jueves, 21 de febrero de 2008

Palau de Les Arts - Homenaje a Puccini

Ciento cincuenta años del nacimiento de Puccini, un motivo como otro cualquiera para celebrar un concierto dedicado íntegramente al compositor de Lucca. El Auditorio Superior del Palau de Les Arts -¡ya le pondrían poner un nombre menos impersonal!- a reventar, estaban todos los que creen ser alguien en la vida social de esta ciudad provinciana, y entre ellos también estábamos muchos aficionados a la ópera. La expectación era máxima, Domingo en el podio y un plantel de jóvenes promesas junto cantantes ya consagrados más o menos puccinianos, la orquesta y coros titulares de Les Arts.

A pesar de que antes de comenzar se anunciaba por megafonía la afección gripal del tenor Roberto Alagna, no hubo sorpresas. En el intermedio me comentaban: "bueno... ya se sabe... los divos son así... son excusas", pero no, es cierto que Alagna estaba tocado, lo pude comprobar porque lo tuve muy cerca y vi lo mal que lo pasó, sus pequeñas toses y carraspeos imperceptibles para los que estaban situados en butacas más alejadas del escenario. A pesar de todo estuvo realmente bien ¡Qué digo! Estuvo maravillosamente bien. No sé si hay otro tenor como él en el panorama actual. La calidez de su fraseo, su legato, la naturalidad y belleza de su timbre... Sobre todo cuando se encuentra en su salsa, en su repertorio natural de tenor lírico. Es grande Alagna. Es la segunda vez que lo escucho en directo -la primera fue hace menos de diez días- y me sorprende su entrega en el escenario, su simpatía y la facilidad que tiene para emocionarse ante los aplausos del público, no me lo esperaba dadas las noticias que habitualmente tenemos de él y la frivolidad con que de él se habla en la prensa y en los foros. Se metió al público en el bolsillo. Junto con Flórez, que dio un recital en la Sala Principal el año pasado, ha sido el cantante que más éxito ha obtenido en la corta vida de este Teatro que tantos disgustos nos da. Es cierto que no tiene mucho estilo a la hora de vestir -qué chaqueta, camisa y cinturón más horteras, por Dios-, pero disfruté mucho y llegó a emocionarme ¿Qué más puedo pedir?

Otra cantante que me dejó con la boca abierta fue Violeta Urmana, podría haber estado escuchándola mil años seguidos (I could sleep for thousand years... jeje). No soy capaz de ponerle ni un pero, ni siquiera el de la frialdad, como mucho algún fallo de pronunciación con la "r".
Por Joan Pons han pasado los años y eso se nota, pero no es de esos cantantes que dan lástima, fue un gustazo escuchar al gran barítono español por una vez en la vida. Lo mismo vale para Devia, sensacional su dominio técnico.


La guapa soprano Virgina Tola

El resto estuvo correcto, entregada la búlgara Svetla Vassileva y correcta Daniela Barcellona, ambas cantando Suor Angelica (una ópera que está muy alejada de mi sensibilidad) y la argentina Virgina Tola, bella voz y bella soprano, que, profundizando un poco más en el perfil psicológico del personaje, puede hacer una gran Mimi.
Respecto a la dirección de Domingo, no aprecié ningún rasgo de genialidad. La elección de los fragmentos del programa me pareció excelente -con la matización indicada respecto a Suor Angelica- porque no produjo la sensación de una simple colección de arias sin ton ni son.

Respecto al Auditorio, escribía el otro día que quería esperar antes de pronunciarme, ya son tres los conciertos a los que he asistido y ya puedo aventurarme a decir algunas cosas. Lo primero es que me voy familiarizando con los amplios espacios del Palau de Les Arts, el primer día no descubrí ni el 10% del espacio que rodea la sala. Sí que hay guardarropía independiente (dos) además de los burros colocados en algunos pasillos, me encanta la idea de los dos espacios ajardinado en el exterior, allí la gente puede fumar a sus anchas (por el momento, porque no sé si la Ley Antitabaco lo permite), lo que el otro día me pareció un hall (no entendía su disposición tras la sala y no delante de ella) es la cafetería o pseudo-cafetería -una empresa de catering lleva la bebida y comida preparada de antemano-, necesita mobiliario -acogedores sofás o sillones, como en el Palau de la Música-, porque con las sillas que creo son de plástico no se sabe si estás en un una Sala de Espera de un Aeropuerto o en una sala de consultas de algún Ambulatorio de la Seguridad Social. Además de 6 rápidos ascensores hay grandes escaleras a uno y otro lado para acceder a la sala. Hay aseos suficientes pero en algunos se forman largas colas mientras el resto está vacío, convendría que se indicara mejor cómo llegar a ellos.

