Elisabeth Schwarzkopf fue también una gran soprano straussiana, dejando de lado su labor tanto en los lieder al piano como los orquestales, tres fueron los papeles en los que destacó: Ariadne en Ariadne auf Naxos -sólo en el estudio de grabación pues nunca lo cantó en escena, quizás le venía un poco ancho-, la Mariscala en Der Rosenkavalier y la Condesa Madeleine en Capriccio.
Ariadne auf Naxos, conoció dos versiones (1912 y 1916). Sigue la fórmula del teatro dentro del teatro, que ya se había empleado desde el Barroco. Y de alguna manera hay muchos paralelismos con lo barroco en esta obra: el uso del recitativo y los números cerrados -dentro de un discurso musical continuo, aunque parezca paradójico-, la presencia de una orquesta reducida, personajes de la ópera seria y de la bufa -con un aria de coloratura: "Grossmächtige Prinzessin"- (Zerbinetta), la llegada de Bacchus procedente del cielo.
Vamos a escucharla en el aria de Ariadne: "Es gibt ein Reich". En un palacio vienés comienza una representación, en el escenario vemos una isla desierta, en ella está Ariadne, tres ninfas (Najade, Dryade y Echo) se comparecen de su soledad, parece dormida pero, no, está llorando, Teseo la ha abandonado:
Ariadne auf Naxos, conoció dos versiones (1912 y 1916). Sigue la fórmula del teatro dentro del teatro, que ya se había empleado desde el Barroco. Y de alguna manera hay muchos paralelismos con lo barroco en esta obra: el uso del recitativo y los números cerrados -dentro de un discurso musical continuo, aunque parezca paradójico-, la presencia de una orquesta reducida, personajes de la ópera seria y de la bufa -con un aria de coloratura: "Grossmächtige Prinzessin"- (Zerbinetta), la llegada de Bacchus procedente del cielo.
Vamos a escucharla en el aria de Ariadne: "Es gibt ein Reich". En un palacio vienés comienza una representación, en el escenario vemos una isla desierta, en ella está Ariadne, tres ninfas (Najade, Dryade y Echo) se comparecen de su soledad, parece dormida pero, no, está llorando, Teseo la ha abandonado:
Ariadne:
Hay un reino donde todo es puro;
tiene un nombre: el reino de los muertos.
(Ariadne se va incorporando poco a poco)
¡Aquí no hay nada que sea puro!
¡Todas las cosas se mezclan entre sí!
Pronto llegará un mensajero,
a quien llaman Hermes.
Con su caduceo
gobierna las almas
como pájaros ligeros,
como hojas secas
le siguen a donde va.
¡Hermoso dios pacífico!
¡Mira! ¡Ariadne te espera!
Ah, el corazón debe quedar purificado
de todos esos sufrimientos feroces;
entonces tu rostro me hará una seal
y tus pasos sonarán ante mi cueva,
la oscuridad caerá sobre mis ojos
y tu mano estará sobre mi corazón.
En las hermosas ropas de gala
que me dio mi madre,
envolveré mi cuerpo;
mi tumba será la tranquila cueva.
Pero silenciosamente mi alma
te seguirá como a su nuevo dueño,
como una hoja ligera en el viento,
te seguirá arriba y abajo con alegría.
La oscuridad caerá sobre mis ojos
y sobre mi corazón,
mi cuerpo se quedará
cubierto de joyas y totalmente solo.
Tú me liberarás,
me devolverás a mí misma
y esta vida que me oprime
arráncala de mí.
Me perderé por completo en ti
y en ti seré otra vez Ariadne.
La Ariadne de la Schwarzkopf, como su Mariscala, la Condesa Madeleine o la Arabella permanecen y permanecen. Ya pueden venir cantantes excelentes y exquisitas, que ella no se como se lo hace que está un peldaño por encima.
ResponderEliminarEXCELSA