o un recital antes que una ópera en versión concierto, salvo óperas raras o difícilmente representables. Porque la ópera se ha concebido para ser representada y porque las intervenciones de cada personaje la mayoría de las veces son muy reducidas, no es el caso de Kundry en el segundo acto de Parsifal.
ResponderEliminaryo estuve en el concierto del sábado y todavia no me he repuesto de la emoción. Creo que después de ver a la Meier como Kundry y como Isolde ya no me queda nada por hacer en una sala de conciertos o en un teatro de ópera.Me pareció increible su estado vocal, el valor con el que se arrojaba a los pasajes más comprometidos-Dios mio, se me pone la carne de gallina al recordar el Grausamer -, y la emoción que trasmite con los gestos .Creo que si eso lo hace en Madrid todavía estariamos aplaudiendo a no ser que el teatro estuviese en ruinas después de caer a los pies de la diosa. por cierto, vengo enamorada de Valencia...
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