domingo, 12 de diciembre de 2010

Piedra de Sol


Desde hace aproximadamente mes y medio llevo en el mp3 un audio en el que Octavio Paz recita su poema "Piedra de Sol" y me tiene totalmente enganchado, lo escuchaba muchísimo al principio y ahora lo suelo hacer, sin programación alguna, unas dos veces a la semana. Se adapta muy bien tanto a mis caminatas como o mis salidas a correr puesto que dura el tiempo ideal, unos cuarenta minutos, y no lo digo en broma, es cierto, lo utilizo para cronometrar las salidas, yo soy así, prefiero no estar pendiente del reloj.


Conforme ha ido pasando el tiempo he ido descubriendo el Universo que se esconde en este  circular poema, al principio me fascinaba el bombardeo de imágenes que contiene pero poco a poco encontré una coherencia interna desde el principio al fin, y sé que mucho de su contenido todavía me esta velado y ahí reside también gran parte de su atractivo.

Hace tiempo que quería dedicar una entrada a Piedra de Sol. Es tradicional en este blog que cada entrada tenga su música, y yo no encontraba ninguna música que fuera apropiada, así que ha ido pasando el tiempo y la entrada no aparecía, pero quería hacerlo. En algunas ocasiones, mientras escuchaba la voz de Octavio Paz, se me aparecía el dúo del segundo acto de Tristán e Isolda, pienso, con dudas, que podría ser la mejor música posible para ilustrar gran parte del poema:

 

"(...) el mundo nace cuando dos se besan,
gota de luz de entrañas transparentes
el cuarto como un fruto se entreabre
o estalla como un astro taciturno
y las leyes comidas de ratones,
las rejas de los bancos y las cárceles,
las rejas de papel, las alambradas,
los timbres y las púas y los pinchos,
el sermón monocorde de las armas,
el escorpión meloso y con bonete,
el tigre con chistera, presidente
del Club Vegetariano y la Cruz Roja,
el burro pedagogo, el cocodrilo
metido a redentor, padre de pueblos,
el Jefe, el tiburón, el arquitecto
del porvenir, el cerdo uniformado,
el hijo predilecto de la Iglesia
que se lava la negra dentadura
con el agua bendita y toma clases
de inglés y democracia, las paredes
invisibles, las máscaras podridas
que dividen al hombre de los hombres,
al hombre de sí mismo, 
se derrumban
por un instante inmenso y vislumbramos
nuestra unidad perdida, el desamparo
que es ser hombres, la gloria que es ser hombres
y compartir el pan, el sol, la muerte,
el olvidado asombro de estar vivos;
amar es combatir, si dos se besan
el mundo cambia, encarnan los deseos,
el pensamiento encarna, brotan las alas
en las espaldas del esclavo, el mundo
es real y tangible, el vino es vino,
el pan vuelve a saber, el agua es agua,
amar es combatir, es abrir puertas,
dejar de ser fantasma con un número
a perpetua cadena condenado
por un amo sin rostro; 
el mundo cambia
si dos se miran y se reconocen,
amar es desnudarse de los nombres:
"déjame ser tu puta", son palabras
de Eloísa, mas él cedió a las leyes,
la tomó por esposa y como premio
lo castraron después; 
mejor el crimen,
los amantes suicidas, el incesto
de los hermanos como dos espejos
enamorados de su semejanza,
mejor comer el pan envenenado,
el adulterio en lechos de ceniza,
los amores feroces, el delirio,
su yedra ponzoñosa, el sodomita
que lleva por clavel en la solapa
un gargajo, mejor ser lapidado
en las plazas que dar vuelta a la noria
que exprime la substancia de la vida,
cambia la eternidad en horas huecas,
los minutos en cárceles, el tiempo
en monedas de cobre y mierda abstracta;

