martes, 20 de enero de 2015

Fotos que me gustan (4) - The Old Met

Concierto del pianista Josef Hofmann realizado el 28 de noviembre de 1937 en el Viejo Met.

Toda destrucción de un teatro produce pena, y en el caso de que se trate de uno de los teatros de ópera más prestigiosos del planeta y uno sea un amante del género, la pena se eleva a la máxima potencia, y eso a pesar de que la compañía de ópera no se extinguía sino que continuó en un nuevo teatro, y a pesar también de que uno no lo conoció, ni pudo haberlo conocido puesto que cuando se produjo la demolición apenas tenía cuatro meses de vida, pero uno sí ha escuchado grabaciones efectuadas en esa sala, de extraordinaria acústica, y también ha visto hablar con melancolía a famosos cantantes del pasado sobre este emblemático edificio. En el rosario de cantantes que se dejaron la piel en su escenario encontramos nombres como los de Adamo Didur, Givanni Martinelli, Giuseppe De Luca, Ezio Pinza, Enrico Caruso, Robert Merrill, Richard Tucker, Édouard De Reszke, Geraldine Farrar, Plácido Domingo, Leonard Warren, Lucrecia Bori, Sherrill Milnes, Cornell MacNeil, Pasquale Amato, Lawrence Tibbett, Mario Sereni,  Lauritz Melchior, Beniamino Gigli, Johanna Gadski, Cesare Siepi, Marcella Sembrich, Friedrich Schorr Zinca Milanov, Emanuel List, Licia Albanese, Eleanor Steber, Marcel Journet, Rosa Ponselle, José Mardones, Elisabeth Rethberg, Margaret Matzenauer, Luciano Pavarotti, Franco Corelli, Nicolai Gedda, Rise Stevens, Maria Jeritza, Olive Fremstad, Emmy Destinn, Jean de Reszke, Regina Resnik, Carlo Bergonzi, Samuel Ramey, Renata Scotto, Giacomo Lauri-Volpi, Lili Pons, Leonie Rysanek, Sándor Konya, Ernestine Schumann-Heink, Jon Vickers, Renata Tebaldi,  Lilli Lehmann, Kirsten Flagstad, Bidu Sayao, Joan Sutherland, Birgit Nilsson, Grace Bumbry, Leontyne Price, Anna Moffo, Claudia Muzio, Astrid Varnay, Martina Arroyo, Maria Müller, Helen Traubel, Lisa Della Casa, Pilar Lorengar, Mario Del Monaco, Victoria de los Ángeles, Mirella Freni, Alfredo Kraus, Set Svanholm, Jacques Urlus, Régine Crespin, Jussi Björling, Giuseppe Valdengo, Christa Ludwig, Maria Barrientos, Tancredi Pasero, James King, Cesare Valletti, Giuseppe Di Stefano, Fyodor Chaliapin, Alexander Kipnis, Paul Schöffler, todos ellos con más de 100 representaciones, contando también las realizadas en el Licoln Center. Entre los directores que más funciones dirigieron en el Met figuran nombres como los de Arthur Bodanzky, Fausto Cleva, Tullio Serafin, Erich Leinsdorf, Arturo Toscanini, Nello Santi, Kurt Adler, Thomas Schippers, Fritz Striedry, Francesco Molinari-Pradelli, Ettore Panizza, Alberto Erede, Karl Böhm, Cesare Sodero, Max Rudolf, Dimitri Mitropoulos, Fritz Reiner, Silvio Varviso, Pierre Monteaux, Fritz Busch, Bruno Walter y George Prêtre. Menudos repartos confeccionaríamos con tales cantantes y directores.



Fotografía de la fachada del Met (1905)


El viejo Met, situado en el centro de la isla de Manhattan,  había abierto sus puertas el 22 de octubre de 1883 con una representación de Faust de Gounod, tenía una capacidad de 3.625 espectadores sentados y 224 de pie. Al  edificio, obra del arquitecto J. Cleaveland Cady, se le conocía por su aspecto industrial como "The Yellow Brick Brewery". Sufrió un incendio nueve años después de su inauguración, en 1892, para proceder a su reconstrucción estuvo cerrado durante solo una temporada 1892.1893; además sufrió dos renovaciones interiores, permaneciendo abierto al público hasta la gala de despedida que se  realizó el 16 de abril de 1966. El viejo edificio carecía de una caja escénica adecuada para las necesidades de una compañía tan grande como la del Met, no era extraño ver decorados que habían tenido que depositar temporalmente al aire libe en la calle 39.

La gala de despedida, que contó con importantísimos invitados y participantes, finalizó con el trío final de la ópera con la que se inauguró el teatro, Faust de Gounod,nosotros también vamos a escuchar el final de Fausto pero con Renata Scotto, Alfredo Kraus y Nicolai Ghiaurov, año 1973 en Tokyo:



Terminada la última gala del viejo Met toda la compañía subió al escenario y junto con el público cantaron, como última despedida, "Auld Lang Syne". De nada sirvieron las campañas que se hicieron para mantener el edifico del viejo Met, la NYC Ladmarks Preservation Comission decidió, por 6 votos en contra y 5 a favor, que no era un edificio digno de mantener en pie.

En enero de 1967 comenzó su demolición, siendo sustituido por un bloque de oficinas de 40 pisos de altura. Antes de la destrucción, en mayo de 1966, el Servicio de Edificios Históricos de Estados Unidos envió un fotógrafo para que documentara la estructura del teatro, seguidamente podemos ver algunas de esas fotografías:

4 comentarios:

  1. ya somos 2...deberas que no se que rayos tenian en la cabeza en aquel entonces (NYC Ladmarks Preservation Comission). antiguamente no se valoraban esas cosas y hoy en dia poco ha cambiado mucho esa mentalidad retrograda de "abajo lo viejo, venga lo nuevo", almenos aqui en mexico donde en cuestiones de patrimonio edificado aun no hay esa cultura de la preservacion en forma adecuada. mas me chocan esas cosas sabiendo que uno de los teatros mas emblematicos del genero que mas me gusta, el cual esta situado en un pais "de primer mundo" en donde se supone hay mas conciencia y un mayor grado de cultura, haya tenido que pasar por la misma tragedia gracias a la erronea decision (y muchos intereses) de unos pocos.

    De existir aun el viejo Met la compañia tendria a lo mejor mas prestigio del que goza hoy en dia o mayor variedad en sus temporadas o que se yo..pero de que pueden coexistir 2 edificios emblematicos de distintas epocas en el mismo lugar es un hecho: ahi estan el Palais garnier y la Opera Bastille en Paris.

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    1. Estoy de acuerdo, el Met podría haber subsistido perfectamente con dos sedes, por lo menos hasta ahora que parece que ha entrado en crisis; además siempre cabe la posibilidad de dar a los edificios usos distintos para los que fueron concebidos y de esta forma preservarlos para la posteridad.

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  2. Excelente y emotivo post.
    La historia de los EE.UU es corta y no tienen nostálgia, son prácticos y seguramente con el nuevo MET se gano en visibilidad y comodidad, aunque lo desconozco.
    Si la realidad es como la canción de Serrat "los fantasmas del Roxy" me encantaría vivir en el edificio que construyeron sobre su solar

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    1. Parece ser que el problema estaba en la caja escénica y la limitada capacidad para almacenar producciones que se estaban representando alternativamente. En todo caso es compatible preservar un teatro y construir otro nuevo en otro lugar. Ellos no lo entendieron así, pero no creo que por ser americanos, barbaridades parecidas se hicieron en Valencia siendo una ciudad de larga trayectoria histórica.

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