La acústica es buena, más cálida que la Sala Principal, si bien en ésta el sonido tanto orquestal como vocal está mucho más presente. El problema es que hay un ruido extraño no identificado, es decir, un RENI, algunos me dicen que es maquinaria, otros pensamos que es una especie de murmullo, casi imperceptible, del tráfico circundante. La apreciación de este sonido depende del lugar de la sala en que te sitúes y del silencio que haya en la misma, lo que está claro es que cuando la ocupación es del 100 % el mismo parece que no se percibe, también desaparece conforme va avanzando la noche y el tráfico exterior disminuye. Esta vez la orquesta tuvo espacio suficiente para colocarse sobre el escenario y sí se pudo pasar de un lado al otro del podio del director. Conclusión, que uno ya le va cogiendo cariño y se está preparando que su matrimonio con el Palau de les Arts sea lo más llevadero posible, nadie ni nada es perfecto.

Bueno... Y así es como lo vio este modesto aficionado a la ópera.


Para finalizar dos videos de Devia cantando dos piezas de Puccini, ambas se pudieron escuchar ayer en Les Arts:






7 comentarios:

  1. Me habría gustado asistir por Alagna y por ver el auditorio sin nombre. Eso que dices del ruido no identificado me preocupa, si se oye el tráfico no quiero ni pensar qué pasará cuando coincida un concierto con una mascletà o un castillo de fuegos, algo que estuvo a punto de pasar el año pasado, no recuerdo con qué ópera.

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  2. Fue con Boccanegra.
    En la facultad tuve un profesor andaluz de Historia del Derecho, no recuerdo si era de Granada o de Córdoba, el caso es que era muy gracioso, hoy ya quizás esté muerto, no lo sé, jubilado seguro que sí. Era buen profesor aunque algo surrealista, capaz de dedicar los tres cuartos de hora de una clase al aire que le corría por la espalda en el Aula Magna de la Facultad de Derecho -esto es verídico-. Pues bien, uno de tantos días en los que se dedicaba a sus historias -una de las clásicas era: no recibo ayudas porque no llevo bata, los estudiosos del derecho tendríamos que llevar bata- relató el susto que se llevó el día de su nombramiento como profesor de la Universidad de Valencia al comenzar a sonar la mascletá, al pobre hombre casi le da un infarto, para comprenderlo, además de sus orígenes no valencianos- hay que tener en cuenta que entonces no hacía tantos años que había terminado la Guerra Civil.

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  3. Qué envidia maaaaaaaaaaaaaaaac!!!Gñññññññññññññññññ!!!
    Me alegro de que disfrutaras, cada día tengo más ganas de escuchar a Alagna ¡pues claro que es grande! Me pareció en sus últimos Romeos con Netrebko que su timbre se había estropeado un poco, me quedo más tranquila al escuchar que sigue siendo tan increíblemente bello, tan lírico, tan brillante.¿Qué cantó?

    A Urmana y Tola ya las conozco, la primera impresionante, la segunda me pareció (el año pasado, en un recital con Plácido) que tenía mucha voz pero le faltaba pulirla. Devia es una pasada, qué ganas de escucharla también!! En ese reparto, y tratándose de Puccini, echo en falta a Gallardo-Dômas, pero no se puede tener todo...

    Bueno, que me alegro de que lo disfrtaras, cuando yo lo descubrí ya no había entradas :'-(

    Besos puccinianos

    P.S. Los rasgos de genialidad en Plácido hay que buscarlos en su canto...en Puccini precisamente tiene muchos :-P

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  4. Gracias Patricia. Pues cantó Rodolfo, Cavaradossi y Calaf, en un post anterior está el programa. Respecto a si el timbre se ha estropeado, pues no sé qué decirte, nunca antes lo había escuchado en directo, pero los años no pasan en balde para nadie, siempre hay que pagar algo, aunque fuera así sigue siendo muy hermoso.

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  5. Patricia es Kenderina!!! yo soy Raqueeeeeeeel, tras de ese muro prisioneraaaaaaaa
    :-P

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  6. Ups! Cuando lo escribí algo en mi interior me dijo: "Miguelín, no pongas el nombre que la metes." Debí haberle hecho caso. Lo siento.

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