mejor la castidad, flor invisible
que se mece en los tallos del silencio,
el difícil diamante de los santos
que filtra los deseos, sacia al tiempo,
nupcias de la quietud y el movimiento,
canta la soledad en su corola,
pétalo de cristal en cada hora,
el mundo se despoja de sus máscaras
y en su centro, vibrante transparencia,
lo que llamamos Dios, el ser sin nombre,
se contempla en la nada, el ser sin rostro
emerge de sí mismo, sol de soles,
plenitud de presencias y de nombres;
sigo mi desvarío, cuartos, calles,
camino a tientas por los corredores
del tiempo y subo y bajo sus peldaños
y sus paredes palpo y no me muevo,
vuelvo donde empecé, busco tu rostro,
camino por las calles de mí mismo
bajo un sol sin edad, y tú a mi lado
caminas como un árbol, como un río
caminas y me hablas como un río,
creces como una espiga entre mis manos,
lates como una ardilla entre mis manos,
vuelas como mil pájaros, tu risa
me ha cubierto de espumas, tu cabeza
es un astro pequeño entre mis manos,
el mundo reverdece si sonríes
comiendo una naranja, 
el mundo cambia
si dos, vertiginosos y enlazados,
caen sobre las yerba: el cielo baja,
los árboles ascienden, el espacio
sólo es luz y silencio, sólo espacio
abierto para el águila del ojo,
pasa la blanca tribu de las nubes,
rompe amarras el cuerpo, zarpa el alma,
perdemos nuestros nombres y flotamos
a la deriva entre el azul y el verde,
tiempo total donde no pasa nada
sino su propio transcurrir dichoso,

no pasa nada, callas, parpadeas
(silencio: cruzó un ángel este instante
grande como la vida de cien soles),
¿no pasa nada, sólo un parpadeo?
 
(...)"

Un fragmento que me impactó y al que no he parado de darle vueltas últimamente es el que sigue más abajo y el que ha motivado que hoy publique esta entrada:

"(...)¿no pasa nada cuando pasa el tiempo?

no pasa nada, sólo un parpadeo
del sol, un movimiento apenas, nada,
no hay redención, no vuelve atrás el tiempo,
los muerto están fijos en su muerte
y no pueden morirse de otra muerte,
intocables, clavados en su gesto,
desde su soledad, desde su muerte
sin remedio nos miran sin mirarnos,
su muerte ya es la estatua de su vida,
un siempre estar ya nada para siempre,
cada minuto es nada para siempre,
un rey fantasma rige sus latidos
y tu gesto final, tu dura máscara
labra sobre tu rostro cambiante:
el monumento somos de una vida
ajena y no vivida, apenas nuestra,

-¿la vida, cuándo fue de veras nuestra?,
¿cuando somos de veras lo que somos?,
bien mirado no somos, nunca somos
a solas sino vértigo y vacío,
muecas en el espejo, horror y vómito,
nunca la vida es nuestra, es de los otros,
la vida no es de nadie, todos somos
la vida ?pan de sol para los otros,
los otros todos que nosotros somos?,
soy otro cuando soy, los actos míos
son más míos si son también de todos,
para que pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia,
no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,
la vida es otra, siempre allá, más lejos,
fuera de ti, de mí, siempre horizonte,
vida que nos desvive y enajena,
que nos inventa un rostro y lo desgasta,
hambre de ser, oh muerte, pan de todos,

(...)"

4 comentarios:

  1. Me cuesta mucho la poesía, es como si no supiera leer, me pierdo, y ya sólo me falta ópera, que aunque no entienda la letra parece que te distrae más. Esta, por lo que has puesto, creo que se merecerá el esfuerzo y voy a mirar de localizarla. Y de poner música, sin palabras, yo probaría con los cuartetos de Beethoven.

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  2. Sí, tienes razón, es molesto mezclar una cosa con la otra porque ambas tienen texto, pero claro, no la proponía como música de fondo sino como complemento. La puedes encontrar recitada por el autor aquí:
    http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz.php&wid=1978&t=Piedra%20de%20sol&p=Octavio%20Paz&o=Octavio%20Paz

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  3. QA mi me gusta micho la poesía que le habitualmente sin música de fondo. Agradezco el poema transcrito que tiene tanta fuerza. La pregunta sobre el tiempo jamás ha sido contestada. Nadie sabe qué es. En cuanto al fragmento final, tan hermoso, comprobamos la otredad, somos a través de los demás y viceversa. No me atrevo a profundizar aunque da para ello. No será mi última lectura.
    Corre, Maac, corre!

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  4. Sí Glòria vale la pena darle unas cuantas pasadas.

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